Contenido creado por Gerardo Carrasco
Policiales

El peor viaje

Terremoto político en Portugal por muerte de extranjero durante un control en aeropuerto

En marzo pasado, el ucraniano Ihor Homeniuk fue conducido a una sala privada donde recibió una golpiza mortal.

09.12.2020 16:24

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2020-12-09T16:24:00-03:00
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La muerte en marzo de un ucraniano mientras estaba retenido en el aeropuerto de Lisboa, a manos de tres inspectores de fronteras -actualmente acusados de homicidio por la Fiscalía-, ha desatado un terremoto en Portugal que ha provocado hoy la dimisión de la responsable de ese servicio, así como su reestructuración.

Cristina Isabel Gatões deja el cargo "a petición propia y con efectos inmediatos", ha anunciado el Ministerio de Administración Interna -equivalente a Interior-, del que depende el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF), en un comunicado en el que anuncian una profunda "reestructuración" del organismo.

Es la respuesta a la polémica que ha ido creciendo en las últimas semanas, y que ha puesto en el punto de mira al propio ministro de Interior, Eduardo Cabrita, por no haber acometido cambios en el SEF después de que el pasado septiembre la Fiscalía acusara formalmente de homicidio a los tres inspectores que trataron con Ihor Homeniuk.

Los hechos ocurrieron en marzo, cuando Homeniuk fue retenido en una sala del aeropuerto de Lisboa, donde fue inmovilizado.

Los acusados entraron en la sala sin dejar registro de su nombre en recepción, según el relato de la Fiscalía, y le propinaron "un número indeterminado de puñetazos y patadas en el cuerpo".

Cuando la víctima estaba en el suelo, los acusados, "usando también una porra extensible, continuaron propinándole patadas y le alcanzaron en el tronco", para después abandonarlo en la sala "esposado y con los pies atados".

Horas después, como no reaccionaba, llamaron a los servicios médicos, que certificaron su muerte.

Durante meses, el debate sobre la necesidad de reformar el SEF ha estado presente en Portugal, pero esta semana ha alcanzado una nueva intensidad después de anunciarse la instalación de "botones de pánico" en las salas del SEF del aeropuerto de Lisboa.

"El botón de pánico es la mayor desconfianza que un ministro de la cartera debe tener sobre su propia fuerza de seguridad. O sea, es decir a las personas que no pueden confiar en el SEF y que tiene que tener un botón de pánico por si es maltratado", ha denunciado a medios locales Duarte Marques, diputado del PSD (Partido Social Demócrata).

Desde ese partido, de centroderecha y líder de la oposición al Gobierno del socialista António Costa, se apuntó además que si el ministro no tomaba medidas "urgentes" era su propio cargo el que estaba en cuestión.

Ante la polémica, el Ministerio promete "iniciar de inmediato" trabajos para "redefinir el ejercicio de las funciones policiales relativas a la gestión de fronteras", informa la agencia noticiosa EFE
El "cuartito de las palizas"

De acuerdo con una crónica publicada por el periódico lisboeta Diário de Notícias, Homeniuk llegó a Portugal en un vuelo desde Estambul y declaró que el motivo de su arribo era trabajar en la agricultura. Entre ambos países.

En el control de migración lo retuvieron por no portar visado, pese a que un acuerdo entre ambos países exime de tal permiso a quienes viajen por estadías de hasta 90 días.

El ucraniano pasó tres días retenido en Lisboa, ya que debido a la falta de una mediación habría sufrido convulsiones que requirieron su hospitalización. Luego de ser dado de alta, volvió a manos de los inspectores de migración, quienes le propinarían luego la mortal golpiza.

"No fue solo el ucraniano quien fue golpeado allí. Mucha gente tuvo problemas. Vi palizas que muchos recibieron. Los llevan a ese cuartito que solíamos llamar ‘de las palizas'. Varias personas fueron puestas en esa habitación y salieron magulladas y destrozadas, cojeando. Algunos en silla de ruedas. Vi varios casos como el del ucraniano. Cuando llegaban los inspectores y los llevaban a la habitación pequeña, ya sabíamos que era para una golpiza. También lo hacen en el baño, porque no hay cámaras ".

Tal fue el testimonio brindado al citado periódico por una pasajera brasileña que estaba retenida en el Centro de Instalación Temporal (CIT) en el aeropuerto de Lisboa cuando Ihor Homeniuk llegó a Portugal. convivió con él y es testigo de los hechos que llevaron a su muerte. Y habla de una cotidianidad de abuso y terror en ese lugar, con frecuentes amenazas, coacciones y agresiones.

"La forma en que tratan a la gente no está bien. Es una cárcel. Nos llaman" pasajeros "pero lo que realmente somos es presos. De hecho, algunas personas que estaban allí y que ya habían estado en un centro penitenciario dijeron que esto es mil veces peor que la propia cárcel. Todos tienen miedo, saben que si se quejan pueden ser golpeados"·.



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