ASSE: ordenan investigación por muerte de un bebé

Las autoridades de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) ordenaron una investigación para determinar si hubo irregularidades en el caso de Ian Milán Viera, el bebé que falleció en el CTI de Salto a dos semanas de haber nacido.

El niño vino al mundo en el hospital de Artigas el pasado 31 de julio, y falleció a las 0.40 hrs del 14 de agosto, luego de dos semanas de sufrimiento y desaciertos en su diagnóstico.

Ian Milán era hijo de Gustavo Viera y Claudia Balbuena, un matrimonio que reside en Artigas.

Consultado por Montevideo Portal, Viera recalcó que junto a su esposa quieren que "se conozca el caso para que no se repita. Que haya más prevención para las mujeres embarazadas. Que el ginecólogo diga si el niño tiene que nacer por cesárea o parto natural. No queremos que se repita esta historia".

Según su relato, ya durante el parto se registraron algunos inconvenientes con el equipamiento médico del Hospital de Artigas. "Las patas de la camilla donde la mujer pone sus piernas se movían, y se cayó al piso uno de los puños de la camilla donde se afirman las mujeres. Luego, mientras nacía el niño, se veía que hacían mucha fuerza para sacarlo. Yo nunca estuve en un parto, no sé si estaba bien o mal. Pero hacía mucha fuerza y decían que tenían que sacarlo porque se moría".

Ian y su madre Claudia estuvieron internados tres días. En ese transcurso y luego de realizadas unas placas, se comprobó que el bebé tenía quebrado el húmero. Le enyesaron el brazo y les dieron el alta médica.

Dos semanas de sufrimiento

Según relató Gustavo Viera a Montevideo Portal, a partir del momento que Ian llegó al que sería su hogar, la situación comenzó a empeorar. Sus padres descubrieron que el niño tenía paralizado el otro brazo, "algo que nunca detectaron los médicos".

"El niño lloraba todo el día y no sabíamos qué hacer. Lo llevamos de vuelta al hospital para que lo vea el traumatólogo y que le ajustara el brazo. Le puso una férula y un yesito. Me dijeron que tuviésemos paciencia que iba a sanar. Pedí pase para el Pereira Rossell, y nos fuimos por nuestros propios medios. Lo atendieron en Montevideo y quedó internado durante un día porque éramos del interior. Le sacaron el yeso que tenía y le pusieron uno nuevo, el cual se lo tuvieron que hacer tres veces porque no quedaba bien", explicó Viera.

Al regresar a Artigas, la situación continuó empeorando. El niño nunca paró de llorar, transpiraba continuamente, no dormía nunca y presentaba claros signos de agotamiento.

"El fin de semana del 9 y 10 de agosto nos quedamos en Artigas y el lunes fuimos a la consulta en Artigas. De ahí lo internan y le sacan sangre porque estaba muy blanco. Le sacan una placa en el tórax y una ecografía en el cerebro para ver si habían quedado secuelas del parto. Encontraron que tenía anemia aguda, deshidratación, insuficiencia renal e hipoglucemia. Luego le dieron convulsiones y pedí que lo trasladen al CTI de Salto", relató Viera.

El padre de Ian recordó que los especialistas de Salto no entendían qué había pasado para que el niño llegase en esas condiciones. Le realizaron varios estudios, le suministraron antibióticos y calmantes. Sin embargo, la situación del niño había empeorado y ya presentaba signos de una infección generalizada.

Luego de dos semanas de sufrimiento, el bebé falleció a las 0.40 hrs del 14 de agosto.

"Fueron dos semanas de sufrimiento, de recorrer hospitales. Nadie lo podía calmar, no se alimentaba y no tomaba teta. Nadie lo ayudó en el hospital de Artigas ni en el Pereira Rossell, recién en Salto encontramos una atención adecuada", concluyó Viera.