Contenido creado por Manuel Serra
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Me despido y digo adiós

Felipe Sánchez: “En Rombai no éramos todos igual de importantes”

Hablamos con Felipe Sánchez, ex guitarrista de Rombai, sobre su salida de la banda y los entretelones del fenómeno musical adolescente más importante del momento en Uruguay.

04.12.2015 12:10

Lectura: 12'

2015-12-04T12:10:00-03:00
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Felipe Sánchez era, hasta hace poco, el guitarrista de la exitosa banda de cumbia pop Rombai. A diferencia de otros miembros -o ex miembros- de la banda, como Fernando Vázquez o el renombrado ex baterista Tomás Narbondo, siempre intentó mantener un perfil bajo que lo mantuviese al margen de la fiebre mediática que se vive alrededor de este movimiento musical.

Sin embargo, hace unas semanas ese silencio se interrumpió con la noticia de su supuesta salida del grupo -en ese momento parcial, ahora definitiva- y vio cómo las personas a través de las redes sociales hacían cualquier tipo de conjeturas sobre esta y sobre su persona. Es decir, lo que siempre quiso evitar.

Alguien "de otro palo" en sus propias palabras, estudiante de Sociología y amante del rock and roll, no reniega de su experiencia en el grupo ya que "las cosas por algo se dan", pero opina que "terminó un ciclo personal".

Tuvimos la oportunidad de hablar con él, que nos contó de la salida, pero también del funcionamiento de la banda, el éxito, los viajes y sobre todo de cómo se vive el día a día dentro del "fenómeno Rombai".

Que no soy un pirado, que me acuerdo de como reir

Una foto publicada por Felipe Sanchez (@feli2295) el

¿Cómo fue que tu llegada a la banda?

Apareció la chance, bien de rebote. En Enero me fui a Punta del Diablo con unos amigos del liceo que hacía tiempo que no veía y que ya tocaban en la banda (Tomás Narbondo y Agustín Butureira) y me vieron tocando un tema de No Te Va Gustar en la guitarra y me dijeron que estaban arrancando la banda y si quería tocar. Les dije que sí, con las dudas obvias, porque era cumbia y nunca fui de ese palo. Márama ya estaba desde hacía 3 o 4 meses y yo ni siquiera sabía que existía.
Así que en Febrero lo llamé al Butu (Agustín Butureira) y me dijo: "Bo, vení mañana que vamos a grabar ‘Yo también' (segundo tema) y nos pinta que grabes la guitarra". Y así empezó.

¿Qué hacías antes de entrar?

Antes de entrar en la banda estaba estudiando Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar y estaba trabajando en un laburo medio horario, al lado de la Facultad, vendiendo empanadas. Además siempre toqué la guitarra; desde los trece estudio y ya más de grande le meto abundante porque me encanta la música.

¿Cómo viviste ese cambio en tu vida?

Fue muy raro, desde que grabamos el segundo tema nos largamos, ya empezamos a tocar en los bailes y fue muy repentino. Pero me gustó mucho, porque yo nunca había tocado en vivo. Bueno, había tocado rock con unos amigos en algún boliche pero muy poco. Fue una experiencia tremenda, de tocar temas propios, que eran de nuestra banda y que estaban explotando. Obviamente súper masivos, mucho más de lo que esperaba, pero estuvo bueno.

Pero al volverse tan masivo, también se volvió mediático...

Lo decía Fernando, uno no puede ir a cada fan de la banda y hablar con él con una charla del tú a tú, pero que con el Twitter o Instagram es una forma de estar más cerca. Y fue con eso de los "Me Gusta" que la banda empezó a crecer. Creo que hoy la mitad es la música o menos, y el resto es toda la movida social, que es otra manera de conectar con la gente, que antes se daba de otra manera pero ahora es así.

¿Cómo te manejaste vos con esa parte "social"?

Yo siempre le escapé a la parte social de Rombai, siempre fui perfil bajo. A la cámara también le escapaba, se ve mismo en los videos que salgo re poco y en las redes sociales tampoco fui de salir, siempre seguí en la mía. No soy de sacarme la selfie ni nada de esas cosas.

Con todo el éxito que tuvo la banda, ¿sentiste algún tipo de estigma de parte de la sociedad y tu entorno?

Lo que me parece a mí es que con estos géneros masivos pasa siempre. La cumbia ya estaba acá instaurada en Uruguay, pero esto obviamente es otra cosa, Márama y Rombai generaron otra cosa, un nuevo movimiento. Y obviamente están los que lo aman, los que les encanta y están los que lo odian. Pero no es más que eso, una banda de música.
Tampoco es que vamos contra alguien, que cantamos contra un grupo determinado de personas, no lo veo como algo repudiable. Me parece que la gente se radicaliza y empieza a decir "esto es una mierda y son tremendos chetos los que están cantando". No importa de dónde vengas, sino si a la gente le gusta lo que estás haciendo y si les despierta algo.

Decías que trabajabas medio horario... Formando parte de la banda habrás tenido un cambio monetario también.

Sí, la plata que hacía en mi trabajo anterior en una semana haciendo 4 horas por día, la empecé a hacer en un toque o como mucho en una noche. Entonces fue como un boom para mí, con la plata que hice en los primeros tres meses me pude comprar una viola de la que estoy orgulloso porque está propia. Una telecaster tremenda.

Pero hay que tomarlo como un laburo, no como piensa la gente, porque es más que el fin de semana, tenés que estar todo el tiempo con la banda. Tuve que dejar la Facultad o vi muy poco a mis amigos mientras estuve en la banda porque teníamos horarios opuestos. Entonces es como una de cal y una de arena.

¿Y las giras? Debés haber tenido la oportunidad de viajar mucho.

Está demás ver cómo la gente toma como suya la música de uno. Empezamos yendo a La Paloma, a Florida y terminamos yendo a Tucumán, a Córdoba o a Entrerríos. Una vez llegamos a tomar un avión privado para tocar el mismo día en Córdoba y Tucumán.
Ahora, es eso, llegás, tocás y te vas. No es que llegás y confraternizás con la gente o disfrutás de la ciudad. Es lo que pasa en todos lados, pero está un poco idealizado.

¿Un avión privado? ¿Quién lo pagó, los que los contrataron o ustedes?

Se paga porque da la plata como para poder hacer eso. Porque la plata está ahí: en los bailecitos, en ir y tocar muchas veces.

Recontra amplificado :^)

Una foto publicada por Felipe Sanchez (@feli2295) el

¿Cómo era el funcionamiento de la banda por dentro? ¿Tenían peleas?

Obviamente tenemos nuestras peleas internas con el grupo y capaz no es tan así como aparece en las redes que estamos siempre sonriendo. Pero eso es normal.

Pero hoy en día el funcionamiento de la banda no es tan orgánico. No es la banda de todos, esta es la banda de Fernando, que es el que hace las canciones, el que produce, es el dueño de la banda, entonces uno es solamente un músico. No es que sean todos igual de importantes, se da una relación de empleado y jefe.

Hay jerarquías a la hora de tomar decisiones. No tomamos, bah, no tomábamos, capaz que ahora cambió, decisiones en conjunto acerca del futuro de la banda. Uno cuando llega el fin de semana no sabe dónde va a tocar.

No puedo evitar preguntarte sobre el error del baterista Tomás Narbondo, que aparte es tu amigo, ¿qué fue lo que pasó?

Yo no voy a hablar del error que cometió, porque no me corresponde. Lo que me molestó es que no hubo competencia de la banda en torno a eso. Pasó de un día para el otro. Un día fuimos a tocar a la Rural del Prado y el Tomi mandó un mensaje diciendo "suerte hoy, miren que hoy no toco". Y ta, yo pensé que estaba enfermo, pero cuando llego al toque estaba Agustín Correa (el nuevo baterista), que es un crack, pero no sabía qué pasaba.
Recién me enteré a la semana por qué se había ido. Me parece que deberíamos haberlo discutido y decidir si era justo que se fuera.

¿Y por qué pensás que se dio así?

Es un negocio. La cumbia, hoy en día, no sé por decisión de quién, se transformó en un negocio y hay que explotarlo. Entonces quizá la forma de explotarlo más fácilmente es que tome directamente la decisión la productora o los socios. No sé.

Pero, ¿cómo se da la composición? ¿Se encarga Fernando?

Todo lo hace Fernando. Las letras las escribe él, las melodías las hace él, la canción en sí la hace él. Y así nos va, nos va bien. Es la manera en que se da y está dando resultado y está bien. Es un genio haciendo esas cosas. Igual también hay instrumentos grabados por humanos, yo grabé las guitarras en algunos temas. Eso sí, hay que tocar lo justo y necesario para que sea comercial, no sé si comercial es la palabra, para que pegue donde tiene que pegar.

¿Cómo congeniaste todo esto con tus estudios? ¿No tenías algún tipo de perspectiva de estudiante de sociología?

Uno cuando está ahí es como el exponente de todo ese movimiento, tiene que estar a la par de la gente y más. Entonces en mi "yo interno" se generaba ese conflicto: "¿Estoy acá solo por laburo o estoy ayudando a generar esto?", o "¿Soy Felipe Sánchez o soy Felipe, el guitarrista de Rombai?". Pero ta, hay gente que puede internalizarlo mejor y hay gente que no. Yo a los nueves meses de estar en la banda decidí que no puedo estar más.

Entonces, ¿cómo se da esta salida?

Me fui porque terminé un ciclo personal. Fue algo para experimentar lo que es estar ahí, tener todo, pero también está bueno poder decirle que no. Está bueno tener todo en la palma de la mano y decir "No, yo quiero ir por otro lado, porque me reconfortan otras cosas".
Ojo, tampoco es que diga "Estoy haciendo cumbia y me quiero matar". Sobre gustos no hay nada escrito y cada uno que haga lo que sienta.


Pero primero te fuiste temporalmente, y ahora es algo definitivo...

Sucedieron cosas personales en mi vida que me demandaban estar en mi casa y por eso me tomé un tiempo. Era justo antes de tocar en el Velódromo. Pero después no quise volver.
Pensaba que me iban a volver las ganas, pero no. Por más que sea una buena plata, y esté demás, y viajás para todos lados, y ser conocido, no es algo que me llame internamente para hacerlo mi estilo de vida.

¿Cómo te diste cuenta de esto?

Fueron una suma de cosas. Pero sobre todo porque me empecé a sentir ajeno. Lo último que pasó fue, por ejemplo, que el otro día salió una oportunidad de grabar un tema con Pitbull y estaban todos contentos, y a mí la verdad me daba lo mismo. Me parece que si están todos contentos y a vos te chupa un huevo es como estar en otra cosa, que cada uno tiene objetivos diferentes.

¿Estás arrepentido de haber formado parte de la banda?

Arrepentido nunca, porque estuve ahí y las cosas se dan por algo. Si estuve ahí y por tanto tiempo fue porque me gustó por más que haya tenido un conflicto interno. No creo que haya que ser tan fundamentalista. Además me hizo conocer a pila de gente bien y obviamente está todo más que bien con los pibes de Rombai. Los aprecio mucho y espero que les siga yendo bien, les está yendo extremadamente bien y ojala les vaya mejor. Los valoro mucho y que tengan claro que no me voy por ellos.

¿Qué vas a hacer ahora que dejaste la banda?

No sé, habrá que ver qué pasa. Ahora estoy viendo para grabar unos temas, con un par de amigos, pero de otro palo, más rockero, más de lo que me gusta a mí. Obviamente que esto de la ida de Rombai me generó un hueco hipergrande porque estaba dedicado cien por ciento a la banda, pero eso lo voy a rellenar con el tiempo. No sé qué pasara, pero me parece que si uno sigue tomando las decisiones que a uno le hacen bien, al fin y al cabo, con más o menos plata, se llega a buen puerto. Capaz que trabajando de Sociólogo, o haciendo música o capaz haciendo otra cosa, no sé.


Si un día tenés hijos, ¿les vas a contar que fuiste el guitarrista de Rombai?

(Se ríe) Sí, obvio, les voy a mostrar los videos y nos vamos a cagar de la risa de mí. Porque es para reírse. Me da gracia hoy. Mismo cuando estaba ahí me daba gracia, por ejemplo, que mientras íbamos a tocar estaba escuchando una canción de Eric Clapton y ahí bajaba, tocaba unas cumbias y cuando salía me volvía a enchufar. Si me daba gracia en ese momento, más gracia me va a dar después.

Una foto publicada por Felipe Sanchez (@feli2295) el

Por Manuel Serra | @mserra404