Contenido creado por Gerardo Carrasco
Cultura

Vigencia de un clásico

Danza y música sinfónica unidas para celebrar los 100 años de La Cumparsita

El Auditorio Nacional se vistió de gala para celebrar el centenario del tango más famoso del mundo.

20.04.2017 07:47

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2017-04-20T07:47:00-03:00
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Miles de personas colmaron el miércoles el Auditorio Nacional, que celebró una gala para festejar los cien años de La Cumparsita, considerada un himno del tango, que estrenó el 19 de abril de 1917 en Montevideo su creador, Gerardo Matos Rodríguez (1897-1948).

Los espectadores, en su mayoría adultos, comenzaron la velada en el hall principal del auditorio, donde previo al espectáculo se ofreció una demostración de tango, que animó a los asistentes a bailar de la mano de danzarines profesionales, que guiaron con sus pasos a los aficionados.

Un estand que ofrecía diferentes artículos relacionados con La Cumparsita daba la bienvenida a los asistentes, así como gigantografías de Matos Rodríguez, que invitaban al público a retratarse junto al compositor.

Así, la gala por los 100 años de La Cumparsita fue entrando en calor, para dar paso al evento principal, que estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica y contó con la participación especial del aclamado bandoneonista Raúl Jaurena y de parte del cuerpo de baile del Ballet Nacional.

Bajo la dirección del maestro Martín García, la orquesta principal del país dio inicio a la velada, que contó entre sus asistentes con varias autoridades nacionales, como el canciller Rodolfo Nin Novoa, el ministro de Salud, Jorge Basso, y la viceministra de Educación, Edith Moraes, entre otros.

El concierto para orquesta "Tríptico Montevideano" de Jaurés Lamarque Pons (1917-1982) abrió la velada, seguido de "A media luz", del argentino Edgardo Donato (1897-1963).

Para esta última interpretación, entró en acción el bandoneón de Jaurena, que fue recibido con aplausos por el público.

El músico, considerado uno de los más relevantes bandoneonistas de su tiempo, cuenta con una vasta carrera, que incluye actuaciones en más de 30 países alrededor del mundo.

Por esta razón, es considerado un embajador itinerante del tango y del Uruguay.

El repertorio continuó con "Adiós Nonino", del argentino Astor Piazzolla (1921-1992), "Suite New York Gotan" del propio Jaurena y "El Choclo" de Ángel Villoldo (1861-1919).

El momento más esperado de la noche llegó cuando el director Martín García simuló encender una radio antigua, ubicada a uno de los lados del escenario.

Desde allí se escuchó la voz de un locutor de la época de Matos Rodríguez y el auditorio viajó al pasado para escuchar la grabación del estreno de La Cumparsita, que fue tocada por primera vez en la confitería La Giralda de Montevideo, donde hoy se erige el Palacio Salvo.

El auditorio estalló en una ovación anticipada cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de esta composición, declarada Himno Cultural y Popular del Uruguay por el Parlamento en 1998.

Durante su interpretación, el bandoneón de Jaurena se convirtió en el protagonista y la destreza del músico con el instrumento cautivó a los espectadores.

El momento cúlmine de la gala arribó cuando parte del cuerpo de baile del Ballet Nacional saltó al escenario para interpretar La Cumparsita.

Las primeras bailarinas, María Noel Riccetto y Giovanna Martinatto, y el primer bailarín, Gustavo Carvalho, fueron algunas de las destacadas figuras de la compañía uruguaya que interpretaron a La Cumparsita con una mezcla de tango y ballet.

Aunque su demostración duró apenas unos minutos, puso el broche final a una gala que terminó con el público aplaudiendo de pie y con una sonrisa dibujada en su rostro.

EFE