Contenido creado por Martín Otheguy
Entrevistas

Lo que ellos dicen

OPINIONES SOBRE DOLINA

Diferentes comunicadores, periodistas y personajes de nuestra cultura dan su opinión sobre Alejandro Dolina y "La venganza será terrible".

29.03.2007

Lectura: 5'

2007-03-29T00:00:00-03:00
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Rafael Cotelo - AM810 El Espectador ("Último al arco") e integrante de Agarrate Catalina

Yo vivo en el Cerro.
En mi barrio aprendí a jugar a la pelota, él me enseñó a elegir los jugadores.
En mi barrio jugaba a la bolita y siempre perdía, él me enseñó que se debía a una conjura universal.
En mi barrio hay mujeres hermosas, hay corsos tristes, hay bares desolados y parroquianos descreídos. Sin embargo nunca los vi, todo me lo contó él que vive en otro barrio.
Manuel Mandeb vive en el Cerro, y ni siquiera lo conoce.

Andrés Reyes - AM810 El Espectador (13 a 0)

La influencia de Dolina sobre mi persona excede lo meramente profesional, al extremo de que las primeras dos frases que intercambié con quien hoy en día es mi mujer y madre de mis hijos, lo tuvieron como tema excluyente. Sostengo que cualquier ser humano preocupado en el amor y la muerte (temas que en Dolina muchas veces se confunden) deberían leerlo y/o escucharlo alguna vez antes de morir o enamorarse.

En lo estrictamente profesional, destaco su capacidad para lograr la permanencia en el aire de un programa que -según él mismo se ha encargado de puntualizar- no le reporta grandes dividendos económicos. Y cuando hablo de "permanencia", me refiero a mantener un nivel (de por sí infinitamente superior a lo acostumbrado) a lo largo de los años, sin operar drásticos cambios en su estructura en pos de algún punto más de rating.

Resumiendo, y amén de su innegable erudición, y de su capacidad para apelar al enfoque humorístico de las situaciones más solemnes sin caer en facilismos, albergo la impresión de que el tipo se da el gusto de hacer el programa que él tiene ganas de hacer, al lado de la gente de la que él tiene ganas de tener cerca, sin atender cuestiones de mercado, ni estando pendiente de lo políticamente correcto a la hora de elegir sus palabras. Elementos todos ellos dignos del más ferviente de mis aplausos.

Ricardo Leiva - Océano FM ("No toquen nada")

Pocos tipos manejan con tanta soltura y perfección la idea de lo que es hacer radio de noche. La impronta, la selección temática, los tiempos, el formato, el manejo de los ruidos y los silencios. La puta que vale la pena estar despierto y con ganas de irse durmiendo de a poco a la hora que empieza La Venganza... igual yo hace tiempo que no lo escucho. También tiene un efecto saturación y al tiempo perdés la capacidad de asombro respecto a él. Otra cosa que también me erosionó un poco fue verlo en relación mutuamente complaciente con el público las veces que estuvo en Montevideo. Ahí se me desgastó bastante, pero bueno... No quita que el tipo sea un genio y tenga un programa perfecto para la medianoche rioplatense: un suflé radial con pretensiones y logros culturales que desparaguayizan y abren nuevos apetitos para cualquiera que se exponga durante un tiempo razonablemente prolongado...

Jorge Temponi - 1410 AM Libre ("Mateína") 

Conocí el programa de Dolina en la época en que viví en Buenos Aires, por 1989. Inmediatamente me fascinó su estilo personal, su capacidad de transmitir con humor conocimientos de historia y mitología, y sobre todo su imponente talento de orador improvisador.

Creo que le hace mucho bien a la radio del Río de la Plata. Sé que influyó en mí como comunicador, aunque también desde un principio entreví que intentar hacer algo parecido a lo que él hace era un camino seguro al fracaso: Dolina hay uno solo.
Tuve también el placer de compartir con él y Stronatti un partidito de fútbol cinco, jugando y actuando al mismo tiempo (yo atajaba en el cuadro de él interpretando al "Fede") para una nota de Planta Baja.

Todavía lo escucho cada tanto y me deleita.

Carlos Tanco - Océano FM 93.9 ("No toquen nada") y guionista de Agarrate Catalina

Escucho a Dolina desde la CX 30, por lo que calculo que debo llevar unos 10 u 11 años de corrido. Es un escritor que habla por radio, así que es casi imposible no sentirse un estúpido e ineficaz al lado de la más chata de sus emisiones, si se la compara con el trabajo propio. Creo que a él, entre muchos otros, también le debo parte de la conciencia de mis limitaciones abrumadoras, del haberme desayunado de mi mediocre estupidez. Es como si alguien en la mitad de una fiesta -en el momento en que yo era todo jolgorio- me hubiera avisado que se me rompió la bragueta y la voy a tener baja para siempre por más esfuerzos que haga por arreglarla o taparla con la camisa; capaz que hubiera sido mejor no saberlo nunca, o enterarme al llegar a casa, quizás hubiera sido más feliz. Un poco lo odio, y otro poco le agradezco infinitamente.

Escuchar hablar a Dolina, como a todos los buenos de verdad, es esperanza y desasosiego (uno atrás del otro...).