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Locales

La prensa al frente

Ejército y periodistas juntos en ejercicios para misiones de paz

El Ejército Nacional realizó un curso teórico y práctico para periodistas en Misiones de Paz. Las aulas se impartieron en Montevideo y Lavalleja.

18.09.2015 14:13

Lectura: 4'

2015-09-18T14:13:00-03:00
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Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy

Uruguay tiene un largo historial en el trabajo de mediación y mantenimiento de la paz. Los primeros antecedentes se remontan al conflicto surgido en 1929 entre Bolivia y Paraguay por el denominado Chaco Boreal, donde Uruguay se sentó a la mesa de las negociaciones.

A partir de 1982, las Fuerzas Armadas uruguayas han desplegado contingentes en varias Misiones de Paz, estando actualmente presentes en Sinaí, Haití y Congo RDC.

Una de las particularidades de los contingentes uruguayos en áreas de misión de paz es su receptividad y colaboración para con el trabajo periodístico. En cada período de relevo de tropas —hay uno por año, como mínimo— el Ejército invita a reporteros uruguayos a viajar junto a los soldados e instalarse en las bases militares de la misión, ofreciendo a los periodistas la oportunidad de acceder a lugares y situaciones a los que difícilmente podrían llegar por sus propios medios.

Esta interacción entre periodistas y militares se fue aceitando con cada viaje de rotación de efectivos, revelándose como beneficiosa para ambas partes y también para los uruguayos todos. Para los comunicadores, se trata de una ocasión única para conocer de primera mano la realidad cotidiana en zonas de conflicto, así como el trabajo que compete a los efectivos —los ya famosos cascos azules— en esos lugares. Por otra parte, las Fuerzas Armadas logran que esa labor que desarrollan a miles de kilómetros de casa sea conocida por todos, contando también con una suerte de "veedores" civiles que aportan transparencia al proceso informativo, además de una mirada diferente a la de la corporación militar.

Quien escribe estas líneas ha tenido ocasión de ser de la partida en estas misiones periodísticas y puede dar fe acerca de la libertad con las que los cronistas trabajamos allí donde están presentes los contingentes uruguayos, así como de su apoyo a esta labor. De hecho, el único límite que el Ejército pone a los periodistas en las zonas de conflicto es el de la seguridad, evitando así que algún reportero pueda convertirse en mártir de su profesión por puro desconocimiento de los peligros existentes en el área de misión.

Esta semana, la Escuela Nacional de Operaciones de Paz del Uruguay (ENOPU) ofreció un completo curso teórico y práctico para los periodistas que eventualmente viajen a desempeñar su labor en las áreas de misión.

Durante el curso, oficiales del Ejército, Fuerza Aérea y Armada con experiencia en misiones de paz compartieron con comunicadores y estudiantes de periodismo todos aquellos conocimientos que pudieran resultar útiles sobre el terreno.

Esta diversidad de exponentes garantizó la variedad de los contenidos de las aulas, donde fue posible aprender acerca de la prevención de todo tipo de enfermedades exóticas, las formas más adecuadas de negociar ante el abordaje de fuerzas irregulares, así como los procedimientos más seguros para salir con vida de un campo minado.

El componente práctico se realizó en los campos militares situados en la región de Abra de Castellanos, en el departamento de Lavalleja.

Allí los periodistas tuvimos la ocasión de experimentar a pequeña escala los avatares a los que están expuestos quienes participan de las misiones de paz, y tomar nota de numerosos "detalles" que los combatientes tienen bien presentes, y que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte: la instrucción acerca de la forma más segura y rápida de embarcar en un helicóptero o en un vehículo blindado pueden servir como ejemplo de ello.

Asimismo, el permanente uso de casco protector y chaleco antibalas también contribuyeron a sumergir a los reporteros en "ambiente", ya que tales pertrechos son pan cotidiano en las misiones de paz, y quienes participan de ellas deben aprender a convertirlos en una segunda piel.

Además de los mencionados ejercicios, el programa del curso incluyó la familiarización con dispositivos de visión nocturna, reacción ante emboscadas o contacto con elementos potencialmente hostiles, así como respuesta ante ataque químico o situación de evacuación.

Por otra parte, fue posible echar una mirada a aquello que "no sale en las películas", como el funcionamiento de los equipos logísticos que permanecen en la retaguardia durante una situación de combate, sujetos a un intenso trabajo de ida y vuelta.

Así, el denominado "tren logístico de subunidad" no es un ferrocarril ni necesita rieles: está compuesto por hombres y vehículos que aseguran el suministro de alimento, combustible y municiones a los efectivos que están en primera línea, así como el rápido retiro de muertos y heridos hacia retaguardia.

Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy