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¿Cuál es la mejor palabra uruguaya?

"Diccionario del español del Uruguay", una obra "incompleta" que llevó más de 30 años

Un lexicógrafo de la Academia Nacional de Letras explicó el pasado y futuro de la obra, a diez años de su publicación original.

05.12.2021 15:44

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2021-12-05T15:44:00-03:00
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Por Ignacio Palumbo

En 2011, la Academia Nacional de Letras publicó el Diccionario del español del Uruguay (DEU), obra que "constituye un corpus amplio del léxico del habla uruguaya", según reza el preámbulo de la obra. Esto implica términos y expresiones utilizadas en la actualidad —como pueden ser gurí, chamuyar o garra charrúa—, así como también otros antiguos y en desuso —es el caso de balota, estaquear o novela de folletín—.

A diez años de su primera edición, la Academia puso a disposición el texto original con el objetivo de "difundir el diccionario tal cual fue publicado, como una fotografía del quehacer lexicográfico de la Academia, que se recupera aquí con un criterio histórico".

Sin embargo, la obra en sí no posee un criterio histórico. Según contó a Montevideo Portal el integrante de la Comisión de Lexicografía de la institución pública, Juan Justino da Rosa, el diccionario se renueva permanentemente. Desde su primera divulgación se contaba con la intención de actualizarlo y ampliarlo constantemente, comentó el académico.

Un poco de historia

El DEU se remonta a los inicios de la Academia Nacional de Letras, en 1942, narró Justino da Rosa. "Es el objetivo que se fijó en aquel momento: hacer un diccionario de ‘uruguayismos’, como se llamaba en aquel momento. Llevó una cantidad de intentos de recopilación de palabras, sus definiciones, autorizaciones (es decir, búsqueda de citas literarias para confirmar el uso) que nunca se había logrado llevar a la edición", detalló.

Fue recién en 1985 que el proyecto comenzó a tomar más forma. A partir de dicho año se impulsó con nuevas técnicas y equipo de trabajo con "un objetivo de publicación de mediano plazo", hasta que finalmente salió a la luz en 2011.

La mano de obra para este texto abarcó a unas 400 personas. Se formaron comisiones honorarias de trabajo con docentes, investigadores y lingüistas que definían palabras y contribuían información en profundidad. A esto se le suma que el diccionario contó con el apoyo de más de 200 personas de todo el país, a través del correo, para aportar "definiciones y palabras de uso en todo el territorio que no estuvieran en el Diccionario de la Lengua Española", indicó el lexicógrafo.

Según señaló, este método generó un corpus de más de 8.000 palabras que sirvieron de base para actualizar el DEU.

"Fue una tarea colectiva, con una cantidad enorme de colaboradores que dieron su vocación y tiempo para que se concretara, a lo largo de varias decenas de años", recapituló.

Su contenido

El Diccionario del español del Uruguay cuenta con más de 10.000 entradas y más de 14.000 acepciones distintas, estimó Justino da Rosa.

Esto abarca: palabras del español resignificadas (ablandar, hormigón); derivados de uso regional (ablusonar, laciar); préstamos de lenguas tanto autóctonas de América (butiá, chinchulín) como de otras (biscuit, wok), y más. También están incluidas diversas "unidades pluriverbales": formas complejas y colocaciones, que no admiten intercambio de elementos (arroz con leche, régimen de facto); locuciones (cabeza dura, en una buena); frases (un tropezón no es caída, ¿y por casa cómo andamos?) y refranes (barco parado no gana flete; el zorro pierde el pelo pero no las mañas).

Todavía falta…

Sin embargo, la edición de 2011 no es definitiva.

"(…) Es una obra parcial, no estaba completado para nada" al momento de su publicación, insistió el académico. "Era un muestreo para poder seguir trabajándolo, aumentándolo, corrigiéndolo, etc.", reafirmó.

En este sentido, la Comisión de Lexicografía ya está trabajando en la siguiente edición del DEU. El plan que se propuso la Academia de Letras a partir del 2012 fue hacer una plantilla electrónica —la anterior era prácticamente artesanal, acotó Justino da Rosa—; es así como, desde ese entonces, los expertos trabajan en adecuar la obra a un formato en línea.

"Ese es el objetivo que está propuesto: que sea un diccionario de consulta a través de la web", sostuvo el integrante de dicha comisión.

Sin embargo, no hay una fecha precisa para esta versión en línea. "Siempre nos estamos proponiendo lo antes posible, pero hay variables que son imprevisibles", expresó Justino da Rosa. Dicho esto, manifestó que buscan divulgarlo "apenas podamos"; ni siquiera el diccionario total, sino al menos "un aporte que se vaya agregando a medida que se va construyendo y corrigiendo", especificó.

"Uruguayismos"

Así, la pretensión del diccionario es "ser representativo de los hablantes del Uruguay" y que lo sea "de una forma patrimonial, que todos se sientan allí identificados", apuntó el académico.

A pesar de ello, insistió en que "no hay una palabra más uruguaya".

Sí existen palabras que pertenecen al país; por ejemplo, artiguismo, blandengue o los gentilicios (montevideano, rochense, que tienen "una connotación regional") o aquellos términos relacionados a partidos políticos o cuadros de fútbol. "Ese tipo de cosas tienden a ser regionales por razones de relación con el medio geográfico", sostuvo.

Distinto es de las palabras "de uso general", que son "muy difíciles de atrapar para decir ‘esto es un localismo absolutamente exclusivo de Uruguay’". A entender de Justino da Rosa, no existen aún herramientas para realizar ese contraste.

Al respecto, subrayó que los "uruguayismos" son "casi una utopía". Según aclaró, se debe hablar de "léxicos regionales", ya que "las famosas ‘palabras que se usan solo en el país’ son un concepto del siglo XIX", cuando se buscaba que las lenguas "fueran nacionales".

Por Ignacio Palumbo