La IM busca proteger el Art Decó en Montevideo

La demolición del edificio de la ex fábrica Assimakos, en enero de 2014, despertó la indignación de muchos montevideanos que entendían que la Intendencia de Montevideo debió haber protegido la obra del arquitecto Jorge Caprario. Más de un año después, varios vecinos decidieron organizarse antes de que los hechos se consumaran y buscaron evitar la demolición de la Casa Martínez, del arquitecto Oscar Peyrou y ubicada en el barrio La Mondiola.

Los dos de los últimos casos en los que la defensa de obras arquitectónicas de la ciudad despertaron el interés de los montevideanos parecen tener respuesta en este período y luego de que la Junta Departamental de Montevideo aprobara un decreto que promueve la "protección" de 81 inmuebles.

Según explicó a Montevideo Portal la edila del MPP Cristina Fynn, el decreto comprende un listado de 106 padrones que corresponden a 81 edificios diferentes, ya que algunas construcciones incluyen más de un padrón.

La edila recordó que la lista surgió a partir de una propuesta del Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura y en consonancia con el trabajo de la Unidad de Patrimonio de la Intendencia de Montevideo. El listado incluye gran cantidad de edificios públicos, centros educativos, edificios de apartamentos y cooperativas de viviendas, a las que atribuye en su mayoría un "nivel de protección" grado 3, en una escala que tiene en el grado 4 al máximo de protección patrimonial.

Consultado por Montevideo Portal, el director de Patrimoinio de la IM, Ernesto Spósito, dijo que los trabajos para confeccionar una lista de "bienes de interés departamental" comenzaron "hace un par de años" y culminaron este año, con la publicación de la lista. Ese trabajo, indicó, incluye la adjudicación de una "ficha" a cada inmueble, en la que se incluye toda la información.

"Nos parecía que en una lista no se explicita la razón por la que el inmueble es declarado es protegido", comentó Spósito, señalando que si bien en muchos casos la razón por la que se protege un edificio "es obvia" puede haber dudas en otros. En ese sentido, remarcó que "hay una tradición de considerar patrimonial un edificio por una cuestión histórica pero empiezan a aparecer otras valoraciones más arquitectónicas".

En efecto, Spósito señaló que entre los 81 edificios hay "muchas obras de finales del siglo XIX y del siglo XX, es". Entre ellos, el director de Patrimonio señaló fundamentalmente los que pertenecen al estilo arquitectónico Art Decó, que caracterizaron muchas de las construcciones que se erigieron en Montevideo a mediados de ese siglo.

Es así que en el listado aparecen muchos edificios comprendidos "en la modernidad crítica que caracterizó la arquitectura de Montevideo a mediados del Siglo XX". Entre ellos, destacó Spósito, se encuentran varios edificios estatales como el edificio 19 de Junio del Banco República, la sede del Poder Judicial ubicado en Mercedes y Río Branco, los Almacenes Generales de UTE, la sede de la Dirección General de Catastro, el edificio de Renta del Banco de Seguros del Estado y el Garage del MSP sobre Arenal Grande.

Entre los edificios públicos comprendidos en el registro también hay centros educativos como los liceos Dámaso Antonio Larrañaga, Héctor Miranda y Juan Zorrilla de San Martín o las sedes de las facultades de Veterinaria y Química.

"La cantidad de edificios públicos tiene que ver con el papel que tuvo el Estado en esa época, con un país muy pujante y vinculado con el concepto de modernidad", apuntó Spósito. Para el director de Patrimonio, la concepción positiva de lo "moderno" es típica del Uruguay y posibilitó que corrientes como el Art Decó proliferaran en la arquitectura local.

Asimismo, Spósito hizo hincapié en la inclusión de otros edificios novedosos dentro del patrimonio, como el Complejo Habitacional Cutcsa IV, ubicado sobre la avenida Millán, y otros edificios de apartamentos.

Para el jerarca, el proceso de definición de la lista - en la que podrán ingresar nuevos padrones - no busca más que "hacer justicia" con una corriente arquitectónica que caracterizó a Montevideo. En ese sentido, adelantó, Uruguay impulsará ante la Unesco a su arquitectura moderna de mediados de Siglo XX como candidata a obtener el grado de Patrimonio de la Humanidad.

Nuevas figuras patrimoniales

"Antes existía la idea de que cuando algo era patrimonial no se lo podía tocar nunca más", señaló Spósito, en relación a los cambios de concepto que intenta promover la Unidad de Patrimonio de la IM. Según el jerarca, entender el valor patrimonial de esa forma se correspondía con "una cultura de museo" que terminaría "convirtiendo a la ciudad en un museo, en el que no se puede tocar nada".

La creación de cuatro niveles de protección patrimonial apunta en ese sentido, remarcó el director, explicando que las fichas que se elaboren para cada padrón explicitarán qué obras y reformas se permiten para cada obra. Es así que varias de las obras protegidas permitirán algunos cambios en sus estructuras, manteniendo los elementos que le dan valor.

"El patrimonio tiene que ser necesariamente constructor de futuro. Si no, es otra cosa", sintetizó el jerarca, haciendo hincapié en que si bien "la identidad viene del pasado" es necesario concebir el patrimonio con un "pensamiento vivo".

En ese marco, la Unidad de Patrimonio trabaja en definir no sólo inmuebles de valor patrimonial sino también "áreas" con un valor patrimonial que excede propiamente a un edificio. Es así que la comuna identificó las áreas 18 de Julio o Barrio Reus, entre otras.

La novedad también aparece en una figura de protección patrimonial que no existía anteriormente: las áreas de protección municipales. "Hay muchas construcciones que de pronto pueden tener valor patrimonial para una determinada zona de la capital", explicó Spósito. Plazas o clubes barriales entrarían a la perfección en este nivel, definido por los municipios.

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