El equipo uruguayo mostró haber estudiado al conjunto mexicano, y salió a presionarlo en tres cuartos de cancha desde el primer minuto. Los defensores, firmes en el mano a mano pero flojísimos con la pelota en los pies, no tuvieron empacho en despejar el balón sistemáticamente al lateral.
Por esa fragilidad defensiva, Luis Suárez a los 5’ quedó mano a mano con Oscar Pérez y falló su definición, pero mostraba el camino. La presión sobre la salida azteca seguía siendo una constante y complicada a los zagueros Rodríguez y Moreno, de floja labor.
Sin embargo, la actuación mexicana no se limitaba a los errores defensivos, y con mayor posesión de bola tuvo una sola situación clara de gol. Un tremendo zurdazo del volante Andrés Guardado, quien remató desde poco más de 30 metros estrellando el balón en el horizontal a los 21’, minutos después de la noticia del primer gol de Sudáfrica ante Francia.
Los dirigidos por Javier Aguirre tuvieron más la pelota en la primera mitad, pero no capitalizaron ese dominio en posibilidades de riesgo, ya que siempre chocaron con una defensa celeste muy bien parada. Se destacó la marca de Jorge Fucile sobre el hábil Giovanni Dos Santos, y el trabajo de los zagueros con Guillermo Franco, dejándolo recibir en pocas oportunidades y sin permitirle girar hacia su pierna.
Uruguay seguía plantado atrás pero saliendo de contragolpe, pronto para generar errores defensivos del Tri y parado con dos líneas de cuatro. Es que Edinson Cavani se posicionó como número ocho, bien abierto sobre la derecha en zona de volantes.
Por ese sector fue que llegó el primer tanto celeste, justamente por un desborde del hombre de Palermo. El salteño recibió un pase largo de Diego Forlán, se mandó por su carril y colocó un centro certero para que su coterráneo Luis Suárez le ponga la frente al envío.
Tremenda definición para el 1-0 con el que el encuentro se fue al descanso. A partir de allí, el trámite fue un monólogo mexicano, que introdujo variantes ofensivas pero careció de profundidad.
Uruguay apenas inquietó con un cabezazo de Diego Lugano, bien tapado por el Conejo Pérez, y un remate de Cavani sobre el final del partido que también generó una atajada del guardameta.
El resto del segundo tiempo, se jugó en campo uruguayo. Aguirre sacó a un inexistente Cuauhtemoc Blanco y colocó a Javier Hernández, mandó al volante Israel Castro por el defensor Moreno, y ya había dado ingreso a Pablo Barrera, el hombre más peligroso de la ofensiva, en lugar de Andrés Guardado.
Jorge Fucile siguió borrando del mapa a Dos Santos, quien se limitó a tocar hacia los costados y poco más. La defensa mostró alguna desatención que no pudo ser capitalizada por los aztecas, sobre todo en jugadas de pelota quieta.
A 15 minutos del final, Tabárez le bajó la cortina al encuentro y sacó a un extenuado Álvaro Pereira, dando ingreso a Andrés Scotti para armar una línea de cinco en el fondo.
Ya no hubo más posibilidades de gol. Ya no hubo más especulaciones. Uruguay logró el primer lugar del grupo, mantuvo su valla invicta y mandó a México a jugar con Argentina en octavos de final.
La celeste, 56 años después, ganó su grupo, consiguió dos victorias consecutivas en Mundiales, y se prepara para chocar con Corea el próximo sábado.