Este lunes visitó el Vaticano, invitada por el papa Francisco, la alemana Antje Jackelen, mujer que ocupa la posición de arzobispo en la ciudad sueca de Uppsala de orientación luterana-protestante.
La invitación se produjo en aras del acercamiento de los diferentes credos, y en este caso, específicamente de las diversas ramas del cristianismo que busca y predica el pontífice.
"La cuestión de la dignidad de la vida humana, que siempre debe ser respetada, es de urgente actualidad, como lo son también los temas de la familia, el matrimonio y la sexualidad. Estos no pueden ser callados e ignorados por miedo a poner en peligro el consenso ecuménico ya logrado", opinó Su Santidad al ser interrogado sobre la relación entre la Iglesia católica y las Iglesias protestantes.
Cabe destacar que en diferentes cuestiones las líneas de pensamiento de ambas instituciones resultan diametralmente opuestas. Podemos enumerar por ejemplo: la existencia de mujeres sacerdotes, el matrimonio homosexual, o el mismo divorcio.
Históricamente se acusaron de no respetar el verdadero mensaje de Jesucristo y la Biblia, y de tener interpretaciones erróneas. Mientras que los protestantes acusan al Vaticano de tener posiciones retrógradas, este los acusa a ellos de haber deformado los valores cristianos para adaptarse a la modernidad.
En su reunión con la arzobispa, Francisco urgió a los creyentes de ambas ramas que "no deben [verse] como adversarios o competidores, sino reconocidos por los que son: hermanos y hermanas".
Montevideo Portal, en base a AFP
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