Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Súper can

Lo abandonaron en la calle, y ahora salva la vida de otros perros en su condición

Albatrox vive en la ciudad española de Zaragoza, y fue entrenado para cumplir una delicada labor.

23.02.2017 09:50

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2017-02-23T09:50:00-03:00
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Albatrox es un perro de raza border collie, cuya principal característica es la de ser muy activo e inquieto. Alfonso Martínez, su actual entrenador, cree que esa "hiperactividad" puede haber hecho que sus anteriores amos se deshicieran de él.

"Debieron abandonarlo porque es muy activo. Imagino que su antiguo dueño no tuvo paciencia con él", explica Martínez acerca de su pupilo en declaraciones al periódico madrileño El País.

El animal fue hallado en 2014 por el personal del Centro Municipal de Protección Animal de Zaragoza. Tras recibir entrenamiento, se convirtió en un experto detector y fue galardonado por el Ilustre Colegio de Veterinarios de Zaragoza.

La tarea de Albatrox es especialmente valiosa para sus congéneres: detectar la comida envenenada que ciertos desaprensivos colocan en parques y plazas, con la intención de eliminar a los animales callejeros. Las trampas elaboradas con alimento y veneno -a menudo raticida- han causado numerosas muertes de perros en Zaragoza, y los culpables no han sido hallados.

La inquietud y curiosidad de este border collie lo convirtieron en el candidato ideal para el puesto.

"Para nosotros, Albatrox era perfecto. Al ser tan activo era propicio para entrenarlo, hicimos pruebas con varios perros y era el que mejor respondía a todas", recuerda Martínez.

Tras seis meses de formación, el animalito estaba listo. "Tiene que aprender a tumbarse cuando detecta algo, sin llegar a tocarlo ni siquiera con el hocico. Cuando lo hace correctamente, se le da una pelota de premio", cuenta el adiestrador.

El perro y su entrenador hacen salidas diarias, recorriendo cada vez dos o tres zonas verdes de la ciudad, algo que Albatrox disfruta muchísimo. "Sabe cuándo vamos a salir, porque le pongo un arnés especial, y se pone contentísimo", relata el hombre.

Cuando no encuentran nada, Martínez pone un cebo falso para que el can lo detecte. "Tiene que estar motivado, así que si no encontramos nada escondemos algo nosotros para que no se frustre", explica.

Martínez está orgulloso de su pupilo y de los galardones que ha recibido, pero es consciente de lo difícil que resulta cumplir por completo con su cometido, ya que la ciudad de Zaragoza cuenta con unas doscientas áreas verdes. Salvo cuando se recibe una denuncia o aviso, se trata de una búsqueda a ciegas.

Además, Albatrox es muy eficiente detectando químicos tóxicos en la comida, pero no es capaz de hacer los mismo con otro de los métodos usados por los asesinos de perros: los objetos punzantes o cortantes dentro del alimento.

"Ahora voy a preparar un curso de adiestramiento para detección de objetos metálicos. Cuando lo termine, buscaremos un nuevo compañero para Albatrox", anuncia Martínez.

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