Escribanos piden reunirse con Tabaré Vázquez

La Asociación de Escribanos del Uruguay pedirá una reunión con el presidente Tabaré Vázquez para intentar modificar la disposición que obliga a los escribanos a denunciar posibles casos de lavado de activo en las acciones legales en las que participan. Los escribanos evalúan además exigir una retractación pública al director de la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, Carlos Díaz, que cuestionó la postura de los escribanos.

Días atrás, la Asociación de Escribanos emitió un comunicado en el que sostiene que con la obligatoriedad de denunciar "se ha desconocido la esencia de la profesión notarial convirtiendo a los escribanos en funcionarios honorarios del Estado".

La presidenta de la AEU, Ana Ramírez, dijo a Montevideo Portal que los escribanos están "comprometidos con la lucha contra el lavado de activos" pero rechazan la labor inspectiva, asegurando que viola el secreto profesional y que pondrá "en riesgo" a los escribanos.

Ramírez cuestionó las declaraciones del director de la Secretaría Antilavado Carlos Díaz, que a través de su cuenta de Facebook había asegurado que la presidenta de AEU desconocía el contenido de la ley de Transparencia Fiscal. Además, cuestionó que los escribanos reclamen poder celebrar matrimonios cuando rechazan ejercer la tarea de fiscalizar la transparencia fiscal.

Para Ramírez, "Carlos Díaz desconoce la tarea del escribano y sus declaraciones no están a la altura de su cargo". En ese sentido, adelantó que la organización evaluará acciones contra el jerarca, teniendo en cuenta el artículo 24 de la Constitución, que establece que "el Estado, los Gobiernos Departamentales, los Entes Autónomos, los Servicios Descentralizados y, en general, todo órgano del Estado, serán civilmente responsables del daño causado a terceros, en la ejecución de los servicios públicos, confiados a su gestión o dirección".

Los escribanos entienden que el diálogo con Díaz no será posible y por ese motivo buscarán reunirse directamente con Tabaré Vázquez para intentar que los escribanos queden eximidos de la tarea de fiscalización. En paralelo, los escribanos se entrevistarán con las bancadas de todos los partidos, con la intención de que el Parlamento modifique la ley cuestionada por los profesionales.