Contenido creado por María Noel Dominguez
Vida en la red

Tiempos modernos

Twitter y las redes sociales, nuevo desafío para la diplomacia de EEUU

Obligados a hacer malabares con las demandas laborales y el deseo de atenderlas todas, los diplomáticos de Estados Unidos han hecho de Twitter y las redes sociales una nueva herramienta de trabajo, aún a riesgo de generar polémica.

08.03.2013 08:11

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2013-03-08T08:11:00-03:00
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Cuando John Kerry asumió como secretario de Estado, a principios de febrero, se unió a un ejército de diplomáticos que utilizan las redes sociales para conectarse directamente con personas de todo el mundo.

"Estimulante entrar en @StateDept hoy y empezar a trabajar con un notable equipo. ¡Pienso en papá!", escribió Kerry, hijo de un diplomático, en su primer tuit.

Su predecesora, Hillary Clinton, no tuiteaba; sin embargo, contribuyó a que las redes sociales se convirtieran en un fuerte eje de desarrollo de la diplomacia estadounidense.

Y hoy, el Departamento de Estado, las embajadas y los diplomáticos estadounidenses manejan un total de 300 cuentas en Twitter seguidas por 3 millones de usuarios, más de 400 páginas en Facebook, 185 canales en el sitio de videos YouTube, por no hablar de las páginas en Flickr, Google+, o Instagram.

La mayoría de las páginas en Facebook están escritas en inglés y el idioma local, y las cuentas oficiales de Twitter son en 11 idiomas, incluyendo árabe, chino, farsi, hindi, ruso y turco.

"Queremos participar en las conversaciones que tienen lugar en todo el mundo todos los días", dijo Victoria Esser, responsable de la estrategia digital en el Departamento de Relaciones Públicas del Departamento de Estado.

"El secretario está realmente comprometido con el uso de estas herramientas que nos ayuden a avanzar en nuestros objetivos diplomáticos... Esto seguirá haciendo que nuestros diplomáticos sean más eficaces en el mundo de hoy", dijo Esser a la AFP.

Los diplomáticos de la actualidad trabajan "en una época en la que no hay una carta que viene del cardenal al rey en algún lugar; todo es instantáneo", resumió el propio Kerry en un reciente viaje a Roma.


"Un desafío"

Pero esta inmediatez en la comunicación también acarrea problemas, como lo demuestran las recientes controversias que surgen del uso generalizado de las redes sociales por parte de la diplomacia estadounidense.

El año pasado, el Kremlin se involucró en un caldeado intercambio en Twitter con el embajador de Washington en Moscú, Michael McFaul, sobre un tema diplomático controvertido.

Durante las violentas manifestaciones en el mundo árabe en septiembre de 2012, particularmente en torno a la difusión de una película islamófoba, un comunicado emitido por la embajada estadounidense en El Cairo en su página en Facebook, condenando el film que había provocado las manifestaciones, generó una polémica en plena campaña presidencial entre Barack Obama y su rival Mitt Romney.

En China, información sobre la calidad del aire revelada a través de Twitter por diplomáticos estadounidenses despertaron la ira de Pekín, que dijo que era ilegal que una embajada extranjera tomara y publicara sus propios datos.

"Este es un buen medio de comunicación (...), y está omnipresente en la vida de todos. Creo que tenemos que explorarlo y usarlo siempre que sea posible", dijo el embajador de Estados Unidos en Italia, David Thorne.

Pero advirtió: "Creo que es un reto para el Departamento de Estado difundir su mensaje de esta manera, y tener una forma de interactuar con el público que no sea malinterpretada".

Para muchos diplomáticos, Twitter y otras redes sociales pueden ser "un gran complemento para la diplomacia".

Así lo cree la embajadora de Estados Unidos en Tailandia, Kristie Kenney, que tiene unos 38.000 "seguidores" en Twitter y su página de Facebook suma 124.000 "Me gusta". Ella misma escribió todos sus tuits siguiendo "el sentido común".

"En este trabajo uno nunca llega a hablar con todas las personas que desea. Twitter me ofrece una manera de conectarme directamente con quienes de otro modo no podría", dijo.

Pero apuntó: "Esta profesión todavía implica una gran discreción".

Con información de AFP