Contenido creado por María Noel Dominguez
Mundo

Perdidos en Yonkers

El extraño caso del "espía uruguayo"

La historia del presunto espía uruguayo-peruano al servicio de Rusia es digna de una película de los Coen. Sus vecinos de la localidad de Yonkers jamás lo hubieran sospechado, pero Juan Lázaro y su esposa enviaban mensajes cifrados, usaban identidades falsas, enterraban dinero y colocaban cámaras ocultas en habitaciones de hoteles, según consta en una investigación de más de diez años.

29.06.2010 07:46

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2010-06-29T07:46:00-03:00
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En una tranquila calle donde hasta un juego de pelota puede pasar como un hecho excitante, los residentes de Yonkers, al norte de la ciudad de Nueva York, quedaron atontados tras enterarse que una pareja de sus vecinos había sido arrestada acusada de ser espías de Rusia.

Un hombre conocido como Juan Lázaro y su esposa, a quien conocían como Vicki Pelaez, figuran entre los 10 personas sospechosas de actuar como "agentes encubiertos" y arrestadas luego de que las autoridades estadounidenses pusieran al descubierto una misión secreta que había sido monitoreada durante más de una década por la policía federal (FBI).

La acusación presentada por el departamento de Justicia se parece al guión de una película de espías. Los sospechosos enviaban mensajes cifrados, usaban identidades falsas, tenían dinero enterrado y se utilizaron cámaras de video ocultas en habitaciones de hotel.

La pareja domiciliada en el número 17 de Clifton Avenue en Yonkers vivía en ese lugar desde hacía más de 20 años, según los datos del departamento de Justicia.

Lázaro, presuntamente un ciudadano peruano nacido en nuestro país, y Peláez, supuestamente una peruana que había obtenido la ciudadanía estadounidense, nunca habían llamado la atención en su barrio.

No había "absolutamente nada que llamara la atención en sus conductas. Vecinos normales. '¿Hola, cómo le va?' Nada que llamara la atención sobre ellos en lo absoluto, excepto dos perros ruidosos que ladraban toda la noche. Era la única cosa que molestaba", comentó Jonathan Kroll, de 29 años, un administrativo escolar.

"Esto es realmente extraño. Es difícil de creer que, cuando uno piensa que hacen todo tipo de cosas normales en su casa, como las hago yo, estén pasando allí continuamente muchas cosas raras", señaló.

Lazaro "dijo a los vecinos, no me lo dijo a mí, le dijo a los vecinos que él era profesor de economía", añadió Kroll, destacando que los dos niños de la pareja no estaban con ellos en el momento de su arresto.

Ahora, Kroll se cuenta entre los vecinos que observan fijamente la casa donde habitaba la pareja de presuntos espías: una pequeña vivienda de dos plantas de ladrillos rojos, una fachada rosada y una chimenea que da al frente de la vivienda.

Grandes arbustos verdes se destacan en su patio. Dentro del domicilio, desde el año 2003, las autoridades estadounidenses monitoreaban las "comunicaciones orales" que se efectuaban en la casa de Yonkers, supuestas transmisiones radiales dirigidas a Moscú, según se señala en el legajo de la acusación.

Cuando las autoridades irrumpieron en la casa, Kroll dijo que caminó "hacia allí para ver que estaba sucediendo y sólo vi a un grupo de personas con chaquetas del FBI, que pasaron buena parte de la noche ahí, creo que toda la noche, trasladando desde la casa cajas de evidencias, supongo, y llevándolas a un camión".

Los antecedentes

Diez personas fueron detenidas en Estados Unidos acusadas de espiar para el gobierno ruso, según el Departamento de Justicia estadounidense. Entre los detenidos se encuentra Vicky Peláez, nacida en Perú y su esposo de origen uruguayo pero de nacionalidad peruana, Jorge Lázaro.

La policía las arrestó el domingo en redadas en Nueva York, Boston, Nueva Jersey, Arlington y Washington. Un undécimo acusado consiguió huir.

Entre los detenidos se encuentra Vicky Peláez, nacida en Perú y periodista del diario La Prensa, donde escribía columnas en las que a veces criticaba a Estados Unidos, y su esposo de origen uruguayo pero de nacionalidad peruana, Jorge Lázaro.

Según consigna la BBC, la Oficina Federal de Investigaciones Peláez recibió fondos de un espía ruso en Sudamérica en 2000, mientras que Lázaro obtuvo dinero en circunstancias similares en 2007. Ambos fueron arrestados en Nueva York, sin posibilidad de fianza.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, aseguró que Washington aún no le ha comunicado a su gobierno lo que estaba sucediendo.

El FBI dijo que sus agentes vigilaron a los sospechosos durante los últimos diez años, haciéndose pasar como miembros de la inteligencia rusa. Además, la agencia interceptó numerosas comunicaciones.

A ocho de los detenidos se les imputa llevar a cabo "misiones de larga duración y encubiertas" en territorio estadounidense. Los otros dos supuestamente participaban en el mismo programa de espionaje ruso.

Según el escrito presentado ante un juez federal, su objetivo era "americanizarse lo suficiente para conseguir información sobre Estados Unidos para Rusia y conseguir fuentes de información capaces de infiltrarse o dentro de los círculos políticos estadounidenses".

La pena máxima por actuar como agente ilegal de un gobierno extranjero es de cinco años de cárcel. A nueve de los detenidos se los acusa también de lavado de dinero, un delito que puede acarrear una condena máxima de 20 años en prisión.

(En base a AFP)