Contenido creado por José Luis Calvete
Surf
Más arriba imposible

Santiago Giovannini, el uruguayo que soñaba pararse en una tabla y surfeó una ola gigante

Llegó a Hawái para la temporada de olas y brilló en un swell histórico: “Para que vuelva a pasar algo así pueden pasar 20 años”.

01.02.2023 12:13

Lectura: 5'

2023-02-01T12:13:00-03:00
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Santiago Giovannini es un surfista uruguayo que, durante uno de los swelles más grandes de las últimas décadas en Hawái, tomó una de las olas más imponentes de la jornada y le dio un valor histórico. Ocurrió el 22 de enero en la isla de Oahu, en un Outer Reef ubicado en la costa norte de la isla.

“Se estaba haciendo el Eddie Aikau en Waimea Bay, un campeonato de olas grandes que se realiza solo si las olas alcanzan el tamaño de gigantes durante todo el día”, contó a FútbolUy desde Hawái. El mote de “gigante” para una ola requiere, como mínimo, 10 metros.

“Tienen que estar la marejada y las condiciones correctas para que se pueda surfear. Sucede una vez cada muchos años. Hacía más de dos décadas que no había una marejada de ese tamaño con las condiciones correctas para poderla surfear”, explicó el montevideano, nacido en Villa Dolores hace 33 años.

“Una ola gigante en un swell de los más grandes de las últimas décadas”

“No es solo la ola en sí. Es todo lo que genera llegar hasta ahí. La ola rompe en altamar, casi a un kilómetro de la costa, y tenés que ir remando 25 minutos desde la playa. Vas sorteando corrientes y olas que rompen en el camino”, agregó Santiago, quien tiene sus orígenes surfeando en Punta del Diablo.

“En el Outer Reef había series de olas que cerraban toda la costa y eran imposibles remando. Era el tamaño máximo que aguantan las rompientes”, contó, y recordó que “había hawaiianos, argentinos, peruanos y australianos” en el agua, donde destacó la “tremenda hermandad y buena onda” entre ellos.

“Fue un swell de los más grandes de las últimas décadas, y yo me llevé una de las olas más grandes del día, que es un valor agregado e histórico. Para que vuelva a pasar algo así pueden pasar 20 años”, destacó, y recordó la adrenalina del momento en el que los locales le marcaron la ola y le gritaron “you go, Santi”.

“Feliz de haber salido con vida”

Había gente en motos de agua tomando fotos, mirando y algunos asistiendo de manera voluntaria para hacer rescates. En su caso no fue necesario. “Agarré una

ola que fue de las más grandes del día agarradas a remo, luego se me rompió la tabla y conseguí otra más corta, pero con esa no pude agarrar nada. Mi tabla era un 11'2, que mide casi tres metros y medio”, narró.

“Luego salí nadando, que es igual o más trabajoso que la entrada. El mar estaba fuera de control, era como jugar una final del mundo sin tarjeta roja, todo podía pasar”, explicó, por lo que regresó a la arena “feliz de haber salido con vida, sano y salvo”.

Santiago se dedica al “freesurf” y no compite. “El surfing es una pasión y nos da la posibilidad de disfrutarlo sin tener que compararnos con otros. Yo siempre digo el mejor surfista es el que más se divierte en el agua. Entreno tanto dentro como fuera del agua para mantenerme en forma, para progresar y corregir errores técnicos”, dijo, consciente de estar muy por encima de sus expectativas en comparación con la primera vez que se paró en una tabla.

Foto: @hankfotomyworld

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“En mis inicios me costó muchísimo aprender a surfear. Era gordito y solo podía arrodillarme en la tabla. Para mí ya era un sueño el solo hecho de poder pararme en una tabla. Luego, entre los 17 y los 21 años, tuve una época un poco oscura, alejada del mar, con mucha vida nocturna y poca vida saludable. ¡Llegué a pesar 121kilos! Miraba al espejo y no me reconocía”, recordó.

Luego, después de una “fuerte rehabilitación”, encaminó su camino y pudo surfear su vida. “Viajé desde Uruguay hasta México por tierra durante casi seis años, haciendo las changas que salían para sustentarme y poder seguir viajando. De a poco me fui poniendo en forma de nuevo. A los 26 me radiqué en México y hoy tengo un centro donde hago terapias regenerativas para surfistas y tambien soy entrenador/asesor de surf de manera online”, contó.

“Vine por primera vez a Hawái el pasado noviembre a surfear la temporada de olas, y nunca me imaginé que me iba a tocar vivir algo así”, valoró Santiago, quien partirá hacia Tahití a seguir surfeando después de que termine la temporada en Hawái, donde se encuentra trabajando, y posteriormente retornará a México en junio, “cuando empieza la temporada de olas allá”.

Foto: @hankfotomyworld

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