Pedido de procesamiento a padres que invitaron a cumpleaños "sienta un precedente peligroso"

Este martes la fiscal Gabriela Fossati solicitó el procesamiento de cinco personas por el fallecimiento de un niño en un salón de fiestas, ocurrido en diciembre de 2016. La magistrada entendió que el dueño del local, una animadora y los padres del niño que cumplía años tuvieron una omisión de asistencia que derivó en que Luciano muriera por asfixia atrapado en un juego inflable.

Según la fiscal, tanto el dueño del local, como la trabajadora y también los padres del cumpleañero, no atendieron debidamente lo que estaba sucediendo en la fiesta. Según explica en la formalización, Luciano estuvo durante un tiempo desanimado y no participaba de los juegos con sus compañeros; a esto se le suma, que, según la investigación, el niño estuvo tendido en la lona del juego durante varios minutos mientras los otros invitados jugaban alrededor de él.

Esta mañana, Andrés Ojeda, abogado de los padres del niño que cumplía años, dijo a Informativo Carve que la Fiscalía "busca imputar" y por eso "toma lo que ayuda a su relato". "No es que diga que los hechos son estos. Tengo enorme respeto por la fiscal pero no comparto nada de lo que escribió", acotó.

Ojeda no se explayó sobre algunas de las contradicciones señaladas por la defensa de la familia del niño fallecido. Por ejemplo, que la filmación de las cámaras muestra que el niño aparece en el inflable parcialmente sin ropa, pero que cuando su padre lo ve minutos después ya estaba vestido.

"La discusión jurídica es quién tiene el deber del cuidado. Nosotros tenemos una interpretación distinta que la de la fiscal. Los dueños del local y los organizadores no son nuestros defendidos, pero es claro que hay cosas que se han dicho, como las contradicciones u ocultamientos, a los que la Fiscalía no les asigna ninguna consecuencia. Hay ocultamientos, pero la discusión es quién tiene el encargo de cuidar. Es claro que los papás del niño no arman ni desarman inflables", agregó.

El abogado explicó que el pedido de procesamiento sugiere que "nadie le prestó suficiente atención a un niño decaído". "No es así. Nadie comunicó a los padres, no sabían ni siquiera que era epiléptico. Las cosas que la Fiscalía da por ciertas son controvertidas y no están probadas", apuntó.

El quid de la cuestión, para Ojeda, "es determinar si los papás del cumpleañero tienen que estar operando el inflable y cuidando los juegos". "Esto sienta un precedente muy peligroso. Cualquier persona que invite a un salón va a ser responsable si arman mal un inflable o si en la cancha de fútbol pasa algo", apuntó Ojeda, que señaló que los papás del niño que cumplía años "han estado muy sensibilizados desde el primer momento y han intentado colaborar con todo desde el comienzo".