Un nuevo santo en el Chuy

Samuel Priliac fue un personaje que hizo historia en Chuy, departamento de Rocha y en zonas aledañas, incluyendo algunas poblaciones del sur de Brasil. Era inmigrante rumano que recaló en la frontera en la década de 1930 y allí construyó un mundo tan fuerte económicamente como generoso. Hoy, el estadio de Chuy, una avenida, un barrio, una plaza y otros sitios perpetúan la memoria de este hombre, también vinculado al deporte. Hincha de Racing de Avellaneda cuando desembarcó en el puerto de Buenos Aires y de Nacional durante toda su vida en Uruguay.

Uno de sus hijos, también llamado Samuel, pero conocido como Samuelito, fue jugador y dirigente de Nacional de Chuy. Y como su padre, hincha rabioso de los tricolores.

Hace algunas semanas, Samuelito tuvo un grave problema de salud que hizo temer por su vida. Fue internado en una clínica de Montevideo, donde era cuidado por sus familiares directos y algunos amigos que se acercaron cada día.

Un día, uno de sus hijos vio que en la misma clínica se encontraba Juan Ramón Carrasco, ocupándose también de algún familiar enfermo. De inmediato le comentó este hecho a Samuelito quien le pidió que se lo llevara para conocerlo. Ese hijo sabía que Carrasco ha sido uno de los ídolos que Samuelito siempre admiró. El trámite fue sencillo: Carrasco accedió de inmediato ir hasta la habitación del
chuiense convaleciente.

Dicen que J.R entró a la sala y lo saludó. Al parecer, fue tal la alegría y la emoción de Samuelito, que a partir de ese momento empezó a experimentar una mejoría sorprendente, que le permitió, contra muchos pronósticos médicos, recuperarse plenamente y volver a su querido Chuy plenamente restablecido.

Desde ese día, cuentan algunas personas que en Chuy, al actual técnico de River Plate, ya empiezan a llamarlo San Carrasco.