"Cuando el general Dalmao iba a ser detenido hubo algunos militares, por debajo de él, que le manifestaron que estaban dispuestos ‘a bancar'"

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Contenido creado por Inés Nogueiras
Las 40

El joven guardia

Fernando Amado cantó Las 40

"Cuando el general Dalmao iba a ser detenido hubo algunos militares, por debajo de él, que le manifestaron que estaban dispuestos ‘a bancar'"

08.10.2013

Lectura: 22'

2013-10-08T00:00:00-03:00
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Por GERARDO TAGLIAFERRO

Pese a que lo entrevisté otras veces, no tenía presente un dato que cuando sale ahora a luz no deja de sorprenderme: tiene 31 años. No es que aparente más, pero hace tanto que vemos a Fernando Amado en los primeros planos de la política nacional que cuesta reconocerlo tan joven. Lleva varios años siendo dirigente de primera línea del Partido Colorado, lo que incluye la secretaría departamental de Montevideo, podría decirse el segundo cargo en importancia luego de la secretaría general del Partido.

Es diputado desde marzo de 2010 y entre sus planes estaba ser candidato a intendente de la capital en las próximas elecciones departamentales, pero la decisión partidaria de impulsar el acuerdo con los blancos -decisión a la que se opuso tenazmente- frustró su deseo, por el momento. Otra vez será.

En un país en el que los políticos jóvenes tienen 50 años, Amado sería entonces poco menos que un niño, por eso es que su ya interesante trayectoria lo convierte en un espécimen exótico en esa fauna. Pero eso no es todo: también está el escritor, que en tan corto tiempo ya ha producido seis libros -varios best sellers y algunos premiados- y anuncia el séptimo para dentro de pocos días: una investigación sobre la actual interna militar.

¿Cómo hará con el tiempo de que dispone para atender ambos frentes con buen suceso, en un ambiente en el que el derecho de piso es ley? Algo tendrá que sacrificar. Según su análisis, ese algo es espacio para el ocio, lo que le reprochan quienes lo rodean por fuera de la política. "Me cuesta mucho desenchufarme", admite.

Esta entrevista me dio una pequeña señal de ello. Es viernes y cae la tarde: quizás el momento de menos actividad de la semana en el Palacio Legislativo. La mayoría de los despachos están desiertos y el de Amado no lo está simplemente porque él atiende a este periodista. No sé si siempre es así, pero al menos esta vez será él, cuando la jornada termine, el que cierre la puerta y apague la luz. Como si estuviera de guardia, una guardia que parece ser permanente.

Es, seguramente, parte del precio que se paga por una carrera en la que, con algún reciente tropezón, el ascenso ha sido la constante.

1) Cuando te entrevisté por primera vez en 2007 eras "el hijo del general Fernán Amado", que había sido un hombre vinculado a la dictadura y comandante en jefe del Ejército en democracia. ¿Ya dejaste de serlo para la gente?
(Se ríe) Sí, la verdad que sí. Es un dato que en alguna entrevista sale a la luz, sobre todo cuando te presentan, porque muchas veces lo que se utiliza para hacer una presentación es Internet y ahí hay otras entrevistas más viejas donde el tema está. Ahora, en la vida diaria o en la política cotidiana no, para nada. Igual, cuando hay algo asociado al pasado o a los militares es inevitable que aparezca la pregunta.

"El único que puede, en un país como Uruguay, atentar contra las instituciones democráticas termina siendo quien tiene las armas"

2) ¿Hablás mucho hoy con tu padre?
Sí, hablo sí.

3) En 2007 él veía con cierto recelo tu ingreso a la política.
Sí, nuestras discusiones se centran casi en las mismas cosas que hace seis años. Él sigue teniendo una visión muy crítica del político en general, que se ha agudizado porque está el Frente en el gobierno. Para un tipo que tiene una visión crítica de los políticos es como que vive una pesadilla porque sus enemigos están en el poder y los tiene que ver todos los días en el informativo, los ve ministros, ve al presidente... una cosa además que nunca hubiera imaginado. La de mi viejo es una generación que vivió una etapa muy jodida, fijate que durante la dictadura fue oficial superior, con puestos de dirección, fue intendente interventor de Maldonado, estaba en una clase militar poderosa que por estar en dictadura tenía mucho más poder. Por eso es una generación bastante particular por cómo ve las cosas.

4) ¿Cómo ve él por ejemplo a Fernández Huidobro como ministro de Defensa?
Mi viejo no es de los que ve a los ex tupamaros con confianza o con expectativa, como de repente algunos otros militares sí los ven o al menos dejan entrever. Él siempre ha estado en contra del acercamiento entre tupamaros y militares y no le inspira ningún tipo de condescendencia el hecho de que Huidobro o Rosadilla en su momento fueran combatientes. No comparte esa lógica de ex combatientes en pie de igualdad con los otros ex combatientes.

5) A veces se simplifican las internas de uno y otro lado, como si fueran cada una un todo homogéneo y para nada lo son.
No, para nada. Ahora en octubre publico un libro sobre militares y para él entrevisté a muchos generales en actividad, sobre todo del Ejército, y me doy cuenta que hay un quiebre generacional muy fuerte. Hay una generación previa a la llegada del Frente al gobierno, que tenía una cantidad de cosas en común y eso hacía que todos se unieran para defender determinadas cosas. Todos los ex comandantes en jefe posteriores al retorno a la democracia, hasta Bertolotti diría yo, tienen un relacionamiento bastante fraterno, cercano. Hubo un culto de eso que se rompió abruptamente, con Bertolotti y con los que siguieron. Uno tiene de repente la visión de que es un todo, y no es un todo, para nada.

6) En esta investigación te centraste en la interna militar actual.
Claro, porque nos centramos en el pasado reciente y es como que nos olvidamos de la cuestión militar después del 85, y una de las razones para que nunca más pase lo que pasó, nunca más haya dictadura es entender mejor la cuestión militar. Porque el único que puede, en un país como Uruguay, atentar contra las instituciones democráticas termina siendo quien tiene las armas, por eso entender lo que son las Fuerzas Armadas y cómo controlarlas, cómo mejorar el control civil sobre ellas para mí es un tema importante de la política.

7) ¿Hablaste con Fernández Huidobro para el libro?
No quiso hablar porque como es ministro se siente en una posición delicada, pero sí hablé con todos los ex ministros de Defensa del Frente. También de los gobiernos de los partidos tradicionales y me parece que lo más interesante de la investigación son temas que no tienen directamente que ver con el poder, como la homosexualidad en el Ejército, el honor, esos temas que en general poco importan. A mí me interesan porque hablan de la formación, de la mentalidad militar, de la corporación, de una cantidad de cosas que muchas veces quedan solapadas. También de las cuestiones del poder a la interna: las logias militares, todo eso que empieza a tallar cuando el militar llega al grado de coronel y empieza la carrera del poder. Una de las consecuencias más nítidas de la dictadura es la desconfianza de los políticos hacia los militares y de estos hacia los políticos.

8) Pero esa desconfianza, de parte de los militares al menos, ya venía de antes. Es una de las causas de la dictadura.
Es histórica sí, pero hay como nuevas formas de manifestarlas porque después de once años de dictadura, en la que las Fuerzas Armadas se transforman casi en un partido político, ocuparon una cantidad de espacio de poder que después el poder civil ha intentado ir recuperando pero no ha sido fácil. Al Frente no le ha sido fácil. A la hora de ejercer el mando superior de las Fuerzas Armadas desde la política hay ataduras por las cosas del pasado, sobre todo para los colorados. Les ha costado manejar ese tema por cómo fue la salida y al mismo tiempo uno ve que hay bastante indignación de las figuras del Partido Colorado que estuvieron en este tema hasta el 2005 con el tema de los detenidos desaparecidos y de los derechos humanos.

9) ¿Por qué esa indignación?
Porque se sienten un poco estafados por los militares. Razonan: resulta que a mí, que era tu amigo, me hiciste la vida imposible, tensionaste la cuerda todo lo que pudiste y vino Tabaré y le diste todo en bandeja. Esa lectura un poco lineal la hacen muchos políticos y muchos militares. Los militares retirados también están molestos porque hubo en este tema una línea muy homogénea, una coherencia institucional que se rompe en 2005.

10) Están molestos con sus camaradas que rompieron esa línea.
Totalmente. De hecho hay quiebres muy notorios en eso: hay una camaradería de los que fueron comandantes hasta cierto momento y están expulsados los otros.

11) ¿Decís que sigue existiendo desconfianza de los militares en actividad hacia los políticos?
Ah sí, la hay sí. Los militares desconfían de los políticos sobre todo porque temen que los dividan, que usen a las Fuerzas Armadas partidizándolas o dividiéndolas, como pasó con Luis Batlle sobre todo. Una de las cosas que Luis Batlle generó - obviamente y no estoy justificando con esto lo que vino después- fue un excesivo clientelismo en las altas cúpulas militares que ocasionó un resentimiento muy fuerte de muchos oficiales, que veían esa práctica con mucho desagrado. Hay más de una anécdota contada por generales de esa época sobre algún mando militar que juntaba votos para Luis Batlle y ellos eso lo viven como la prostitución de la carrera militar. Y esa desconfianza sigue existiendo. Y también en el sentido de que los generales del Ejército sobre todo siguen viendo en el Frente Amplio a alguien que no es su socio, más allá de gestos y un mejor relacionamiento. Si uno rasca, lo que encuentra es que no hay ningún general frentista.

"Los generales del Ejército siguen viendo en el Frente Amplio a alguien que no es su socio. Si uno rasca, lo que encuentra es que no hay ningún general frentista"

12) ¿El comandante del Ejército, Pedro Aguerre, no es frentista?
No, no es frentista.

13) ¿Y no hay ningún general frentista?
No. Ese es un dato que marca algo.

14) Ya ha pasado suficiente tiempo como para que pudiera haber.
Y, podría haber ¿no? Además hubo una renovación del generalato en el Ejército y la Fuerza Aérea, se puso a algún comandante muy nuevo como fue el caso de Rosales, que era general hacía seis meses y estuvo cinco años como comandante en jefe. Toda esa renovación podría haber provocado que llegara algún votante del Frente. Y si bien los militares no pueden hacer política, yo diría que en la cúpula del Ejército hay un cien por ciento de generales que se sienten parte de los partidos tradicionales.

15) En tu investigación, ¿detectaste que haya habido en los últimos años algún movimiento a la interna de las Fuerzas Armadas que haya intentado oponerse a decisiones del gobierno?
Hay un episodio que no calificaría como menor, que se da cuando se está llegando a algo que se veía venir, que fue la detención del general Dalmao. Estamos hablando de un general en actividad que era el jefe nada más y nada menos que la División IV. Los jefes de División comandan mucha tropa porque tiene bajo su jurisdicción batallones, regimientos, grupos de artillería, etc. Al general Dalmao le llegaron muchas manifestaciones de camaradas en retiro y en actividad también, diciéndole que tenía todo como para poner un límite.

16) ¿Cuál era ese límite?
Tratar de generar un hecho político. Hubo algunos militares, por debajo de Dalmao, que le manifestaron que estaban dispuestos "a bancar". ¿A bancar qué? Que el dijera que lo fueran a buscar. Y eso ya representaba un pequeño lío institucional porque tenía que ir la policía a una dependencia del Ejército. Con todo lo que ello implica. Dalmao, si bien recibió telefónicamente ese apoyo, al final todos sabemos lo que hizo: no hizo nada.

17) ¿Ese apoyo implicaba resistir la detención?
Bueno... eso iba a depender de la cadena de hechos. En realidad eso es parte de lo que sienten algunos militares que estuvieron en actividad hasta no hace mucho tiempo: que hubo una situación de no poner nunca un límite, de nunca trancar. Y como nunca trancaron, la situación desembocó en todo lo que sabemos y que muchos de ellos viven como algo muy negativo.

18) A nivel del gobierno obviamente se supo de ese movimiento.
Intuyo que sí, pero como las cosas se fueron dando de manera digamos funcional al gobierno, quedó por esa. Pero esa es la realidad: se intentó generar una situación de conflictividad que alentara determinadas situaciones. Es como cuando en el 86 (el entonces comandante del Ejército Hugo) Medina genera el hecho político de guardar las citaciones (judiciales a algunos militares) en el cofre fort. Capaz que no le daban pelota, pero el hecho es que le dieron y eso generó una cantidad de cosas que reaseguraron determinadas situaciones. Muchas veces la crítica es que "no jugaron el partido", que no quiere decir dar un golpe de Estado. Es, como actores políticos que terminan siendo los generales, que hubiesen defendido con más fuerza cosas que algunos sienten que no defendieron.

"Mi partido tiene una dificultad para enfrentar su pasado"

19) ¿Cómo te arreglás para legislar y además tener tiempo para investigar y escribir?
Las dos actividades las vivo con mucha intensidad y mucha pasión. Algunos amigos me dicen que tendría que hacerle un poco más de espacio al ocio. Me cuesta mucho desenchufarme incluso en momentos en que está todo dado para hacerlo, como el verano, en el que no pasa nada en política.

20) ¿Tenés pareja?
Tengo novia, y es difícil. Lo de ella es un apostolado, es como que estoy casado con las dos cosas sobre las que me preguntás. El verano pasado fue la primera vez que me desenchufé, pero una semana y yéndome de Uruguay. Si estoy acá es imposible desenchufarme. Incluso esta vez, que estaba en Brasil, estaba pendiente de lo que sucedía porque se cumplían 40 años del "febrero amargo" y yo había insistido mucho con que el Parlamento debía recordarlo.

21) Me cuesta creer que Bordaberry, líder de tu sector, no tenga problema en que vos hagas tanto hincapié en tener presente esos hechos del pasado.
(Piensa) Hay problemas sí... siempre, permanentemente... sí, los hay. Y con el pasado es natural que los haya porque creo que mi partido tiene una dificultad para enfrentar su pasado, que tiene luces y sombras como el de todos los partidos, pero que se prefiere saltear. No se cree por parte de la mayoría de mis compañeros que sea conveniente enfrentar ese pasado.

22) ¿Sentís que la gente le cree a los políticos?
Las encuestas dicen que no, muestran a un sistema político devaluado en ese sentido, pero también la gente es muy hipócrita, somos muy hipócritas en muchas áreas. Si bien tenemos esa respuesta rápida anti-política, al final del camino somos muy politizados. Cuando viene la instancia electoral los uruguayos son bastante politizados, y no creo que sea porque el voto es obligatorio. Eso ayuda, pero en esas instancias la política se transforma en tema de interés. Hay un doble discurso del ciudadano hacia el político y a la inversa. Te dicen que los políticos están para la suya pero al doblar la esquina lo primero que hacen es pedirle un favor o tratar de favorecerse de su cercanía. El que me corta el pelo, cuando yo todavía no era diputado hacía observaciones críticas jocosas sobre los políticos, pero terminaba con un "no te olvides de mí si llegás". Hay un doble discurso tremendo al que creo Mujica al principio intentó pegarle fuerte, pero fue como una piña en un saco roto y probablemente se debe haber cansado. Lamentablemente hay políticos que sacan provecho de esa situación.

23) ¿Crees que eso se puede cambiar? ¿No es como algo inherente a la política?
Creo que es inherente a una forma de hacer política.

24) ¿Y hay otra que en la realidad se pueda practicar sin sucumbir?
Creo que sí... creo que sí, de verdad. A mí me pasa que voy de recorrida a un barrio y te piden todo tipo de gauchadas, y yo en eso soy medio talibán: no. Gauchada cero. Y eso a veces se interpreta como insensibilidad y no es así. Por suerte tengo buenos réditos de eso desde el punto de vista de la realización personal y política. Hay gente con la que yo trabajaba cuando empecé y me planteaban una lógica prebendaria porque veían en el político algo para sacar, y hoy día después de muchos años en los que hicimos un trabajo con mi grupo y con esos compañeros, pudimos lograr que se insertaran en un esquema diferente. Ahora, que es una misión cuasi imposible... sí, lo es. Hay como un pacto no escrito del corporativismo político de reivindicar esas cosas. Cuando Magurno presentó su renuncia al Parlamento terminamos en una especie de sesión homenaje y el centro de los discursos era una reverencia a la gauchada. Está bien, la libertad es libre y hay políticos que reivindican eso. Yo no estoy.

25) ¿Hay vicios del sistema con los que has tenido que transar?
No hablaría de vicios, sino de códigos. Uno es la disciplina partidaria... qué te parece. Haber tenido que retirarme de sala cuando se votó la despenalización del aborto y no haber podido votar por disciplina partidaria me amargó todo el verano.

"Hay tres partidos tradicionales, no alimentemos polarizaciones absolutamente inútiles como muchas veces hacemos buscando rédito electoral"

26) Son cosas distintas, me refiero por ejemplo a que la política es como un teatro en el que se monta una escena en la que cada actor interpreta un papel y actúa en función de réditos electorales.
Yo no estoy de acuerdo con eso, tengo una visión bastante diferente. Es un dato de la realidad, sería necio negarlo, que los actores políticos miran y calculan las consecuencias de sus actos. Hay políticos que cuando se apaga el micrófono de la sesión, con haber dejado sentada su posición no les importa más el tema, ni lo disfruta ni lo sufre más. Pero también me consta que hay compañeros de todos los partidos para los que la política no es una actividad utilitaria en la que se posicionan según lo que entienden que la gente espera. A mí lo de la despenalización me afectó muchísimo, como también me fui muy amargado el día de la votación sobre el cannabis porque yo creía que había que votar ese proyecto. Otro asunto similar es el del acuerdo con el Partido Nacional (para las elecciones departamentales). Algunos compañeros me dicen que salí bien parado, que ya tengo mi botín de visibilidad, pero yo no lo puedo procesar así. No soy necio, veo que ese botín existe pero no lo hago por eso.

27) ¿Es asunto cerrado el de tu candidatura a la Intendencia?
Sí claro. Yo podía ser candidato por el Partido Colorado. Las circunstancias políticas se fueron dando de la manera que todos conocemos, con el acuerdo en medio, la ciudadanía colorada lo laudó a través de la Convención Nacional y ese mismo día yo escribí una carta donde ratifiqué que para mí es un error y que no me sentía en condiciones de encabezar algo en lo que no creo.

28) ¿No crees que tenés más diferencias dentro de tu partido que con algunos blancos?
(Piensa) No. Es cierto que en mi partido tengo diferencias y algunas son importantes, te diría que dentro de mi sector tengo diferencias.

29) Entonces ¿las actuales divisiones partidarias no responden más a la historia que a visión de país o proyectos?
Bueno, yo he dicho alguna vez y lo vivo así, que tenemos que ir a una redefinición y actualización del sistema político, que significa renovar el compromiso de los partidos que existen y sincerar la discusión entre los partidos. Yo siento que en realidad las diferencias o coincidencias a las que vos apuntás no son entre colorados y blancos, son entre los tres partidos: los tres nos parecemos cada vez más. Y es hipócrita y es trampear la realidad querer vender que hay diferencias gigantescas. Hay matices, encares diferentes, historias, pero el comportamiento de los partidos cada vez es más parecido en todos, incluyendo al Frente Amplio. Hay que actualizar y sincerar eso y no seguir estafando a la gente. El Frente eso lo va a pagar a corto plazo: no puede seguir hablándole a la gente de la liberación nacional y el socialismo. Eso es mentira.

30) ¿Alguien le habla de eso a la gente hoy, en el Frente?
Todos los comunicados del MPP terminan "por la liberación nacional y el socialismo". ¡Es mentira, no jodamos más con esas cosas! O planteos muy críticos que sigue habiendo dentro del Frente, como algunos del Partido Comunista, que parecen a veces hasta en clave de humor. Por suerte, y para bien, tenemos hoy a Mujica en Nueva York (N de R: se refiere a su comparecencia en la asamblea de ONU) tenemos a Vázquez que más o menos sabemos cómo piensa, no armemos un mapa tramposo del sistema político.

31) ¿Lo que planteás es un "barajar y dar de nuevo", romper las fronteras partidarias y armar otra cosa?
Para mí pasaría por una actitud de los partidos que es de desprendimiento. Hay que reconocer que hoy hay tres partidos tradicionales, en el sentido que cada uno tiene su tradición en la política uruguaya, y no alimentemos polarizaciones absolutamente inútiles como muchas veces hacemos buscando rédito electoral. Yo no soy antifrentista, no tengo ese sentimiento que tiene un porcentaje de la población que no es bajo.

32) ¿Estás hablando de nuevas organizaciones políticas que superen las actuales estructuras?
Hoy estamos estancados en compartimientos que se llaman Partido Colorado, Partido Nacional, Frente Amplio. Hoy seguramente hay gente dentro del Frente Amplio que tiene más coincidencias conmigo que con Lorier. Por eso cuando se habla de familias ideológicas yo digo que no existen, de ninguna manera. Quizás en algún momento fueron funcionales desde el punto de vista electoral, es necio negar que hubo una convivencia de blancos y colorados desde que surgió el Frente disputando el poder, pero eso hay que pensar en cambiarlo. Pero no porque yo tenga algo contra los blancos.

"Hoy seguramente hay gente dentro del Frente Amplio que tiene más coincidencias conmigo que con Lorier"

33) ¿Qué significa cambiarlo?
Significa que mañana el Partido Colorado pueda perfectamente coaligar con partes del Frente ya sea en temas puntuales o rumbo a elecciones.

34) Eso significaría crear nuevos partidos.
No sé si crear nuevos partidos porque éstos tiene un anclaje muy fuerte, ese sería un idealismo impracticable. Pero depende de nosotros los políticos sincerarnos. Estamos llegando a una elección y Tabaré, por ejemplo, entra al escenario y divide. Y la oposición también se ve tentada a dividir al país en dos, y esa para mí no es la realidad, no la vivo así. Y además intento que no sea así, que a mediano plazo se generen cambios en ese sentido: en el sinceramiento, en que no existan sentimientos "anti", que haya una cosa mucho más desintoxicada.

35) En una entrevista que te hice en setiembre de 2010 dijiste que claramente te sentías más cerca de Mujica que de Luis Alberto Lacalle, sin embargo en el balotaje de 2009 votaste a Lacalle. ¿Por qué?
Te lo dije en esa entrevista. El Comité Ejecutivo Nacional (del Partido Colorado) dimos la discusión y cada uno expresó su opinión. Pedro (Bordaberry) el mismo día de la elección dijo que en la segunda vuelta iba a votar a Lacalle pero que el Comité Ejecutivo resolvería qué hacía el Partido. Yo di mi parecer en el sentido de que el Partido no tenía que expresar un apoyo a nadie, no me acuerdo si fui el único. Algún día alguien agarrará las actas de esa sesión porque creo que tienen un valor interesante. Pero como yo era el presidente de esa sesión tuve que ser el vocero y te dije en aquella oportunidad que con mucho dolor voté lo que voté en el balotaje pero no me arrepiento porque fue una situación de responsabilidad partidaria y de coherencia con mi partido.

36) Pero si no hubiera existido esa situación ¿tu voto habría sido para Mujica?
Puede ser sí... seguramente sí.

37) Además de la decisión partidaria, ¿internamente no te habría pesado votar a Mujica?
Vos sabés que creo que no... de verdad creo que no.

38) ¿Y si la próxima segunda vuelta es Tabaré contra un blanco?
No, no va a ser... no va a ser. No me imagino ese escenario.

"-Pero si no hubiera existido esa situación (una decisión partidaria) ¿tu voto (en el balotaje de 2009) habría sido para Mujica?
-Puede ser sí... seguramente sí"

39) Bueno, andá imaginándotelo, porque al menos por ahora es el escenario más probable.
Ah bueno, pero de verdad yo estoy convencido de que el balotaje va a ser entre el Partido Colorado y el Frente Amplio. Concretamente entre Tabaré Vázquez y Bordaberry. Y no es una arenga, por lo que veo en las encuestas y los movimientos que va a haber de aquí hasta octubre de 2014 creo que Pedro va a ganarle a Larrañaga y por eso va a ser el contendiente de Tabaré.

40) ¿Podrías ser compañero de fórmula de Bordaberry?
(Piensa y sonríe) No me da la edad... ¿no? Tengo 31 y creo que tenés que tener 35 para ser vicepresidente.


Montevideo Portal / Gerardo Tagliaferro
Fotos: Juan Manuel López
Por comentarios: tagliaferro@montevideo.com.uy