Contenido creado por Martín Otheguy
RKOrson

Coleccionistas de memorias

UNA VIDA ILUMINADA

Los coleccionistas son luchadores de la memoria. Recopiladores de las historias con h minúscula, aquellas que sumadas construyen la otra, la que lleva mayúscula.

Por RKOrson

22.12.2005

Lectura: 4'

2005-12-22T00:00:00-03:00
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rkorson@montevideo.com.uy

Para ser coleccionista se necesita una alta dosis de perfeccionismo y obcecación; y un motivo para serlo. Jonathan (Elijah Wood Frodo-) es un obsesivo con los recuerdos de su familia. En cada bolsita un objeto. En cada objeto un hito. Todo está allí en la pared: padres, hermanos, abuelos.

Pero una colección puede tornarse eterna como el tiempo mismo y es necesario ajustarla. La ausencia de un trozo del gran puzzle es la motivación necesaria para continuar el camino de la búsqueda esperando, quizás, un final.

En "Una vida iluminada", una foto revela un sendero desconocido y una historia por ser develada. Hacia allí irá el protagonista, no importa si eso implica llegar hasta el lugar más olvidado de Ucrania.

Rígida búsqueda

Dividida en capítulos, la cinta es la traslación audiovisual del libro escrito por Jonathan Safran Foer, "Todo está iluminado", obra que contiene muchos rasgos autobiográficos y aquí está dirigida por el debutante Liev Schreiber.

Alex (Eugene Hutz) es un ucraniano orgulloso de ser de la ciudad de Odessa y de consumir cultura yankee. Junto con su abuelo (Boris Leskin) se dedican al negocio del traslado de "judíos ricos", como dice el anciano, hacia los lugares donde alguna vez vivieron los ancestros antes del genocidio a manos de los nazis.

La cinta conjuga el road movie (película de carretera), con la comedia al estilo Kusturica (la música gitana ayuda a encontrar esa similitud) y el drama más trágico.

En esa mezcla algunos pueden sentirse un poco incómodos en un principio, pero luego que el filme avanza los temores quedan por el camino por la naturalidad con que cada cosa se asienta en la otra.

Los detalles simbólicos destacados por el director lo develan un artesano: el aumento absurdo de los lentes del protagonista destacan la necesidad de ver más allá de lo posible, más allá de lo visible.

Un hombre que decide ser ciego por propia voluntad, conduce el auto que lleva a los judíos hacia la tierra de los ancestros. Oculta sus ojos hacia su pasado, y siente que no hay nada que esperar en el horizonte.

La luna omnipresente, acompaña el viaje día y noche y termina transformándose en una de las alusiones más fuertes para el relato general.

Agónico protagónico

Lo más importante en una historia es tener un intérprete definido que lleve adelante la anécdota. La particularidad de "Una vida iluminada" es que no hay un protagonista tan fácil de precisar.

Jonathan es por quién se realiza el viaje, transita en silencio observándolo todo, esperando las respuestas a sus incertidumbres. Guardando todo en pequeñas bolsitas.

Alex es el relator, la voz que cuenta el cuento desde un lugar no esperado, desde la humildad de quien es capaz de dimensionar la densidad de lo vivido sin temor a reformular su propia existencia.

En el abuelo de Alex está la fuerza argumental que adquiere valor lentamente. En su malhumor inicial y sus pequeñas-imponentes intervenciones se gesta un doloroso silencio que parece implotar.

La identidad, la memoria, la batalla contra el olvido, es la cuarta pata de la obra. La narración más dolorosa está presente en el alegórico personaje de Lista (Larissa Lauret). Ella vive en un lugar cuyo nombre ya nadie recuerda y que más tarde alguien define como las tierras que hace tiempo fueron "las más fértiles de toda Ucrania".

Una obra redonda, con un gran libro, buena dirección, y bien actuada por el cuarteto, con destaque particular en Eugene Hutz (Alex), quién seguramente ya tiene contrato para trabajar en el cine de Hollywood.

La música llena de energía la pantalla, la cámara se eleva y muestra el final de un camino. Es el comienzo de otro.

Algunas particularidades

- La cámara la operó la uruguaya Magela Crosignani, (también trabajó en 25 watts).

- Para la escena de los girasoles (de las más simbólicas de todo el filme) la producción tuvo que realizar la plantación y esperar varias semanas a que las plantas dignaran a abrirse. La paciencia tiene sus recompensas.

rkorson@montevideo.com.uy