Apático, displicente e irreconocible. Así estuvo Brasil en el primer tiempo ante Corea del Norte. La certeza de que se llevaría los tres puntos tarde o temprano, le jugaron una mala pasada a los dirigidos por Dunga, que no tuvieron la actitud ni las ganas de ganar que habitualmente muestra un seleccionado en su debut.
Con pisadas y lujos desde los primeros minutos, los jugadores verdeamarelos se cansaron de tocar la bola para los costados pero en pocas ocasiones pudieron vulnerar los laterales y dañar por el medio con su habitual toque.
Michel Bastos y Maicon subieron hasta por inercia, pero sin profundidad. Elano y Robinho abiertos no pesaron al tiempo que Kaká estuvo perdido y sin espacios. Por lo tanto, Luis Fabiano fue poco abastecido.
A su frente tuvo un rival que le jugó de manera inteligente acorde a sus posibilidades. Los norcoreanos defendieron con dos líneas de cuatro que no mostraron fisuras y se pararon a no más de 20 metros una de la otra, dejando en ofensiva demasiado aislado a su número 9 Tae Se, quien nunca pudo conectar con Yong Jo.
¿Es un riesgo defender así y tan cerca de su área? Sin lugar a dudas lo es, pero no existe otra alternativa cuando se enfrenta a un rival tan superior.
El cerrojo defensivo le sirvió para aguantar un tiempo el score en cero ante uno de los candidatos naturales para llevarse el Mundial.
Dado el trámite del encuentro, restaba saber cuánto demoraría en llegar el gol de los norteños. La incógnita se terminó a los 9’ de la segunda mitad, cuando Maicon picó por derecha y legó hasta el fondo gracias a una habilitación de Elano. El lateral, a centímetros de la línea final, le entró a la bola con tres dedos y la clavó en el primer palo, entre el caño y el arquero. Típico golazo con sello de calidad verdeamarela.
El planteo defensivo norcoreano se mantuvo, y el dominio siguió siendo de Brasil, que llegó al segundo por medio de Elano. El volante recibió un soberbio pase en profundidad de Robinho, y ante la salida del meta asiático definió de primera y cruzado con derecha.
El partido se cerró con ese tanto, aunque hubo espacio para la incertidumbre. A los 89’ descontó Yun Nam, filtrándose en la defensa del scratch y rematando con zurda ante la salida de Julio César, quien hasta ese entonces había sido un espectador de lujo.
Fue justo el triunfo brasileño, y de proponérselo pudo haber hecho más goles. No deja de ser candidato por un compromiso opaco, pero tiene que mejorar para revalidar su chapa de favorito frente a Costa de Marfil y Portugal.
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