Enseñanza privada para el miércoles: “en algunas instituciones se genera una lógica clientelar”

El Sintep convoca a la medida por una suma de reivindicaciones, entre las que se encuentra la salarial y oras relacionadas con el funcionamiento de la enseñanza privada en la actualidad.
"Hay una situación de falta de regulación en el sector, que genera las condiciones para la destrucción de fuentes de trabajo, la precarización laboral", explicó Sergio Sommaruga, secretario general del sindicato, en declaraciones a Radio Montecarlo.

"Hay que tomar el tema de la enseñanza privada como una política pública, en el sentido de que el Estado interviene en forma activa en la transferencia de recursos mediante la exoneración impositiva, pero no interviene en la regulación", situación que redunda en la formación de "una suerte de tierra de nadie", añadió.

En cuanto a los ingresos, Sommaruga recordó que en la educación privada "el salario nominal de un docente es de 14.000 pesos. Puede ser que alguno gane un poco más, pero con respecto a los 20.000 que se gana en la pública, basta para darse una idea".

Para el representante sindical, "esa desvalorización de la fuerza de trabajo auspicia también de alguna manera que haya un conjunto de empresarios que no tienen un proyecto educativo, pero abren instituciones con el fin de obtener rentabilidad".

En su opinión, eso hace que "se entre en una lógica peligrosa porque, sin generalizar, en algunas instituciones se genera una lógica clientelar, donde la promoción de los alumnos y la obtención de buenas notas se transforma en un mecanismo de retención de las cuotas".

Vista desde afuera, la enseñanza privada parece funcionar mucho mejor que lo que se dice de la pública, pero cuando uno escarba se encuentra con que no es tan así, hay mucho maquillaje", sostuvo.

Además, Sommaruga señaló que es mercantilización antes descrita "está causando daño pedagógico". Tras aclarar nuevamente que no es posible generalizar, llamó a "poner un tope a los mercaderes", y puso como ejemplo a "instituciones como el Erik Erikson, que incumplen la normativa de la A a la Z, a veces a la luz del propio Ministerio de Trabajo, y que son empresas".

"Si alguien pone una ferretería o una panadería, y se tiene que romper el alma pagando un lote de impuestos, ¿Por qué si abren un colegio no tienen que pagarlos, si lo que están buscando es ganancia?

El sindicalista puntualizó que esta visión comercial no prima en todos los casos.

"Hay instituciones que tienen como fin la educación, y lo que ganan lo invierten en el proyecto educativo. Pero otras, muchas, el dinero se lo llevan para la casa. Hay que separar la paja del trigo", consideró.