La ex jueza penal Adriana Graziuso aseguró que no hacen falta cámaras ni nuevas leyes para procesar hinchas violentos

Graziuso se desempeñó durante varios años como jueza penal de Maldonado. En 2010 estuvo en el centro de la polémica por echar mano a la "Ley de Vagancia" de 1941, para realizar expulsiones preventivas en Punta del Este. En la actualidad, la ex jueza se desempeña como directora de Asuntos Legales.

En declaraciones a la emisora puntaesteña FM Gente, la ex magistrada aseguró que no se requieren cámaras ni una nueva legislación para procesar a los hinchas violentos. Recordó que hace unos años envió a la cárcel a varios parciales de Nacional y Peñarol que protagonizaron desmanes en Maldonado, sin necesidad de cámaras en el estadio. "Ya está todo legislado. Hay que hacer cumplir las leyes. Y nada más", aseveró.

Graziuso procesó en el año 2005 a parciales de Nacional y de Peñarol, tras incidentes registrados de un encuentro por un cuadrangular amistoso internacional en tierras fernandinas.

Al comentar los episodios del domingo en el Estadio Centenario y sus alrededores, mencionó que en esa ocasión "actuamos con el fiscal Juan Gómez -quien ahora tiene en su órbita los incidentes del último clásico-, que fue el que pidió los procesamientos. Y actuamos sin cámaras. No había cámaras en el estadio. Fue a través de las declaraciones de la Policía, de los testigos, de gente que se animó a declarar, a señalar a los revoltosos", indicó.

"Y no hubo ningún problema. No hubo que cambiar la legislación ni hubo que tener cámaras. Se proceso a esa gente con prisión", subrayó la ex magistrada a la mencionada radio.

"Era gente con antecedentes, la mayoría, que habían venido desde Montevideo expresamente para esos partidos. Hicieron desmanes. Fue algo icónico: sacaran los banderines de la cancha y los usaron como espadines. Los banderines tenían punta en ese momento", narró.

"Y no precisamos ninguna cámara ni nueva legislación... Creo que todo ya está legislado. Hay que poner voluntad, nada más, y tener un poco más de amor por las cosas. No es necesaria ninguna otra legislación", consideró Graziuso.

"Hay que ponerse en el lugar de las víctimas de la sociedad. Es lo púnico que hay que hacer. Y proceder en consecuencia con las leyes que para eso están, para que sean cumplidas. Nada más que eso", concluyó.