Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
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Cubanos en Miami esperan que relaciones con EE. UU. beneficien al pueblo de la isla

Los cubanos de Miami ven con “moderado optimismo” el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y esperan que beneficie al pueblo de la isla.

01.07.2015 18:48

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2015-07-01T18:48:00-03:00
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Los cubanos en Miami, principal enclave de los inmigrantes de la isla en Estados Unidos, mostraron este miércoles un optimismo moderado ante el restablecimiento de embajadas entre Washington y La Habana, que esperan en definitiva beneficie al cubano de a pie.

"Yo lo veo bien, es un proceso lógico. Tenemos relaciones con China, ¿por qué no tener buenas relaciones con un vecino?", dijo a la AFP Frank Díaz en el barrio de Hialeah en Miami, de alta concentración de cubanos, que este miércoles continuaba con su vida cotidiana, ajeno al histórico anuncio de reapertura de embajadas el 20 de julio próximo.

Consultados sobre si la población cubana saldrá económicamente favorecida con este anuncio, Díaz, un periodista de 55 años que llegó a Estados Unidos hace menos de una década, respondió: "pero claro", aunque matizó que es una "lástima que una buena tajada se la lleve el gobierno, pero al pueblo le tiene que llegar algo", indicó.


Exigua protesta

El anuncio del presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, del restablecimiento de las relaciones y reapertura de embajadas tras medio siglo de enemistad, generó una exigua protesta frente al Café Versailles, el simbólico lugar de encuentro del exilio en La Pequeña Habana, tradicional barrio cubano en Miami.

"Es una infamia lo de hacer relaciones con Cuba terrorista", dijo Miguel Saavedra, integrante de la organización anticastrista Vigilia Mambisa, quien portaba una pancarta en la que se leía: "Embajada americana en Cuba: infamia".

"Es una falta de respeto al pueblo cubano, al exilio. ¿Por qué? Porque con los Castro no hay arreglo, son unos bandidos", señaló Emilio Carreño, cubano de 58 años que llegó en 1969 a Estados Unidos.


Pero en el mismo restaurante, otras voces se mostraban a favor de revertir el aislamiento de la isla de régimen comunista.

"Es una estrategia nueva, diferente, más inteligente, más cabal y creo que con gobiernos como los de Cuba, que son una payasada nefasta, se acaba con ellos con lógica, comunicación y sentido común", dijo Sandor Valdés, quien tiene 36 años, 20 de ellos viviendo en Estados Unidos.

"El embargo ha fracasado, ninguna doctrina que ha existido durante 50 años y no ha dado resultado se puede decir que ha sido exitosa", coincidió su hermano gemelo Franco.

Lo que muchos destacan es la posibilidad de que la apertura mejore la situación económica de los ciudadanos cubanos.

"El pueblo de a pie tiene que beneficiarse, soy optimista", dice Germán Machado, camionero de 44 años, al salir de una popular tienda en Hialeah.

Paso crítico

Los grupos que abogan por el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos reaccionaron jubilosos ante las renovadas relaciones.

"La normalización va a ser un proceso más largo, pero este es un paso crítico en formalizar la relación en donde los temas escabrosos entre ambos países, que van a continuar, puedan y tengan una forma formal de debatirse", dijo el presidente del Cuba Study Group, Carlos Saladrigas.

Del otro lado, los grupos anticastristas del exilio repudiaron el anuncio y amenazaron con protestar ante la instalación de un eventual consulado cubano en Miami.

"Abriendo una embajada norteamericana en La Habana sin apertura en materia de derechos humanos por parte del régimen castrista, simplemente legitima más ese régimen, le da más oxígeno, cuando siguen las violaciones de derechos humanos", estimó Orlando Gutiérrez Boronat, del Directorio Democrático Cubano.

Miami, antiguo epicentro de protestas anticastristas, ha permanecido en calma durante el proceso de acercamiento entre Washington y La Habana, iniciado en diciembre.

La diáspora cubano-estadounidense se ha transformado: a medida que merman las personas de las primeras generaciones llegadas tras la revolución cubana de 1959, más radicales, aumentan los llegados recientemente, proclives a un acercamiento, explican los expertos.

"Tanto las generaciones anteriores como las generaciones más jóvenes quieren lo mismo, quieren el cambio en Cuba, y este me parece que es un método más inteligente", concluye Sandor Valdés.

 

Fuente: AFP