Gobierno uruguayo expresó “preocupación” por situación política en Birmania

El Ejército de Birmania (Myanmar) arrestó el pasado lunes a un número indeterminado de políticos, entre ellos la jefa de facto del Gobierno, la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, además de otros políticos y líderes civiles tras una semana de rumores sobre un posible golpe de Estado militar.

Myo Nyunt, portavoz del partido Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezado por Suu Kyi, confirmó al diario The Irrawaddy la detención de la líder, además del presidente birmano, Win Myint, y otros miembros de la formación política.

"Este es un intento de golpe militar, aunque (el Ejército) pueden afirmar que no lo es", indicó al medio local el portavoz al señalar que los militares han "obligado" al presidente a convocar una reunión urgente por seguridad nacional "para entregarles oficialmente el poder".

Familiares de algunos de los arrestados, entre ellos prominentes miembros de la LND, informaron en las redes sociales de las detenciones, mientras las líneas de teléfono y comunicaciones permanecen cortadas, aunque todavía funciona internet.

Los soldados también tomaron el control de la cadena de televisión pública MRTV, apuntó el medio en un mensaje de Facebook al que miles de usuarios respondieron con las etiquetas "salvar a Birmania" y "Necesitamos democracia", entre otras.

Fueron varios los países que rechazaron este movimiento militar, entre ellos Estados Unidos y varios países de la Unión Europea. Este miércoles el gobierno emitió un comunicado en donde expresó "preocupación" por las detenciones de los políticos y autoridades del gobierno, así como líderes de organizaciones civiles. Además, "instaron" por su pronta liberación.

"En tal sentido, hace un llamado a todas las partes para que retomen el diálogo para resolver pacíficamente sus diferencias a través de cauces democráticos e institucionales", agrega el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Finalmente, el comunicado de Cancillería indica que apoyan la iniciativa del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para "facilitar un diálogo político y constructivo que permita normalizar la situación y asegure el normal funcionamientos de las instituciones democráticas, respetando la voluntad expresada por el pueblo" en las pasadas elecciones.