Procesaron a dos policías por extorsionar a una pareja

La Justicia procesó con prisión a dos policías de la Zona 3 que habían sido detenidos en las últimas horas por extorsionar a una pareja para obtener dinero.

Según informó Subrayado, los procesados por la jueza Fanny Canesa son un subcomisario y un agente de la Zona 3, de iniciales GM y SG. Ambos fueron procesados por el delito de "concusión".

De acuerdo al pedido de procesamiento de la fiscal Mónica Ferrero, el caso fue denunciado ante Asuntos Internos por la pareja víctima de la extorsión, luego de que el 9 de febrero un grupo de policías se presentara en su casa para efectuar un "allanamiento". Tras revisar la casa, los policías incautaron una notebook y chalecos naranjas de la Intendencia de Montevideo, señalando que el hombre era "un chorro".

La pareja fue detenida y trasladada a una dependencia judicial desde la mañana hasta las 20 horas. Al liberarlos, los policías les ordenaron que a las 10 de la mañana del día siguiente debían entregar 100 mil pesos o de lo contrario los iban a "embagayar", atribuyéndole delitos que no habían cometido. Uno de los policías el dio a la pareja un número de teléfono y un apodo al que debían llamar para coordinar la entrega.

Si bien el hombre vendió un camión y una bloquera y logró reunir unos 70 mil pesos, pues pensaba pagarles para "no ser acosados como lo habían sido en otras oportunidades", se arrepintió y decidió denunciar el hecho ante Asuntos Internos del Ministerio del Interior.

Ya en coordinación con la Justicia, Asuntos Internos ordenó "marcar" los billetes y acompañar a la pareja en el momento en que debía entregar el dinero. Los denunciantes concurrieron en un vehículo en el que iba un agente policial, mientras otros aguardaban "a cierta distancia".

La entrega del dinero se hizo en las dependencias de la Zona III ubicada en Camino Mendoza y Paso del Andaluz. Al ingresar, la pareja preguntó por el apodo que le habían indicado y fueron derivados a la "Sala de los Clases" donde le entregaron los 70 mil pesos reunidos a un comisario. Al no obtener los 100 mil reclamados, los policías "maltrataron" a la mujer y exigieron que pagara 300 mil pesos en vez de la suma inicial.

Los policías trasladaron al hombre hacia fuera de la sede policial. En ese momento, el hombre hizo señas a los efectivos de Asuntos Internos que, ocultos, esperaban frente al local.

Los investigadores entraron en la dependencia policial diez minutos después y, apenas se aproximaron, uno de los efectivos comenzó "a gritar a viva voz en la dependencia 'asuntos internos, asuntos internos'". Según la fiscal, la actitud tenía "el claro objetivo de alertar sobre la presencia de los mismos para obviamente tomar recaudos".

De todas formas, los efectivos lograron incautar al agente de iniciales S.G. un teléfono celular que corresponde al número que le habían dado a la pareja para comunicarse con los extorsionadores. También encontraron en uno de los lockers del personal, guardada dentro de una cartera del Banco Santander, un revolver Smith & Wesson calibre 38 n° 330761 y otra calibre 38 con la numeración limada y por lo tanto no legible. Ninguno de los efectivos policiales se hizo responsable de las armas.

A pesar de los hallazgos, Asuntos Internos no logró encontrar el dinero marcado que la pareja había dejado unos minutos antes.

Al ser interrogados, los implicados negaron haber extorsionado a la pareja y dijeron que habían allanado su vivienda en el marco de la investigación de una rapiña. Sin embargo, el delito no había sido notificado al Poder Judicial. El policía que tenía el teléfono incautado aseguró que respondió los mensajes en los que se coordinaba el pago del dinero con la única intención de que la pareja concurriera a la sede policial para detenerla.

La fiscal Ferrero consideró además que todo el procedimiento empleado por los policías indagados "no tiene razón de ser" y que se trató de un "revestimiento" para justificar su actuación.

Procesamiento policías por extorsión