Seré curioso

SERÉ CURIOSO

C. Sanguinetti: “Al teletrabajo se le aplican normas laborales de hace más de 100 años”

La senadora colorada dijo que desde que nació su hija Isabel está más atenta y preocupada por la discapacidad.

17.12.2020 12:00

Lectura: 18'

2020-12-17T12:00:00-03:00
Compartir en

Por César Bianchi

Fotos: Juan Manuel López


Carmen Sanguinetti (43) llegó al Parlamento por una changa y se quedó. Había desembarcado en la política en 2019, en el sector colorado Ciudadanos que lideraba Ernesto Talvi para ayudarlo a liderar equipos de voluntarios y como asesora en políticas públicas como la discapacidad. Talvi primero fue canciller y luego renunció a la política, con lo que Sanguinetti se quedó por todo el período con su banca en la cámara alta.
Se reconoce feminista y defensora del sector privado como motor para promover y empujar políticas sociales.

Ya presentó un proyecto de ley, que tiene media sanción, para regular el teletrabajo como modalidad laboral. Con la pandemia ha quedado en evidencia su vigencia y necesidad, y ella dice que cuando todo esto pase, se impondrá un sistema laboral mixto, y con la reglamentación de la ley, cualquier uruguayo podrá optar por trabajar desde su hogar algunos días de la semana, con todas las garantías del caso.


Pero, además, a Sanguinetti le interesa especialmente la población carcelaria y los liberados que salen y no tienen oportunidades de inserción laboral. Ya está trabajando en este sentido. También pretende darles más herramientas a los padres de chicos con Síndrome de Down, y aquí está movida por su experiencia personal. La llegada de Isabel la hizo mejor persona y si bien siempre fue sensible -dice-, desde que su hija llegó al mundo, está más atenta y preocupada por las personas con discapacidad.

 

-¿Qué quería ser cuando fuera grande?

-Quería cambiar el mundo. Cuando tenía 8 años teníamos una "empresa social" con unas amigas, que se llamaba Cacema (por Carmen, Cecilia y Mariana). Cecilia era la hermana de una de las primeras personas que estuvo en el mundo de la computación en Uruguay. Creo que en su casa estuvo una de las primeras computadoras. Hacíamos gráficas de ventas en Excel y lo que ganábamos lo usábamos para comprar comida y las llevábamos a instituciones benéficas. Desde muy chiquita fui bastante justiciera, y siempre me movilizó el tema de las diferencias de oportunidades.

-Estudió Dirección de Empresas en la Universidad Católica, y luego una maestría en Políticas Públicas en Estados Unidos. ¿Qué le dejó esta experiencia? ¿Qué herramientas le dejó este posgrado?

-Aprendí muchísimo. Mi mentor en la maestría era Michael Dukakis, quien fue gobernador de Massachusetts y perdió (las elecciones nacionales) con Bush padre. Aprendí muchísimo de él, por ejemplo, lo importante de entender las agendas de las distintas personas que están trabajando en estos temas, donde hay tensión de intereses; entender muy bien la agenda de cada uno de los que están sentados a la mesa, entender muy bien el pasado de cada uno, buscar la solución para que sea ganar-ganar. Me dio muchas herramientas para hacer el trabajo que estoy haciendo hoy, y muchas herramientas para el trabajo que hice de ahí en adelante.

-Se sumó al sector Ciudadanos en 2019 y es sobrina del ex ministro Jorge Sanguinetti. Es de cuna colorada. ¿Cómo se involucró en política?

-Vengo de familia colorada, mi tío fue presidente de Ancap y ministro de Transporte, mi padre era amigo de Jorge Batlle, soy colorada desde siempre. Mi suegro, Alberto Brause, fue diputado y senador. Pero concretamente en la campaña cuando Ernesto Talvi fue candidato, le llegó mi CV para trabajar en el tema discapacidad y temas sociales, ahí me quiso conocer porque quería que yo liderara el equipo de voluntarios. Yo le plantee que eso me implicaría mucho trabajo, mucho viaje y muchas noches fuera de casa y yo, con tres hijos, no podría hacerlo. Pero que podía darle una mano y después íbamos viendo, y se dio así. Terminé reclutando a la persona que lideró a los voluntarios, que es Pilar Varela, trabajamos juntas. Y después, en la campaña, fui haciendo un poco de todo.

-Asumió como senadora cuando Ernesto Talvi fue elegido canciller. Usted se sumó al grupo político que él lideraba. Meses atrás me dijo que le había sorprendido el alejamiento de Talvi de la política, y que se enteró por su carta pública. Ahora que pasó el tiempo, ¿cuánto cree que ha afectado su partida a Ciudadanos y al Partido Colorado?

-Se sumaron agrupaciones a Ciudadanos en el último tiempo, como ViBa (Visión Batllista), entre otras. Creo que Ernesto con su candidatura logró cambiar la matriz de los votantes del Partido Colorado. Se fue más hacia el centro. Quizás perdimos por derecha en personas que se hayan ido hacia Cabildo Abierto, pero ganamos más votantes hacia el centro. Y hay muchísimos jóvenes y muchas personas que se acercaron a esta disciplina por él (yo, por ejemplo), y nos quedamos. La semana pasada estuve en el lanzamiento del portal de El Día y es llevado adelante por jóvenes colorados. No sé si esto hubiera pasado hace 10 o 15 años. Creo que el pasaje de Ernesto por la política trajo cosas buenas. Por supuesto que el desenlace no fue el esperado, pero hay muchas personas valiosas que se quedaron a pesar de que él se retiró de la actividad.

"Creo que Ernesto con su candidatura logró cambiar la matriz de los votantes del Partido Colorado. Quizás perdimos por derecha por el lado de Cabildo, pero ganamos votantes hacia el centro. Y hay muchas personas que se acercaron a esta disciplina por él"

-Hace unos días llegamos a los 530 nuevos casos por día. ¿El gobierno debería dar marcha atrás y endurecer alguna medida para controlar la pandemia?

-Creo que los uruguayos deberíamos tomar más conciencia. Me parece que es bastante de uruguayo lo que nos pasó con esto, como que arrancamos bien y bueno, nuestro ejemplo recorrió el mundo y de repente, cuando había que mantenerse así, nos relajamos, aflojamos y pasó esto. Me parece que acá deberíamos todos tener más conciencia de lo que tenemos hoy en relación a lo que está pasando. Estamos ahí, justito a tiempo para que esto se revierta o se desmadre.

-Llegó a Ciudadanos para aportar en temas como las políticas públicas en temas como la discapacidad y otros temas sociales. Su primer proyecto de ley fue para legislar y regular el teletrabajo, algo sobre lo que se venía hablando hacía mucho tiempo, y una modalidad que cobró otra vigencia con la pandemia. ¿Por qué es imperioso regular el teletrabajo?

-Porque hoy se le están aplicando a esta modalidad de trabajo normas laborales que fueron pensadas hace más de 100 años, cuando el teletrabajo no era ni siquiera una posibilidad de ciencia ficción. Porque hay empresas importantes que hoy entienden que la existencia o no existencia de un marco regulatorio es decisivo para que se instalen o no en Uruguay. Lo que hoy tenemos es un vacío legal en una modalidad creciente en el país y el mundo entero. Ya venía creciendo, Imaginate que después de este experimento mundial tras la pandemia, se va a multiplicar. Me ha tocado compartir paneles con expertos en recursos humanos y todos coinciden en que la pos-pandemia va a ser bien diferente al antes de la pandemia. Vamos a ir hacia un régimen mixto. Creo que aquellas personas que no teletrabajan antes se dieron cuenta que esto tiene grandes ventajas y alguna desventaja, y que probablemente lo ideal será algún día quedarte en tu casa en aquellas actividades que lo requieran, y otros días sí ir a la oficina. Me parece fundamental regularlo.

Desde el año 2009 que estamos hablando de este tema, allí se creó el primer comité para discutir el teletrabajo. Eso también es bastante uruguayo: conversamos, conversamos, diagnosticamos, diagnosticamos... Obviamente la pandemia no es deseable y trae un montón de consecuencias negativas, pero para mirarle lo positivo tiene que acelerar algunas cuestiones, y ésta es una de ellas.

-Uruguay ha estado históricamente a la vanguardia de derechos laborales, sin embargo, no ha regulado el teletrabajo, que sí está reglamentado en varios países del continente. Hoy su proyecto de ley tiene media sanción. ¿Qué implicará, una vez que sea ley?

-Primero define al teletrabajador, define dónde aplica (un privado del derecho público no estatal), define cuestiones que tienen que ver con la jornada laboral. Es importante que quede claro que acá no aplica a los empleados públicos. ¿Por qué no? Porque entendemos que dentro del funcionariado público hay una diversidad muy grande, y entonces eso requiere seguir el camino de Costa Rica que generaron una comisión con un tiempo específico para estudiar esta enorme diversidad. Después tiene principios rectores que tienen que ver con la voluntariedad, la reversibilidad, la igualdad de condiciones, que son los principios básicos sobre los cuales se para el teletrabajo.

Rescato el principio de la voluntariedad: para que exista teletrabajo tiene que haber voluntad de ambas partes. Aquella persona que prefiere quedarse trabajando en la oficina, lo va a poder hacer. Está el tema del contrato laboral, que dadas las especificidades de esta modalidad de trabajo, entendemos que debe quedar por escrito. Hay un artículo que refiere al lugar donde se desarrolla el teletrabajo. Hay un artículo que define la jornada laboral del teletrabajador; entendemos que teletrabajo y flexibilidad van de la mano. Y con ello, la posibilidad de acordar tus horarios. Yo, por ejemplo, soy una teletrabajadora parcial desde hace 12 años, cuando nació mi hija mayor. Pusimos la limitación de manera semanal, y no diaria. Entonces si tú un día necesitás trabajar menos de ocho horas para poder ir a visitar a una abuela que vive lejos, lo puedas hacer, y otro día trabajás más. Yo entiendo que este es uno de los pasos más significativos que estamos dando como país.

Contempla el derecho a la desconexión, incluimos un artículo sobre seguridad e higiene laboral, un artículo referido a los equipos de trabajo, otro referente a los accidentes laborales. Es un proyecto de ley de mínima, porque hay cuestiones sujetas a la negociación colectiva. Pero sí tiene que existir un marco que contemple derechos y obligaciones para ambas partes.

"Los expertos coinciden en que la pos-pandemia va a ser bien diferente a antes de la pandemia. Vamos a ir hacia un régimen mixto. Aquellas personas que no teletrabajan se dieron cuenta que esto tiene grandes ventajas y alguna desventaja"

-También ha trabajado en la atención a los liberados, los reclusos que recuperan la libertad. En Estados Unidos trabajó con poblaciones de no angloparlantes, trabajó con la comunidad de latinos en Harlem con personas que tenían barreras en el empleo. ¿Qué se debería hacer con los reclusos uruguayos que salen y no tienen oportunidades laborales?

-Antes de eso, qué creo que tenemos que hacer con los reclusos mientras están en la cárcel. Me parece que ahí tenemos un trabajo importante para hacer. Si miramos los informes del comisionado parlamentario penitenciario (Juan Miguel Petit), vemos que hoy hay un porcentaje significativo de la gente que está ahí adentro a quienes no les estamos ofreciendo las oportunidades suficientes para que se reinserten de manera productiva. Entonces, empecemos por ahí. En estos meses he conocido experiencias súper valiosas y positivas de personas que han completado todo el liceo en la cárcel. Pero son las menos. Hay un montón de gente a la que no les ofrecemos la posibilidad para rehabilitarse.

Para continuar, el artículo que votamos por unanimidad en la Ley de Presupuesto lo que hace es generar el paraguas para que eventualmente se le dé a las empresas la posibilidad de tener beneficios fiscales si contratan personas que fueron liberadas del sistema penitenciario. Hoy tenemos un problema enorme: entre el 50 y el 60% de las personas privadas de libertad son reincidentes (hay una discusión ahí, porque otros hablan de 64%), pero el asunto es que hay un alto porcentaje de gente que sale y vuelve a entrar, como una especie de puerta giratoria, y cada vez que vuelven a entrar lo hacen peor de lo que salieron, porque terminan viviendo con una familia que no los acoge, terminan en situación de calle y 8 de cada 10 tiene consumo problemático de sustancias. ¿Qué es lo que queremos hacer? Tenemos esta foto preocupante de lo que pasa en las cárceles, empecemos a dar pasos para resolver este problema. Aunque sean pasos chicos, como darle beneficios fiscales a las empresas que tomen liberados. El monto de esas exoneraciones será privativo del Poder Ejecutivo.

-Unas 6.500 personas recuperan la libertad año a año. ¿Conoce experiencias positivas de empresas que se hayan animado a darle una segunda oportunidad a liberados?

-Sí, conocemos unas cuántas. En Florida hay una empresa de hamburguesas de soja, que hace 12 años que contrata liberados. Después hay otra empresa, también floridense, que hace trabajo social y está instalada trabajando en el Penal de Florida que está haciendo chips con corteza de árboles en la poda, hay otra empresa que hace calzados con neumáticos reciclados y trabajando con esa fuerza de trabajo. Hay muchas empresas que van en este sentido. Y habrá muchas empresas más si ponemos este tema en la agenda. Pre-pandemia, en las mediciones de opinión pública, lo que más nos preocupaba a los uruguayos era la seguridad. Y por otro lado, pareciera que no nos preocupa lo que pasa en las cárceles. No hay manera de resolver la seguridad si no resolvemos lo que pasa en las cárceles. Yo apuesto profundamente al trabajo de los privados, a la fuerza del mercado, y estoy convencida que hay que ir por ahí.

"En estos meses he conocido experiencias súper valiosas y positivas de personas que han completado el liceo en la cárcel. Pero son las menos. Hay un montón de gente a la que no les ofrecemos la posibilidad para rehabilitarse"

-Sé que le interesa brindarle apoyo a padres que reciben un diagnóstico prenatal sobre síndrome de Down. Atender específicamente la problemática de estos padres es porque le toca de cerca, por su hija Isabel... ¿Qué la motivó a llevar lo vivido a su trabajo como legisladora?

-Hay un porcentaje muy alto de parejas que deciden no seguir adelante con su embarazo cuando reciben un diagnóstico de síndrome de Down. Anda por el 97%, según un paper que publicó la genetista (Alicia) Vaglio del Centro Genético Médico del Hospital Italiano. Lo que entiendo es que como el porcentaje es tan alto, frente a un diagnóstico prenatal el sistema asume que uno va a interrumpir el embarazo. Entonces de manera consciente o seguramente inconsciente, ejerce una presión sobre esa pareja que tiene una ventana muy chiquita (dos o tres semanas) para decidir dentro de los términos legales. Quien te da la noticia es un médico. Si vas periodistas, fotógrafos, legisladores y médicos y les preguntás qué piensan sobre la calidad de vida las personas con discapacidad -hay estudios relevantes en esto-, los médicos son los que piensan que la calidad de vida en discapacidad es baja. Es muy fuerte el paradigma médico, y él te da la noticia... Y muchas veces, los médicos adultos que te dan la noticia, no transitaron por una sociedad inclusiva. Cuando yo recibí este diagnóstico, una mujer que trabajó toda su vida en temas sociales, nunca había estado cerca de la discapacidad. Tenía un montón de prejuicios e ideas equivocadas. Entonces, hay muchos que hoy están tomando decisiones en base a prejuicios e ideas equivocadas.

¿Cuál es la idea de este proyecto de ley? Que cuando te llegue el diagnóstico prenatal a ti te cuenten toda la historia. Te cuenten esto de la discapacidad intelectual, hipotonía, cardiopatías, pero también te cuenten lo otro: para muchas familias, ese hijo es lo mejor que le pasó a la familia, y dicen que son una mejor familia desde que nació ese hijo. Por eso hay que empoderar a la pareja a la hora de tomar esta decisión. Investigando me enteré que en varios estados de Estados Unidos hay una legislación que se llama Down Syndrom Act, que a esa pareja de padres le tienen que contar toda la historia: lo bueno y lo malo de esa decisión. Queremos replicar eso: la ley obligaría a los centros de salud a que haya, por lo menos una persona, que asesore a esos padres. Estos embarazos, por lo general, son buscados y deseados.

-Hace unos meses decía en nota con Galería que al principio le chocó recibir agravios en Twitter. ¿Ahora lidia mejor con eso?

-Más o menos. Te diré que me afecta... Este trabajo implica un nivel de renuncia enorme, uno le pone cabeza, pienso, horas, implica un desgaste enorme; por otro lado, es un privilegio estar en el Parlamento y aportar desde acá. Pero cuando uno le pone tanto cariño y horas a esto, y que venga un Fulano sin rostro y tirado en su sillón te tire: "Sos un cerdo", bueno... El primero que me pegó me dijo: "Qué inútil sos", y me puse a combatir con él. En el verano tendré que hacer un trabajo específico para lidiar con esos agravios, porque me afecta un montón.

-¿Es feminista?

-Sí, sí, sí. Soy feminista porque entiendo que hoy todavía no tenemos igualdad de oportunidades. Creo en una sociedad donde las mujeres ocupan cargos de decisión, una sociedad mejor para todos. Hace unos años nos ganamos una licitación de Academia B con un grupo de mujeres donde nos dedicamos a investigar. Yo venía de ser directora ejecutiva de Sistema B (las empresas B son las empresas que buscan resolver problemas sociales o ambientales desde la lógica del mercado), comparten la misma inquietud que la sociedad civil, pero en vez de resolverlo con la lógica de la sociedad civil (con donaciones, y actos benéficos y solidarios), lo hace con la lógica del mercado, por ejemplo, la empresa que te contaba que hace calzados en el penal de Mendoza. Ellos venden calzados, tienen fines de lucro, pero en el proceso contribuyen a la resolución de problemas sociales. Yo creo mucho en el poder del sector privado, venía de ser directora ejecutiva de Sistema B y creía que las mujeres en las empresas B estaban infinitamente mejor que en las empresas no B. Nos ganamos la licitación y estuvimos nueve meses investigando el tema. Y ahí me di cuenta de la brecha que existe para las mujeres. Yo hasta ahí creía que aquellas mujeres que nos proponíamos llegar a determinados lugares, en general llegábamos. Yo era bastante contraria a las cuotas de género, me parecían hasta casi una ofensa. Pero empezás a investigar, y hoy creo que son necesarias. Se precisan feministas hasta tanto tengamos las mismas oportunidades. Hoy no está dado.

"Cuando uno le pone tanto cariño y horas a esto, y que en Twitter venga un Fulano sin rostro y tirado en su sillón te tire: 'Sos un cerdo' o 'Qué inútil que sos', bueno… En el verano tendré que hacer un trabajo específico para lidiar con esos agravios, porque me afecta"

-Benjamín, otro de sus hijos, también tuvo complicaciones de salud, nació con la médula amarrada con un lipoma, y tras una exitosa operación, ya está bien. ¿Isabel y Benjamín le despertaron cierta sensibilidad especial?

-Te diré que no sé si es tanto la sensibilidad, porque creo que siempre fui sensible. Creo sí que visibilizaron un montón de cuestiones. No sé si hoy soy más sensible que antes, pero sí me siento más abierta, más permeable o más atenta a, por ejemplo, la discapacidad. Era un tema que no me preocupaba, y hoy sí, hoy ocupa gran parte de mi tiempo.

-Me parece que la hicieron ser hoy una mejor dirigente política. ¿La mejoraron como persona?

-Sí, claro. Te amplía el abanico de posibilidades, te hace ver qué es lo verdaderamente importante y lo que no. Si las cosas que yo viví este año las hubiera vivido previo a la llegada de Isabel seguramente me hubieran quitado mucho más el sueño. La llegada de Isabel me dio un temple. Cuando vos estás en una sala entregando a tu hija de tres meses para que la operen a corazón abierto, una niña que tiene Síndrome de Down, cuando vivís una situación límite así de importante, te da un temple para encarar todo lo demás, que seguro es bien distinto al que yo tenía previo a la llegada de ella a mi vida.

-¿Es feliz?

-Sí, sí, soy feliz. Tengo un marido espectacular, una familia divina, grandes amigos, tengo un trabajo que me está permitiendo hacerle un aporte al país, vivo en un país muy lindo.

 

Por César Bianchi