Contenido creado por Martín Otheguy
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Delicado

Diyab fue dado de alta pero está "muy deteriorado"

El ex preso de Guantánamo Jihad Diyab fue dado de alta y abandonó el Hospital Maciel, donde había sido internado en el lunes. Fuentes del centro asistencial indicaron a Montevideo Portal que un médico irá a su casa para “monitorear” su estado de salud, que es calificado como “muy deteriorado”.

06.09.2016 13:35

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2016-09-06T13:35:00-03:00
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El ex preso de Guantánamo Jihad Diyab fue dado de alta a las 8 de la mañana de este martes, confirmaron a Montevideo Portal fuentes del Hospital Maciel. El refugiado había sido internado en la noche del lunes debido a los problemas de salud derivados de los más de veinte días de huelga de hambre que lleva.

Desde el centro asistencial informaron que el sirio se sometió a exámenes médicos y una ecografía. Si bien los resultados arrojaron valores normales, los médicos estiman que si continúa sin tomar líquidos su estado de salud empeorará.

"Él se niega a recibir todo tipo de tratamientos", dijeron las fuentes, advirtiendo que es posible que deba volver a ser hospitalizado en los próximos días debido a lo "deteriorado" de su estado.

Diyab fue dado de alta y regresó a su hogar, aunque el Hospital Maciel decidió enviar un médico a su casa para "monitorear" su situación.

"Necesito a mi familia"

Debido a las demoras que se registraron en el esperado encuentro con su familia, en junio Diyab cruzó el continente hasta Venezuela, en un intento por llegar a Turquía, y pide desde entonces con desesperación que se lo envíe a otro país.

Montevideo Portal conversó este martes con su abogado estadounidense Jon Eisenberg, que dialogó con Diyab anoche tras la internación, y pudo acceder de esta forma a algunas de sus declaraciones directas. Diyab le dijo que lleva ya 17 días de huelga de hambre, práctica con la que protestó también en Guantánamo.

"Estoy muy enfermo, muy cansado. Mi salud es muy mala. Soy humano, necesito mi vida, necesito a mi familia", manifestó Diyab (o Abu Dhiab). Hace 15 años que no ve a su familia. En ese tiempo uno de sus hijos falleció como consecuencia de la guerra civil en Siria. Una de sus hijas se casará en pocos días.

"No quiero quedarme en Uruguay", manifestó con firmeza, y aclaró que su esposa no quiere venir a nuestro país, con lo que el encuentro con su familia no va a poder producirse aquí.

"Voy a morir acá en Uruguay", señaló el sirio, que afirmó que está dispuesto a cumplir sus palabras si no se logra una solución para reunirlo con su familia fuera de Uruguay.

Su abogado dijo a Montevideo Portal que no está tomando líquidos desde el jueves pasado. "Los impedimentos para su relocalización en otro país con su familia han probado hasta ahora ser imposibles de superar", dijo Eisenberg.

Fuentes cercanas a Diyab, que estuvieron con él al momento de su internación, dijeron a su abogado que si Diyab no se hidrataba en las próximas horas podría entrar en coma y que inclusive la extracción de sangre fue muy difícil debido a su estado de deshidratación. Las únicas opciones que Diyab ve son que se lo traslade a otro país o continuar con su medida de protesta hasta perder la vida.

Sin embargo, esta mañana Diyab fue dado de alta, luego de que los médicos lo encontraran debilitado pero no con un cuadro severo como para permanecer internado. Según informaron fuentes del Maciel a Teledoce, su estado es lúcido y sus síntomas no coinciden con los de una huelga seca de tanto tiempo.

Protocolo del MSP

En conversación con Montevideo Portal, la Dra. Julia Galcerano, integrante de la Comisión de DDHH del Sindicato Médico del Uruguay dijo que la comisión fue convocada por el Ministerio de Salud Pública para asistir a Diyab cuando este llegó al país, pero que al constatar en aquel momento que no estaba en proceso una huelga de hambre no actuaron. Diyab asegura sin embargo que ya estaba en huelga de hambre al llegar al país.

Galcerano explicó que la comisión no actúa de oficio por lo que si se requiere su intervención debe ser convocada. Además explicó que la base de la participación de la Comisión de DDHH en la asistencia de la huelga de hambre es un acuerdo con quien la lleva adelante, donde ambas partes asumen compromisos, de manera de conservar la vida de la persona que plantea la medida.

"La persona que hace huelga de hambre por lo general quiere lograr algo, no quiere morir", señaló Galcerano, agregando que en los casos que hay intervención se acuerda que quien toma la medida ingiera determinados líquidos y acepte una evaluación de la situación.

La doctora explicó que cuando no existe un acuerdo así y la persona directamente se niega a comer y a tomar líquidos, depende del caso concreto cómo debe actuar un médico, aunque la voluntad de la persona siempre debe ser respetada.