Seré curioso

SERÉ CURIOSO

Valenti: “El alma de la LUC es hablarle al pequeño enano fascista que llevamos dentro”

El coordinador de la campaña por la derogación de 135 artículos de la LUC dice que el gobierno que pregona la libertad es anti-liberal.

27.01.2022 09:42

Lectura: 26'

2022-01-27T09:42:00-03:00
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Por César Bianchi

Fotos: Javier Noceti / @javier.noceti    

Es el hombre del momento: “El Tano” Esteban Valenti (73) desfila por cuánto micrófono le ponen delante para decir que él no es necio, y por eso cambió de opinión. Siempre estuvo contra la Ley de Urgente Consideración (LUC), aclara, pero antes -y su cuenta de Twitter lo condena- entendía que no valía la pena embanderarse con esa causa, ni salir a juntar firmas. Llegó a decir que él no firmaría (y firmó), y a sugerir que había que dejar gobernar al Poder Ejecutivo elegido. Le erró, reconoce, porque sólo los necios se aferran a su verdad cuando la realidad los cachetea.

Valenti -publicista, escritor, militante de izquierda, pinta de dandy con el cabello y la barba cana hace rato- ha sido un desencantado del Frente Amplio. Quizás por eso hoy es resistido dentro de la que fue su colectividad. Pero está acostumbrado, dice, a trabajar con las balas del fuego enemigo como escenario habitual. Que, en cambio, le peguen de “la derecha” le significa “un honor”, asegura. Él nunca les hizo un guiño, se jacta. Por eso es que la alianza de su agrupación Navegantes con el Partido Independiente naufragó. “Selva (Andreoli) dijo al aire: ‘No vamos a votar a Lacalle en segunda vuelta’, y se pudrió todo”, resume.

Orgulloso de no cobrar ni un peso para coordinar la campaña por el SI a la derogación de 135 artículos de la LUC –“es lo que corresponde”, dijo-, Valenti dice que lo que está en juego no son las leyes, sino “el alma” que las sustenta. Dice que el gobierno está imbuido de un espíritu “profundamente anti-liberal”: pregonan una “libertad para pocos” y no para todos. Por eso, asegura, dejar la LUC como está sería “un retroceso”, aunque reconoce que nunca hubo el tal “gatillo fácil”.

Sobre el final, Valenti -quien le manda un mensaje al panelista Robert Moré, y que cuestiona a Graciela Bianchi, a Pablo Mieres, a Gustavo Zubía, y al Partido Comunista en el que estuvo 30 años- se quiebra recordando a su hijo Pablo, fallecido hace seis meses de complicaciones derivadas del coronavirus, a los 52 años. Y dice que ya no podrá volver a ser feliz.

"Yo, ¿qué gesto de traición he tenido? No voté a la derecha nunca. Es más, el proyecto político que teníamos, apenas quisieron ponernos como condición que teníamos que votar a la derecha, se partió"

-Nació en Italia, creció en Argentina y cuando tenía 8 años se vino con su padre a Uruguay. A los 14 se afilió a la Juventud Comunista y luego, en el PCU, estuvo 30 años. Lleva 62 años de militancia política. ¿Recuerda qué episodio lo hizo de izquierda?

-Recuerdo dos circunstancias: uno bien material histórico y otra intelectual. El material histórico fue la Revolución Cubana. Pero antes que eso, fue con un grupo de amigos de Malvín que nos juntábamos, en un clima intelectual -aunque teníamos 14 años- a discutir obras… La primera obra marxista que leí fue Materialismo y empiriocriticismo (Lenin, 1909), de la cual entendí el 10%. Pero me excitó intelectualmente. El Capital (Marx, 1867) lo leí después de haberme ido del Partido Comunista. Fueron esos dos gérmenes: la revolución cubana, y ese grupo de cinco amigos que discutíamos en Malvín sobre los temas de la realidad política.

-¿Qué piensa de esa frase de Churchill que dice: “El que no es de izquierda a los 20 años no tiene corazón, pero el que a los 40 lo sigue siendo, no tiene cerebro”?

-Yo reconozco una de (Vladimir) Putin: “Si no tenés añoranza del comunismo, no tenés corazón, si tenés añoranza del comunismo, no tenés cabeza”. Es una buena definición. Desde el punto de vista de la edad, es una ridiculez (la expresión de Churchill). Lo desmiente la historia permanentemente. En mi caso, en absoluto ha pasado. Yo me considero, incluso, más radical. Yo considero que lo más radical que hay en la izquierda es su método de pensamiento. Y la base del método de pensamiento en la izquierda es cuestionar, criticar. Si uno es crítico con un sistema mundial, ¿cómo no voy a ser crítico con tu propia conducta política?

-Aunque muchos lo tilden de “traidor”…

-Sí, sí. Cuando te hacés fanático, o cuando crees que la verdad está absolutamente prisionera de un lado, y no se puede cuestionar…  A lo largo de la historia, los que cuestionaron realmente sus ideales, los reformistas de la Iglesia Católica eran “traidores”: los luteranos, los calvinistas. Te podría decir lo mismo de muchas otras cosas. Yo, ¿qué gesto de traición he tenido? No voté a la derecha nunca. Es más, el proyecto político que teníamos, apenas quisieron ponernos como condición que teníamos que votar a la derecha, se partió.

-Se refiere a su sector Navegantes y La Alternativa que lideraba Pablo Mieres…

-Claro. Entonces, ¿qué gesto he tenido yo de complicidad con este gobierno, al que considero de derecha, y cada día más de derecha? No he tenido ninguno. 

-¿Por qué no funcionó La Alternativa, con Mieres y el sector de Fernando Amado?

-Porque nosotros dijimos la verdad. Lo dijo Selva (NdeR: Andreoli, su esposa): “Nosotros no vamos a votar a los blancos en la segunda vuelta”. Lo sabían desde antes, eh. Lo que pasa es que Selva dijo al aire: “No vamos a votar a Lacalle en segunda vuelta”, y se pudrió todo. Es fácil de explicar, eh. Sacaron el 1%, pagaron un precio político tremendo, pasaron del 3 al 1%, pero tienen más cargos que votos.

"¿Por qué cambié de opinión? Primero, por 800.000 firmas. Segundo, el análisis más refinado de los 135 artículos, y de su alma. Y el gobierno, el accionar del gobierno. Hablo del uso y el no uso de los artículos de la LUC"

-¿Por qué aceptó dirigir la campaña contra los 135 artículos de la LUC?

-Yo empecé creyendo que era un error, que tanto la junta de firmas como el referéndum era poner todos los temas en un solo punto. Después me di cuenta, por fuerza de la realidad, que fue cambiando, que de 50 firmas que juntaba cada uno de los que juntaba, se juntaban de a 250 cada uno. ¿Por qué? Porque la misma aplicación de la ley, o la no aplicación de la ley, expresamente, en algunos casos…

-Se refiere a no aumentar los combustibles…

-Sí, a eso, y a no pasar el 25% de los recursos del narcotráfico al Fondo Nacional de Recursos, por ejemplo, que no está entre los 135 artículos, pero no se cumple. Dos cosas me hicieron cambiar de opinión: primero, cambió la situación. Solo los necios creen que vale más su opinión que la realidad. La realidad es que 800.000 uruguayos dijeron que sí, que querían que hubiera una consulta sobre esos 135 artículos. Yo empecé a escribir, y hace mucho tiempo escribo contra los 135 artículos. Yo nunca apoyé la LUC, eh… Y me puse a estudiar más la LUC.

El otro factor fue ideológico-cultural, que es el alma, lo que hay debajo de la LUC. Arriba está el texto, que no todo es igual, no todo es tan grave, pero es un texto con una lógica común, y abajo hay un alma.

-¿Cuál es ese alma?

-Ese alma tiene que ver con un mensaje, y una definición ideológica profundamente anti-liberal, que es la libertad para pocos, contra la libertad para todos, que es el gran sentido del liberalismo auténtico (no hablo del liberalismo económico).

-Se empezó a atajar antes que yo le pregunte. Usted había dicho que no iba a firmar contra la LUC. Hay tuits suyos que lo condenan. "No comparto (la) esencia de la LUC. sí algunos artículos. Pero convocar a un referendo contra la LUC, parcial o total, es un grave error, es la falta de audacia y creer que con los mismos métodos en épocas diferentes se puede avanzar. Será otro retroceso", escribió en octubre de 2020. En marzo de 2021 tuiteó: "Yo no firmo por el referéndum". ¿No firmó?

-Firmé, sí, claro. Yo soy parte del último envión. Entre esos tuits y mi firma, cambié de parecer, reconociendo que me había equivocado, porque se llegó a 800.000 firmas, y porque la gente entendió que una parte de la LUC (un tercio) era un retroceso. Me equivoqué, me lo hizo ver la gente. Me contactó Gerardo Rodríguez, de Fancap (el sindicato de Ancap), porque me había escuchado hablar contra la LUC.

Esta campaña no es de izquierda, esta campaña no es un problema del Frente Amplio o del Pit-CNT. Cambió. ¿Por qué? Porque se adueñaron del referéndum 800.000 uruguayos, con sus razones, y sobre todo los últimos 400.000, con los que nadie soñaba porque las encuestas decían que no se iba a llegar. Y se llegó.

-¿Qué cosas lo hicieron cambiar de opinión?

-Primero, 800.000 firmas, porque eso me desmintió lo que yo pensaba. Segundo, el análisis más refinado de los 135 artículos, y de su alma. Y el gobierno, el accionar del gobierno. Hablo del uso y el no uso de los artículos de la LUC. Estos 135 artículos tienen, en su alma, un resorte que va a saltar después del 27 de marzo. Primero, el precio de los combustibles. No lo pueden sostener más. No pueden violar el artículo de la LUC y manipularlo. Se terminó el viento de cola, que me parece muy bien que lo hayan aprovechado. Gritaron “¡hay viento de cola!” durante 15 años, y ahora bien que lo aprovecharon vendiéndole energía a Brasil, pero se terminó.

Segundo, la Ley de Medios, está pactada. Esperan a después para presentarla. Tercero, está el tema del puerto de Montevideo. ¿Tiene que ver con los 135 artículos? No, tiene que ver con el alma de los 135 artículos. Y con otra cosa: convencieron a los belgas (se refiere a Katoen Natie) de esperar al 1° de abril, violando el decreto (que no se puede violar), es ilegal, pero como no quieren que le explote el conflicto en el puerto de todas las empresas que trabajan en los muelles públicos (son 800 trabajadores que no van a tener dónde ir, y son altamente especializados), esperan al 1° de abril. Te digo que el 1° de abril empieza el monopolio del puerto.

"El alma de la ley es hablarle al pequeño enano fascista que todos llevamos dentro, y eso es peligrosísimo en una sociedad. Es apelar a lo peor, a lo básico, lo elemental"

-En febrero de 2021 usted dijo en En Perspectiva que es un error del FA "jugar todo a una carta" que era tirarse contra la LUC, y verla "como el diablo". Además, dijo que quitarle esos 135 artículos de un buque insignia como la LUC sería un palo en la rueda y no dejarlo gobernar. Sostuvo que le parecía de "falta de rumbo" tirarse contra la LUC. Y le dijo al frentista Martín Couto que no se veían hechos notorios contra la legítima defensa. "Los muertos por gatillo fácil no aparecen", le dijo usted. ¿Aparecieron después los muertos por gatillo fácil?

-No, absolutamente no. Hay más gatillo que antes, de eso no hay duda, pero no es gatillo fácil. Gatillo fácil es lo que pasa en Argentina, Brasil, en Chile con las protestas populares. Acá no hay. Pero está habilitado. ¿Y sabés por qué me preocupa? No solo por el gatillo fácil, sino porque en los países civilizados del mundo con manchas de incivilización (la violencia doméstica, los crímenes, las cárceles, y la cantidad de presos) yo te digo lo siguiente: si vos mirás películas ves que en los países donde hay gran violencia de parte de las autoridades, la sociedad en su conjunto se hace muy violenta. En los países más civilizados las armas no las lleva la Policía, la llevan los escuadrones especiales (Gran Bretaña, Suecia, Finlandia, Islandia, etcétera).

Y otra cosa paradojal: si vos me vas a decir a mí que me vas a proteger mejor, que la Policía me va a proteger mejor, ¿por qué me decís que me arme? Porque la señal es que me arme. Si vos me decís que podés matar a un tipo que entra a mi casa y no voy a ser inculpado, me estás diciendo que puedo armarme. En el país que tiene más armas por habitante de América Latina, eso no pasó, porque la gente decente, es civilizada, y porque sabe que tiene casi todo para perder.

-Usted está armado…

-¡Te lo dice alguien que es tirador ambidiestro! El alma de la ley es hablarle al pequeño enano fascista que todos llevamos dentro, y eso es peligrosísimo en una sociedad. Es apelar a lo peor, a lo básico, lo elemental.

-Usted también había criticado ponerle “palos en la rueda” al gobierno que había ganado en las urnas en 2019. ¿Y ahora?

-Bueno, comprobé un hecho: somos malísimos ponedores de palos. ¿Por qué? Porque les votamos cientos de los casi 341 artículos que no están en discusión, y no se los cuestionamos. No hay ningún gobierno en la historia del país que haya tenido de saque 341 artículos de una ley, para empezar, a su servicio.

A dos años de haber asumido este gobierno, anular 135 artículos de esta ley, y dar la batalla en el debate contra el alma de este gobierno, está bien. Me parece muy importante dar esta lucha. Te digo más: si no se hubiera hecho, se estarían discutiendo detalles, cosas pequeñas. Y esto es el corazón de la cosa.

-Le pegan de todos lados: desde el oficialismo utilizaron con habilidad sus tuits de hace un año, los usan con ironía, como el colorado Felipe Schipani…

-Eso me deja contento, porque quiere decir que estoy jugando mi papel. Empezó la campaña hace 48 horas, y lo noto, lo veo. Lo que yo tenía que hacer: informar, divulgar, lo estamos haciendo.

-Ahora, desde el FA muchos tampoco lo quieren. Según publicó la diaria, desde el PCU (sector que usted integró durante décadas) están en contra de su designación por su "continua prédica contra el FA, organizaciones sociales, sindicatos y el Pit-CNT". Los legisladores Gerardo Núñez y Oscar Andrade se mostraron contrarios a su nombramiento.

-¿Cómo puede salir mi nombramiento por unanimidad en el FA y el Pit-CNT contra la opinión del Partido Comunista, que tiene un peso decisivo? El PCU votó, junto a los demás sectores, mi designación. Andrade dice algo con razón: dijo que las firmas se juntaron recurriendo a la gente en los barrios. Precisamente: nuestro proyecto tiene eso como centro, con un agregado: la militancia en los barrios. Sin eso no ganamos. Tenemos el problema de la pandemia, que nos limita extraordinariamente. Y estamos haciendo un gran esfuerzo en las redes. Sin la militancia en la calle, y la militancia electrónica, en las redes, no ganamos.

-No debe ser fácil trabajar con fuego amigo...

-No, no, el fuego amigo lo he recibido durante mucho tiempo, soy especialista en eso. Yo hice la campaña de 1989, estando en el PCU (la de “La Paradoja”) con fuego amigo. Había gente de la 1001 que estaba en contra de esa campaña. Cuando uno quiere jugar batallas importantes, tiene que saber que esa es una posibilidad.

"El tema de la ley de alquileres es libertad para pocos contra la libertad para muchos. Lo más grave, lo que desnuda más el alma de la ley es el tema de la portabilidad numérica. Lo que quiere introducir es el repliegue del Estado"

-¿Dónde está lo más nocivo de esos 135 artículos en discusión?

-El tema de la ley de alquileres es libertad para pocos contra la libertad para muchos. Eso es muy malo, porque además, es una filosofía del egoísmo. Lo más grave, lo que desnuda más el alma de la ley es el tema de la portabilidad numérica. Lo que quiere introducir es el repliegue del Estado totalmente. El Uruguay tiene un privilegio que lo conquistaron los uruguayos ganando el referéndum de 1992 por 3 a 1 al proyecto de ley de Lacalle (Herrera) de vender las empresas públicas. Me vinieron a buscar a mí, y a un equipo. Y mirá: en 30 años tenemos a la mejor empresa de telecomunicaciones públicas de América Latina por lejos, que tenía el 52% de los usuarios y ahora tiene el 48%, tiene la mejor conexión de internet a través de múltiples canales, tiene el más moderno data center, un edificio impresionante, construyó (con polémica) un Antel Arena. En definitiva: es una empresa única. ¿Y nosotros la vamos a vender en pedazos? Porque se va a vender en pedazos, ese es el objetivo.

-¿Y no hay nada bueno? Los policías dicen sentirse más seguros con la LUC, por ejemplo. Me lo dijo Patricia Rodríguez de Sifpom para este espacio. A su vez, bajaron los delitos…

-Eso de que bajaron los delitos es una interpretación de datos. En 2020 bajó un 40% la delincuencia en todo el mundo. Acá bajamos menos. En 2021 ya bajó mucho menos la delincuencia que en 2020, por eso hacen la comparación de 2021 con 2019, para meter en el medio 2020. Yo creo que en 2020 jugó un papel decisivo (Jorge) Larrañaga, que se puso la Policía al hombro. Cambió el ministro y también cambió la batalla contra el delito.  Y sobre que los policías se sienten más seguros, a ver… si vos les das una ley que le permite usar las armas con muchas más garantías que antes… En cualquier momento, nos vamos a pasar de la raya.

-Usted ya me reconoció que no hubo gatillo fácil…

-Hasta ahora no ha habido. Pero si vos me abrís la puerta, yo puedo pasar por esa puerta. No pasan porque hay una cultura. La Policía hoy en la Escuela de Policía se enseña a dónde tirar, que no es a matar. Pero abriste la puerta. Como abrieron otra puerta terrible: el de poder levantar los piquetes. Voy a tomar el caso de la movilización en el puerto. Hace dos años, este gobierno lo primero que hizo fue anular el Sitrac, el sistema satelital de control de los camiones. Lo anuló, y en dos años no tuvo tiempo de resolverlo, de proponer otro. En dos años no se pudo controlar para que los camiones paguen al BPS lo que les corresponde, a la DGI, y sobre todo a los trabajadores, y no se puede controlar que no haya gente que esté 40 horas arriba del camión. Eso tiene que ver con todos los uruguayos, porque los camiones son los mayores causantes de accidentes.

Entonces, sacaron el sistema satelital de control de camiones, no pusieron otro, y cuando se hace una movilización con gente sentada en el suelo (no estaban con palos, no tiraron piedras)… Ah bueno, el artículo que permite levantar “de gañote” a la gente, ese se aplicó, pero en dos años no tuvieron tiempo para aplicar un sistema que de no tenerlo causa 30 camioneros muertos y cientos de otros muertos.

-Usted dijo que de parte del gobierno hay un espíritu "anti-liberal". ¿Cómo es eso? ¿Son neoliberales que predican la libertad en todos sus discursos (Lacalle Pou ha insistido con este concepto), pero son anti-liberales?

-La palabra libertad, desde la Revolución Francesa, es la palabra más utilizada y vilipendiada de la historia. Cada uno tiene, además, su propia concepción. La libertad de ellos es la libertad para pocos, como la de los camioneros es la libertad para los dueños de los camiones, pero no para todos el Uruguay o para los que manejan. La de los alquileres es igual: es para pocos. Hay mucho menos gente que ofrece propiedades en alquiler que gente que alquila.

El problema es qué concepción hay. Libertad para que alguien pague 100.000 dólares en efectivo. ¿Sabías que en Europa no se usan más los billetes de 500 dólares? No se aceptan. Es la tendencia mundial: bajar el dinero en efectivo en la calle. No es un antojo, es un principio de la lucha contra el narcotráfico y el lavado de activos. ¿Cuántos uruguayos pagan 100.000 dólares en efectivo? Por otra parte, ¡tenés que llevarlos en un camión blindado! No te los podés poner en el bolsillo.

Y te digo más… Hay 2.000 presos más, ya había 10.000 y era una barbaridad. Decime si entre esos 2.000 presos más hay uno solo por lavado de dinero. ¡No hay! Y antes había. Si vos podés llevarte 100.000 dólares más de una vez, ya está… Juntás cinco tipos y movieron 500.000 dólares. Reitero: está el texto, y está el alma.

¿En qué afectó la LUC? En los alquileres, en los combustibles, afectó en esto: que saquen el control que deberíamos tener en el lavado de activos, afecta a la gente. Le da fuerzas al narcotraficante y a la corrupción. En 496 artículos, ¿vos encontraste alguno que mejore la lucha contra la corrupción? ¡No hay ninguno! Se les olvidó que había que fortalecer la lucha contra la corrupción…

-¿Será una elección de medio término a favor y en contra del gobierno?

-No, no. Yo creo que sería un grave error hacer una campaña a medio término. No por ganar o perder, sino porque reforzaría el alma. Esta no es solo una batalla por las leyes, es una batalla para que el país no retroceda. Si se anulan los 135 artículos, ¿se resuelven los problemas del país? No. ¿Qué es lo que hay pendientes? Hablo de grandes temas: reforma de la seguridad social, de la educación, seguridad. Lo que aprendieron todos (creo que también los tres anteriores del FA) es que cualquiera de esas tres cosas necesitan grandes mayorías nacionales. Es decir, políticas que incluyan al gobierno, la oposición, el Congreso de Intendentes, las organizaciones sociales, la sociedad civil. Si vos no lográs eso, no lo vas a lograr nunca.

-¿Por dónde va a ir la campaña? Digo, en términos de comunicación: ¿va a apostar a los más jóvenes a través de redes sociales? ¿Va a concentrar la campaña en TV? ¿En los afiches y cartelería? ¿Va a apostar a Tik-Tok?

-Vamos a apostar a los jóvenes, sí, a televisión no. En el equipo que estamos armando vamos a reforzar dos aspectos: jóvenes y mujeres, y se nos unió gente de la calle, gente de Tik-Tok, de las redes, gente que nos manda afiches, gente del campo, de Canelón Chico, de Treinta y Tres. Gente que domina las redes 20 veces más que yo. Mirá (los spots) en la web y las redes, que estarán totalmente renovadas…

Hay que transmitir el mensaje de que es una campaña de 800.000 uruguayos que firmaron, y no que es una campaña política y sindical. Y segundo, que ese mensaje lo transmitan decenas de miles de personas en las calles, y en las redes. Las redes son las calles modernas. Va a haber pegatinas en los muros, va a haber muros pintados. Pero antes pegábamos afiches y si el cartel tenía más de cinco palabras, estábamos jodidos. Hoy un tuit tiene 280 caracteres, o muchos más en Facebook, o comunicar en videos por Tik-Tok. Se puede calcular cuánta gente pasa por la avenida y ve carteles grandes -que no vamos a usar porque no tenemos plata-, pero en redes te ven 10 veces más, y se puede saber cuánta gente lo vio.

-¿Qué valoración hace de que la Corte Electoral le haya dado el celeste al gobierno y el rosado a la oposición? ¿Es una minucia o es sintomático?

-Es sintomático. Y es pésima mi valoración. Están usando el celeste como argumento central, como si no fuéramos todos uruguayos. Te cito otra paradoja: el plebiscito de 1980, bajo la dictadura, asombró al mundo, primero porque los uruguayos fueron a votar y le ganaron a la dictadura; y después porque la Corte Electoral defendió ese resultado. Esa misma institución, que siempre fue garantía de imparcialidad, ahora le da el celeste a pedido al gobierno. Ayer uno decía: “Mi cielo es celeste, por eso voto celeste”. ¿Y el mío de qué color es? ¿Es rosado? Ponele que cuando se va o se pone el sol el cielo es rosado. No voy a decir que los amaneceres y los atardeceres son nuestros… O usar la camiseta de la selección, o el “Vamo’ arriba la Celeste”… Cuando esto empezó yo dije: “Es una maniobra, no tengo dudas”. Pero ese no es el problema fundamental. El problema fundamental es cómo se hace la comunicación. Yo no me voy a poner a discutir sobre la comunicación anterior… Nosotros empezamos de cero.

-Un spot anterior a que usted asumiera decía que, con la LUC, la educación se iba a privatizar. Usted sabe que no es cierto…

-Absolutamente, no es cierto. Pero no tenemos tiempo de revisar lo que se hizo antes. Lo grave es que se quiera hacer una reforma de la educación sin las personas que van a tener que aplicarla: los docentes.

"Bianchi está buscando su espacio en el espectro multicolor a codazos, con los tapones de punta. Recibió el repudio más grande en mucho tiempo: de abogados, jueces, fiscales, de todos, porque miente, dice falsedades"

-Usted se fue del FA en el segundo gobierno de Tabaré Vázquez, en 2018. Fue, claramente, uno de los desencantados del Frente. ¿Cuál es su relación actual con esta fuerza política?

-Es contradictoria. Hay cosas que me parecen bien. Fernando Pereira me parece un hallazgo, es un hombre muy inteligente, muy capaz, que despierta los odios de la derecha. La imbecilidad que dijeron porque fue tres horas a José Ignacio, y lo quisieron linchar. Además, sabe negociar, viene del FA… Con otras cosas no estoy tan de acuerdo. Me parece que habría que profundizar en algunos aspectos programáticos de manera implícita. Me parece que el mundo está cambiando a una velocidad que necesita otra elaboración, pero bueno… Te voy a decir una frase de Mao: “Las autocríticas se hacen para adelante”. Y es chino… los chinos no hicieron ninguna autocrítica. Cambiaron todo, menos el Partido Comunista que quedó.

-Se alejó del Frente Líber Seregni que conducía Danilo Astori en 2016. ¿No recompuso su relación con Astori?

-Me alejaron, no me alejé yo. No tengo diálogo con él, pero nos saludamos una vez que yo entraba a “La Tertulia” (de En Perspectiva) y él salía. Debo ser el único caso en la historia de alguien que hace una campaña para un candidato sin el candidato, porque él estaba enfermo, en un hospital (NdeR: se refiere a las internas de 2009). Me maté, porque él se lo merecía, tendría que haber sido el candidato del FA. Él me escribió para felicitarme por la designación de esta campaña, también lo hizo cuando falleció mi hijo. Creo que este país le debe mucho, no solo la izquierda.

-¿Por qué le va a hacer juicio al actor Moré?

-Porque no hay alternativa. Dijo (NdeR: en Polémica en el bar de canal 10) que yo era mafioso, y lo va a tener que demostrar. Si no, en este país, cualquiera puede decir cualquier cosa. Dijo que yo le pasaba sobres a los periodistas. Va a tener que demostrarlo. Yo le pasé lo que él dijo en TV a los abogados, ellos dirán si hay que ir a juicio penal o no. Ya está en marcha eso. Me dice mafioso a mí porque soy siciliano, cuando tuve parientes que lucharon contra la mafia y algunos de mis mejores amigos sicilianos fueron asesinados por la mafia… Lo va a tener que demostrar.

-Hace unas semanas se cruzó con la senadora Graciela Bianchi en Twitter, luego de que ella dijera que el Poder Judicial estaba "infiltrado" por el FA y la Udelar era una "usina de adoctrinamiento". Luego, el diputado Zubía le dio la razón a Bianchi, y ella le contestó a usted en la misma red. ¿Qué lectura hace de estos dichos de la senadora nacionalista?  

-Ella pasó de un fanatismo a otro, con cambio de camiseta. Ella fue afiliada al Partido Comunista, era la secretaria de Germán Araújo. Ella está buscando su espacio adentro de ese espectro multicolor a codazos, con los tapones de punta para cualquier cosa. Esa es su estrategia. Recibió el repudio más grande en mucho tiempo: de organizaciones de abogados, de los jueces, de los fiscales, de todos, porque miente, dice falsedades. El Poder Judicial tiene un mecanismo bastante equilibrado. ¿A veces se equivoca? Sí. ¿Lo voy a criticar cuando se equivoque? Sí. Pero llegar a ese nivel, hablando de la Udelar, donde el voto es universal y obligatorio… No es una opinión, es una grosería lo que dijo. Es la peor política (la que hace), la que aplica Zubía, Bianchi, y también otros… Me atacan siempre con los tapones para adelante. Es un honor.

-Perdió un hijo hace unos meses, en julio de 2021. ¿Cuál es la principal enseñanza que le dejó Pablo, su hijo mayor?

-Primero, me enseñó a ser padre. Yo fui un mal padre. Yo era un padre ausente, yo estuve cuatro años en Argentina y ellos estaban en Italia. Yo después llegué a Italia, me subí a un avión como director de la agencia y antes era un militante full time. Después, nos hicimos grandes amigos, con mis tres hijos biológicos y el hijo de Selva. Y por mis nietos me desvelo: soy muy buen abuelo. Pablo era muy inteligente, muy humano… (A esta altura tiene los ojos rojos, pero se contiene para llorar). Tengo un libro que publicaron sus hermanos de 500 páginas de artículos que subieron a un blog -Peces voladores se llama-, es maravilloso… lo estoy releyendo para reencontrarme con mi hijo… Y te digo una cosa: descubro vetas, sensibilidades, miradas, que en su momento no valoré como debía. Yo nunca más voy a ser feliz, porque pase lo que pase eso hace tac, tac, es la gota inexorable que cae.

-Casi me adelantó la última respuesta… ¿Es feliz?

-Yo tenía un compañero anarquista que me decía: “Vos nunca vas a ser feliz, porque vivís demasiado apurado y ansioso”. En mi vida yo era muy feliz: tengo una compañera maravillosa, tengo cuatro hijos, tengo nueras, tengo unos nietos que los miro y no puedo creer… Pero no puedo (ser feliz), ahora no puedo. Todos me dicen que va a pasar… La felicidad es un instante. El que dice que es feliz es un estúpido.

Por César Bianchi