Tragedia en Brasil: niño murió picado por escorpión y luego sus padres bebieron veneno

Desolados por la muerte de su único hijo, picado por un escorpión, un matrimonio de hacendados del estado de San Pablo decidió tomar veneno.

Lucas Sanches da Silva, de 40 años, murió a causa del tóxico ingerido, mientras que su esposa, Natála Balieiro, de 29, se encuentra en graves estado, según crónica del periódico Folha.

El niño, José Lucas, tenía 4 años y estaba jugando en la quinta de la finca el pasado lunes cuando fue picado por el arácnido en un dedo del pie. Fue asistido de inmediato por la familia y trasladado a un hospital privado en la localidad de Ibirá, pero luego fue necesario derivarlo al Hospital del Niño y Maternidad en San José de Río Preto, debido a la gravedad de su situación.

El pequeño murió en la mañana del martes. Poco antes, Lucas Sanches había comentado que si el niño moría, él y su esposa "se irían con él", contó Fernando Balieiro, abuelo del chico.

Ese mismo día el matrimonio regresó a su granja, de la que salieron luego ya con el frasco de veneno. La tragedia conmovió a los vecinos de Ibirá, localidad de unos 11.000 habitantes. El miércoles más de cien personas concurrieron al entierro del suicida.

"El niño era súper mimado, sus padres vivían las 24 horas del día pendientes de él", comentó el abuelo del niño.
Emocionado, Fernando Balierio contó que cuando la pareja regresó a la hacienda, su yerno dejó instrucciones para que le entregara algunos objetos personales, ropas, enseres de pesca y una nota.

Luego ambos anunciaron que harían un viaje y se fueron en auto, pero sólo condujeron unos 5 km, hasta un camino interior que atraviesa un cañaveral de la estancia. En ese lugar tomaron el veneno.

Lucas fue trasladado aún con vida al hospital Santa Casa de Ibirá, pero no sobrevivió. Su esposa se encuentra internada en grave estado en el CTI del Hospital de Base, en Río Preto.

La Policía Civil estudia el caso y dispuso en análisis de la toxina ingerida por los cónyuges. Según los investigadores, todo indica que se trata de un pacto suicida.

"En toda mi carrera jamás me topé con nada parecido. He visto crímenes peores, pero esto ni siquiera es crimen, es una tragedia", expresó el comisario de la localidad, Luciano Birolli.