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Un grupo de siete amigos decidió pasar Fin de Año en el campo, por lo alquilaron una casa en Can Grevier, una comuna cercana a Suiza donde se puede disfrutar de bellos paisajes y deportes de invierno.
Una vez instalados en el lugar, uno de los integrantes notó algo curioso: un reloj despertador en el baño, frente a la ducha. El hombre examinó el aparato y descubrió que ocultaba una pequeña cámara de video. Un segundo falso despertador se encontraba en uno de los dormitorios de la finca, y apuntaba hacia la cama.
Según el periódico local Le Dauphine, ambas cámaras registraban en tarjetas de memoria y transmitían en tiempo real hacia el celular del dueño de casa, un técnico informático de 45 años. Este notó de inmediato que había sido descubierto y se apresuró a ofrecer explicaciones y disculpas a sus clientes, pero no logró librarse de la denuncia ante la policía. Fue detenido el 1º de enero y liberado dos días después.
El "mirón" fue sentenciado a un año de prisión, sentencia que apeló y de la que podría librarse. Sin embargo, nada lo eximirá de pagar cuantiosas indemnizaciones a sus víctimas.
De acuerdo con la mencionada crónica, sólo durante 2017 se alojaron en la casa 90 personas. La finca estaba en alquiler por Airbnb desde hace unos tres años, por lo que cientos de personas podrían haber sido espiadas.
No es la primera vez que se denuncian casos de voyerismo en propiedades arrendadas a través de la plataforma Airbnb. Ante esta situación, la empresa manifestó su preocupación y su compromiso para combatir las conductas indecorosas por parte de los anfitriones.
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