PROTESTA EN PAMPLONA

Detrás de esta iniciativa se encuentra el colectivo PETA (Personas por la Etica en el Trato de los Animales), cuyos miembros, acompañados de instrumentos de percusión y una pancarta en la que se leía "Ponte en la piel del toro", corearon gritos como "Toros sí, toreros no" o "La tortura no es cultura".

Para que se celebrara este "encierro humano", el colectivo PETA tuvo que recurrir a los jueces, quienes les concedieron el permiso que previamente les había denegado la delegación del Gobierno, conforme a un informe del Ayuntamiento de Pamplona.

La única condición que el tribunal puso era que los manifestantes llevaran "al menos ropa interior", puesto que ir totalmente desnudos, como pretendían, podía provocar reacciones que conllevaran "una más que posible alteración del orden público".

Finalmente, los miembros del PETA, que acudieron al encierro con cuernos de plástico en la cabeza, tuvieron que alterar el recorrido previsto y llegar al callejón de la plaza de toros de Pamplona por una ruta que nada tiene que ver con la de los Sanfermines.

Este colectivo responsabilizó del cambio de planes al Ayuntamiento de la ciudad porque "está utilizando a niños para obstruir el paso", aseguró Francisco Vázquez, coordinador de campañas del PETA, quien criticó la celebración a la misma hora y lugar de encierros infantiles con toros de cartón.

Pese a las dificultades, "ésta es la fiesta que queremos celebrar, sin muerte, con música y con mucha alegría", dijo Vázquez, quien pidió a los ciudadanos de Pamplona que "dejen, por favor, de torturar a los animales".

Esta idea fue repetida por la mexicana Lorena Esquivel, quien comentó que PETA intenta incluir el "encierro humano" de Pamplona en las guías turísticas que se ocupan de los Sanfermines.

(EFE)