Contenido creado por Gerardo Carrasco
Breogán Gonda

Escribe Breogán Gonda

“Estuvimos cerca, no pudimos”: Breogán Gonda analiza el desempeño celeste en Rusia

En el momento de la derrota aparecen las miradas negativas, pero es necesario hacerle justicia a la selección por lo que dio dentro y fuera de la cancha.

10.07.2018 09:41

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2018-07-10T09:41:00-03:00
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Se disputaron los cuartos de final y Uruguay quedó eliminado, clasificándose quinto.

Francia 2, Uruguay 0. Francia jugó mejor y ganó. Sólo queda felicitar a los ganadores y muy probables Campeones del Mundo.

Bélgica 2, Brasil 1. Éste marcador puede dar la idea de un partido parejo, pero no lo fue, Bélgica siempre fue más y su triunfo nunca estuvo amenazado.

El "Brasil de Neymar" fracasó en Rusia 2018, fundamentalmente por culpa del propio Neymar que, en vez de dedicarse en cuerpo y alma a jugar para su equipo, se dedicó - con complicidad de los árbitros - a fingir golpes de los rivales: una situación insostenible que ha aburrido a propios y ajenos.

Brasil merece y puede mucho más y estoy seguro que lo logrará, con o sin Neymar.

Inglaterra 2, Suecia 0. Partido aburrido, Inglaterra fue más y ganó bien.

Croacia 2, Rusia 2, ganado por Croacia por penales. Croacia parecía un favorito claro, pero Rusia siempre luchó: comenzó ganado, Croacia pasó 2 a 1 y sobre el final, Rusia empató. En los penales, Croacia ganó. Fue un partido muy reñido, bastante entretenido y dramático.

Quedaron clasificados Francia, Bélgica, Inglaterra y Croacia.

El martes se enfrentarán Francia y Bélgica. ¿Quién ganará? No lo sé, pero pienso que será Francia.

El miércoles se enfrentarán Inglaterra y Croacia. Pienso que ganará Croacia.

 

¿Y Uruguay?

En general no busco, no pido y no doy explicaciones: ¿por qué? Porque jamás una explicación cambió nada, en general saber por qué se produjo un determinado resultado, no ayuda a nada y tampoco es fácil encontrar una explicación sólida, consistente.

Pero, a pocas horas de la derrota, veo que muchas personas anónimas y unas pocas que no lo son, están dando sus opiniones que, en general, concluyen con autoridad, que ocurrió lo que razonablemente era previsible, ¡porque se ha hecho todo mal!

No estoy de acuerdo con estas conclusiones y temo que el negativismo de nuestra sociedad comience a apropiarse de ellas: ¡siempre es mucho más fácil destruir que construir! Desde luego que muy poco puedo hacer yo contra ese negativismo, pero quiero dar mi opinión.

Debe ser claro que nadie es neutral, que los humanos cuando opinamos, lo hacemos en función de nuestros valores y de nuestros intereses. Entonces quiero opinar desde tres puntos de vista: el primero es el de tratar de ser totalmente objetivo, que es el que uso siempre en estos artículos, en mi condición de "contador de historias" que es lo que soy, ya que no soy un periodista; el segundo es como ciudadano preocupado por el impacto positivo o negativo que tienen estos acontecimientos, para bien o para mal, sobre el resto; el tercero como hincha y, en este caso, no reivindico cualquier pretensión de objetividad.

 

Mi opinión como "contador de historias".

Uruguay, hace ya tiempo, tiene cuatro jugadores que, cada uno en su puesto, están entre los mejores del mundo (Godín, Giménez, Suárez, Cavani) y los demás - todos ellos muy buenos jugadores, acompañan, cada uno de acuerdo a sus posibilidades.

Muy pocas selecciones del mundo tienen cuatro figuras excepcionales, comparables con las nuestras pero, por razones poblacionales, muchos países tienen muchos más muy buenos jugadores que Uruguay.

Las mayores carencias de nuestra Selección, desde hace muchos años (desde que en el futbol los espacios y los tiempos comenzaron a ser cada vez más pequeños y las velocidades físicas más grandes) han sido siempre las transiciones entre defensa y ataque.

Para el Mundial de Sud África, Tabárez encontró una muy buena solución, transformando a Forlán, un gran goleador, en la manija del equipo, el líder de su funcionamiento, pero el tiempo pasa para todos y ya para el Mundial de Brasil, Forlán no estaba en condiciones físicas de seguir en esa función. Se le dio la oportunidad a otros muy buenos jugadores y ninguno tuvo éxito.

Sobre el final de la Eliminatoria Sudamericana empezaron a madurar varios jugadores jóvenes, provenientes de selecciones juveniles y, en particular, de la sub 20 Campeona de América a lo que se agregó un sorprendente Torreira, bastante desconocido aquí, pero que estaba haciendo una muy exitosa campaña en Italia.

Personalmente me parecía que por ahí estaba la solución, pero que el tiempo hasta el Mundial era insuficiente. Pero la terca realidad esta vez nos fue favorable y así Valverde tuvo gran éxito en un partido esencial para asegurar la clasificación y, por primera vez en Eliminatorias, le ganamos a Paraguay en Asunción. Luego se agregaron Bentancur y Torreira y se probó a Laxalt como lateral izquierdo. ¡Era el camino, pero faltaba tiempo!

Llegamos a Mundial y encontramos un juego muy cerrado, el imperio de la "posesión de pelota", donde el objetivo básico es tener la pelota para que no la tenga el rival. El promedio de pases que llegaron a destino, de todos los partidos jugados en Rusia 2018 superó los 750 por partido lo que acaba dejando, para realmente jugar al fútbol, unos 20 de los 90 minutos. Todo esto era desfavorable para Uruguay.

En los partidos contra Egipto y Arabia Saudita encontramos a rivales que no tenían mayores pretensiones de atacarnos pero nos fue difícil lograr la pelota para jugar. Fue claro que los partidos se definirían por detalles y, los ganamos 1 a 0.

El partido contra Rusia ofrecía otras dificultades y posibilidades. Se hicieron cambios importantes, el funcionamiento mejoró mucho y se ganó bien.

Luego venían partidos más difíciles, contra Portugal y, si se ganaba, contra Argentina o Francia. Ya no se tendrían ventajas claras en el juego aéreo, porque los rivales tenían las mismas fortalezas. Se jugó muy bien contra Portugal. Se ganó bien con dos goles antológicos de Cavani donde él y Suárez explotaron al máximo sus excelencias.

Y ahora venía Francia que acababa de ganarle a Argentina. Parecía el gran rival, se esperaba un partido parejo, pero teníamos nuestros puntos altos y confiábamos en ganar.

La lesión de Cavani cambió todo, ¿por qué? porque no teníamos otro Cavani: ese tipo de jugadores nunca tienen un suplente equivalente.

Ambos equipos sabían que el que hiciera un gol pasaría a tener una ventaja enorme. Ambos adoptaron todas las precauciones posibles, todos sabíamos que el partido se iba a definir por detalles o, dicho de otra manera, por errores.

Se disputó un partido cerrado, sin oportunidades para nadie.

Pero desde minuto 40 del primer tiempo y, en menos de tres minutos se produjeron varios acontecimientos que inclinaron el partido para Francia:

Bentancur comete una falta fuerte aunque sin intención de agredir. El árbitro le saca tarjeta amarilla y ya tenía otra, por lo que no podría jugar en el siguiente partido. Se discute un poco, hay nerviosismo. El hecho es que un jugador esencial debería, de allí en adelante, cuidarse mucho en cada jugada para no ser expulsado.

Griezmann ejecuta muy bien la falta, perdemos las marcas, Varanne cabecea y anota.

Se reanuda el partido, Uruguay ataca, logra un tiro libre, todo el mundo va al ataque, Cáceres ejecuta un muy buen cabezazo, la pelota va fuerte al ángulo inferior derecho del arco francés. El golero francés, en la mejor atajada del torneo, desvía. Godín tira, sesgado y muy apremiado, sobre el arco vacío, pero se va por arriba.

Entonces Francia se tranquiliza, gana y le es suficiente, pasa a dedicarse con toda paciencia a esconder la pelota, nosotros debemos descontar... Cada minuto que pasa la situación es peor. ¿Nos puede salvar la magia?: No, contra Portugal nos funcionó, pero teníamos dos magos, ahora ellos tenían muchos más recursos para anular a Suárez. Cada vez teníamos más apuro y más nervios.

Nos ganaron bien.

¿Qué hubiera ocurrido si Cavani no se hubiera lesionado?: Nadie lo sabe.

¿Y si el cabezazo de Cáceres fuera gol?: sería fantástico, pasaríamos a otro partido con un gran impulso emocional y ante un rival muy preocupado.

Hoy pienso que Francia es el gran favorito y será en Campeón del Mundo. Pero también pienso que si hubiéramos ganado ese partido, Uruguay lo sería. Por eso aquello de "estuvimos cerca, no pudimos".

 

Mi opinión, como ciudadano.

¿Qué tiene que ver el fútbol con la ciudadanía? Nada, dirán muchos.

Sin embargo el País está pasando una situación difícil, que viene desde hace muchos años, pero que cada vez es peor, que se plasma no tanto en lo económico, sino en el comportamiento de los ciudadanos en cuanto a no asumir sus responsabilidades, no cumplir con las reglas establecidas y, lo que es más grave, no tener entusiasmo.

¡La carencia mayor en el Uruguay es la falta de entusiasmo!

¿Qué tiene esto que ver con el fútbol? Los éxitos y los fracasos, los buenos ejemplos y los malos suelen propagarse. Actualmente son mucho más frecuentes los malos ejemplos que los buenos, los fracasos que los éxitos, la indiferencia que el entusiasmo.

En particular, el fútbol local, es mediocre, porque se juega muy mal, y no existe la seguridad necesaria para los espectadores, por lo que la gente cada vez se aleja más de las canchas.

Pienso que el proceso de selecciones nacionales del fútbol uruguayo en los últimos 12 años es un muy buen ejemplo de disciplina, cumplimiento de reglas, entusiasmo y mejora general con buenos resultados.

Obtener el Campeonato Mundial daría un espaldarazo importante a valores fundamentales para nuestra sociedad.

 

Mi opinión como hincha.

Siempre me ha gustado mucho el fútbol.

He tenido el privilegio, siendo niño, de ver a Uruguay Campeón del Mundo. Hasta 1954 Uruguay nunca perdió un partido por un Mundial. Uruguay era una gran potencia, en forma natural, aparentemente sin que nadie tuviera que hacer nada especial.

Pero, en las selecciones nacionales, las cosas siempre se pueden hacer peor, y fueron deteriorándose y los resultados fueron cada vez peores, aún en tiempos en que el fútbol local era importante y Peñarol y Nacional eran de los mejores equipos del mundo.

Y eso ocurrió a pesar de que en el fútbol uruguayo siempre aparecían muy buenos valores. Y no había esperanzas, siempre cosechábamos fracasos.

Desde Sud África 2010, esto cambió, ahora hay esperanzas.

Y personalmente, de la misma manera que disfruté como niño ver a Uruguay Campeón del Mundo, tengo esperanza de verlo de nuevo. Y si se siguen haciendo las cosas bien ¡estoy seguro que lo lograremos!

Pero también tengo claro, que si volvemos atrás y entramos nuevamente en el camino que transitamos desde 1955 a 2006, es inútil tener esperanzas.

¡El equipo uruguayo en Rusia 2018 a realimentado mis esperanzas y las de muchos!

 

Y, en general:

Estoy orgulloso de lo que se hizo, aunque no ganamos.

Pensaba que este equipo sólo estaría en su estado óptimo para la Copa América Brasil 2019, por la necesidad de afiatarlo maximizando el aporte de los nuevos jugadores incorporados. Sigo pensando que en ese evento este plantel llegará a su máximo potencial.

Pero confieso que, a partir del partido con Rusia, vi que podíamos llegar a ganar. Fue una sensación casi extraña para mí, porque no la tenía desde hace muchísimos años: ¡por última vez la había sentido en Inglaterra 1966! (donde luego fuimos eliminados malamente junto con Brasil y Argentina, para que no interrumpiéramos a Inglaterra que, de cualquier manera, debía ganar ese campeonato).

Pero ahora todo se acabó: obtuvimos el quinto lugar - que no es poco - pero no pudimos ser campeones. Tomo aquí unas palabras del Maestro, porque son ilustrativas: "Hay que ganar sin estridencias y perder con dignidad".

Y, finalmente: al Maestro, a los jugadores, a todo el equipo, a todos los hinchas uruguayos que acompañaron en Rusia esta gesta, a todos los amigos, a todos los uruguayos que piensan en forma positiva.

¡MUCHAS GRACIAS!