Uruguay investiga vinculación de caso Boudou

El caso por el que es investigado el vicepresidente argentino Amado Boudou tiene vinculaciones con Uruguay, por lo que se realizó un contacto entre la Justicia de nuestro país y Argentina a fin de conocer más datos sobre una empresa que opera en este lado de la orilla del Plata.

Boudou es indagado desde febrero de 2012 por la investigación que el fiscal federal Carlos Rívolo inició sobre la compra de la empresa Ciccone Calcográfica, que pasó a manos de Alejandro Vanderbroele, supuesto allegado del vicepresidente.

La ex esposa de Vanderbroele afirmó durante su juicio de divorcio que su ex marido es amigo y testaferro de Boudou. Recordemos que en setiembre del 2010 la AFIP pidió la quiebra de Ciccone Calcográfica, luego de lo cual fue adquirida por Vanderbroele en momentos en que Boudou era ministro de Economía. La Justicia intenta determinar ahora si había vinculación y acuerdo entre los dos hombres.

Según La Nación, la Justicia de nuestro país pidió datos a su par argentina al abrir una investigación sobre la empresa que controla a la ex Ciccone Calcográfica. Uruguay está interesado en el propio Alejandro Vandenbroele, que es el director y cara visible de la nueva Ciccone Calcográfica.

El oficio uruguayo enviado a su colega federal argentino Ariel Lijo (a cargo del caso Boudou) está caratulado como "Banco Central/su denuncia". La justicia investiga las diversas sociedades que intervinieron en el proceso de levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone, algunas de las cuales están radicadas en nuestro país. Por ejemplo, según indica la crónica de La Nación, Dusbel SA, "una empresa formada por el contador uruguayo Fernando Castagno Schickendantz, que luego la vendió a un estudio argentino".

Schickendantz ysu secretaria Janine Gómez Suárez figuran como socios fundadores y únicos dueños de Dusbel SA, que "desembarcó" dentro de The Old Fund, la sociedad holandesa que se hizo cargo del 70 % de las acciones de la quebrada Ciccone desde octubre del 2010.

La empresa fue constituida en 2010 con un capital social de 400.000 pesos uruguayos y se ubica en la oficina "D" del segundo piso de un edificio situado frente a la plaza Zabala, un domicilio que se repite en por lo menos otras quince sociedades comerciales registradas durante los últimos años, según La Nación.

Dusbel SA aportó 2,4 millones de pesos argentinos y logró que se aceptara su ingreso dentro de The Old Fund SA sin estar radicada en Argentina. Por lo tanto, la empresa que se hizo cargo del controvertido control de Ciccone era manejada en parte por esta empresa uruguaya "cuyos verdaderos dueños se desconocen", explicó La Nación. Antes de responder al exhorto uruguayo, la Justicia argentina pedirá una ampliación del informe.