Contenido creado por Inés Nogueiras
América Latina

Temblor y después

Terremoto en Costa Rica

Mientras los equipos de socorro trataban de llegar a los últimos lugares aislados por el terremoto de Costa Rica, muchos de los damnificados regresaban al amasijo de escombros que hasta el jueves había sido su casa para recuperar lo que todavía podía servir.

10.01.2009 12:07

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2009-01-10T12:07:00-03:00
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Cerca de un centenar de turistas de varias nacionalidades seguían atrapados en el parking del hotel Jardines de las Cataratas, en las Cataratas de la Paz, después de que su hotel quedó inutilizado, esperando a ser evacuados.

Otros, enfadados porque llevaban cerca de 24 horas sin comer, salieron a pie por caminos de barro casi impracticables, mientras los helicópteros evacuaban a las personas de mayor edad y a las familias con niños.

Todavía quedan personas -algunas muertas- atrapadas en los vehículos soterrados por los aludes de tierra que han caído en esta zona montañosa y lluviosa, comprobó un fotógrafo de la AFP.

Una de ellas es Lidia Quesada, cuyos padres quedaron sin vivienda y milagrosamente están vivos, aunque el papá, Juan Bautista Quesada, todavía lleva en el pantalón enormes manchas de sangre procedente de una herida en un brazo -que ha necesitado varios puntos de sutura- y en la cara.

Tanto Lidia como sus padres rebuscaban entre los escombros de la casita, conocida por su forma como "el castillo", para llevarse en bolsas de plástico lo poco que quedaba servible.

Además de algo de ropa, han podido recuperar alguna que otra silla. Los electrodomésticos quedaron aplastados por el peso del tejado y los bloques de cemento que se vinieron abajo como un castillo -pero de naipes- con la sacudida del terremoto, de 6,2 grados en la escala de Richter, del jueves.

Donelia Calvo Araya, la esposa de Juan Bautista, todavía no se explica cómo se salvaron al mirar hacia la ruina en que ha quedado convertida la casa en la que vivían desde hace 17 años.

"Las casas que mejor han soportado el terremoto han sido las de madera", dice.

Ella estaba tomando el sol con una nieta fuera de la casa cuando de pronto la tierra tembló. Le parece "un milagro" que su marido, que permanecía dentro de la casa, haya salido vivo y que a ninguno de sus cuatro hijos y numerosos nietos les haya pasado nada.

Salvo unas gallinas muertas, el resto de los animales que había en el jardín también han sobrevivido "con la ayuda de Dios".

La carretera que lleva al epicentro del terremoto, en las inmediaciones del volcán Poás, está plagada de casas medio destruidas.

En otras el destrozo no es tan evidente, pero mucha gente se lamenta de haber perdido la mayoría de sus enseres por la sorprendente sacudida que se sintió en todo el país.

Las poblaciones más afectadas siguieron el viernes sin agua ni energía eléctrica, pese a que equipos de trabajadores del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) se afanaban en reparar el tendido eléctrico dañado por el mayor sismo que ha conocido esta región en 150 años.

Al mismo tiempo, varios camiones con excavadoras llegaron a la zona siniestrada para limpiar los aludes de tierra y árboles que han cortado muchos tramos de carretera y abrir nuevos caminos que permitan llegar a las zonas aisladas, en particular Cinchona, una de las localidades más afectadas y donde se teme que se agrave el saldo de muertos.

Fuente: AFP