Mujica sobre la educación

El presidente José Mujica dedicó su audición radial a M24 a hablar sobre la educación en el país, pero no sobre los conflictos y reivindicaciones actuales sino sobre la creencia de que todos los males que sufrimos como sociedad se solucionan únicamente con una mejor enseñanza.

"A veces pienso que la superficialidad en las ideas y lugares comunes que manejamos como país, para nuestro razonamiento, nos hacen cometer errores simplistas, que después nos dejan desarmados frente a las complejidades de la propia realidad", manifestó.

Para explicar su teoría, Mujica comenzó hablando del iluminismo, "una corriente de ideas que construyó una filosofía política que tendía a explicar que todos los males de la sociedad eran consecuencia de la ignorancia y que por lo tanto la masificación de la enseñanza era la tarea que nos iba a colocar en un mundo donde el grueso de los problemas fuera superado".

"Esta fue una corrientes de pensamiento muy importante y que llevó a hombres del país a hacer una obra de carácter formidable, frente a la cual hay que inclinarse como homenaje, porque sembró de enseñanza, masificó la escuela pública, la levantó como una consigna, se fundaron liceos, facultades", continuó.

"Fue un esfuerzo formidable. Sin embargo, se superaron algunos problemas y de la mano aparecieron otros. Otros que ni siquiera pensábamos que existían. El mundo no terminó con los problemas. La historia humana se hizo más compleja. La masificación del conocimiento, en algunas sociedades, produjo frutos amargos y destructivos. ¿Quién va a negar la epopeya cultural y científica que significó la Alemania que dio nacimiento a Hitler, con su capacidad tecnológica y lo que sembró a lo largo del mundo? ¿Quién va a negar la importancia de los adelantos tecnológicos y los desastres que vinieron de la mano? No es una apología a favor de la ignorancia, de ninguna manera. Es para empezar a entender que la realidad humana es más compleja de lo que parece", señaló.

Destacó luego que el hombre actúa siempre en forma incoherente pero no por ignorancia, y que de hecho el conocimiento y la razón no impiden que paradójicamente esta conducta se repita.

Educación, educación, educación

"A veces tenemos educación importante y caminamos con un auto pro la calle y porque nos frena enfrente alguien contestamos como bestias. ¿Dónde quedó la cultura? Tenemos conductas incoherentes", ilustró.

"No acepto el estereotipo simplificador de que esto es un problema meramente de la enseñanza, porque si no le tiramos un fardo que ahoga a la enseñanza. Afecta toda la sociedad. Somos como la culpa, que no la quiere nadie, no aceptamos ninguna responsabilidad individual, la culpa la tienen otros. Y en realidad como sociedad la tenemos muchísimos", considera Mujica. "El clima de la sociedad es un fruto común de nuestras conductas. Si practicamos la violencia con nuestros hijos, no esperemos que salgan gurises pacíficos. Si la practicamos por todas pares, no esperemos otra cosa que lo que tendemos a recoger", agregó.

El presidente explicó que naturalmente no piensa que "la enseñanza deba estar ajena a estas cuestiones". "La enseñanza es la parte más activa en la que podemos incidir pero no le pidamos a la enseñanza que corrija males colectivos hijos de nuestra civilización", opinó.

Para el presidente, la ingenuidad del iluminismo como corriente está compensada por lo mucho que aportó, "pero no podía prever que el hombre cuando profundiza su cultura y conocimiento, no necesariamente multiplica sus valores, sobre todo cuando vive en una civilización en la que el hacé la tuya, el mercado, el consumir, se transforman en los valores centrales".

"La vida es corta y se nos está escapando y no se compra. La vida se nos escapa y ningún bien merece cuidarse más que la vida y como tal hay que trabajar para vivir pero no se puede vivir para trabajar y esclavizarse. El caer en una dependencia consumista nos impone una vorágine de trabajo que consume nuestra energía y no deja nada para las cuestiones fundamentales de la felicidad humana. Es demasiado superficial el enfoque que veo por aquí y allá para explicar lo que pasa en las grandes urbes (y no escapa nuestra sociedad). Sé que no arreglo nada con este comentario, quiero ponerme en guardia frente a las soluciones que parecen fáciles y no tienen nada de fáciles, porque naturalmente la complejidad nos obliga a que cada cual asuma una cierta cuota en todo esto. Que tengamos la capacidad de replantearnos lo que estamos haciendo en nuestra propia vida", concluyó Mujica, lo que fue saludado con un "salió bárbaro" por parte de una mujer que lo acompañaba, antes de cortarse la comunicación con la emisora.