ENVIAR A UN AMIGO / RECOMENDAR | 12.09.2003 |
Completa los datos del formulario para recomendar esta nota EL DÉBIL DISCURSO DEL PAPAAgotado12.09.2003Juan Pablo II tuvo que renunciar a la lectura de su discurso nada más balbucear el primer párrafo. La saliva, los problemas respiratorios y la dicción incomprensible le obligaron a entregárselo a un sacerdote subalterno de la Secretaría de Estado. |