Contenido creado por Gerardo Carrasco
Política

A rey muerto, rey puesto

Adolfo Garcé: “Muerte de grandes líderes desordena al principio, a la larga hace bien”

El politólogo reconoció que es algo “horrible” de decir, pero que se trata de “lo que enseña la Historia” respecto a los partidos políticos.

07.12.2020 11:04

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2020-12-07T11:04:00-03:00
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Entrevistado en Informativos Carve, el politólogo y escritor Adolfo Garcé calificó a Tabaré Vázquez como "una figura prácticamente excluyente" en la política uruguaya entre los años 1990 y 2010.

Durante el reportaje, recordó al extinto mandatario como "un hombre hecho de abajo, que empezó sin nada, con raíces en su barrio y entre los trabajadores".

Para Garcé., Vázquez tenía "corazón batllista diría", algo con lo que, reconoció, quizá los batllistas no estén de acuerdo. Dicha afirmación se basa en la propia biografía del líder frenteamplista, "hijo de empleado público, de la escuela pública y la universidad pública,", algo que lo convirtió en "un hombre que llevaba lo público, el Estado, en el corazón".

Recordó asimismo que Vázquez "jugaba a todo para ganar", tal como lo señalan su paso por la dirigencia deportiva en el Club Progreso, en la Intendencia de Montevideo y en la presidencia del país. "Para los frenteamplistas se convirtió en sinónimo de victoria, era como un talismán. Cuando pienso en Vázquez pienso en el Frente hacia el poder".

Repasando la carrera de Vázquez, el politólogo recordó que su gestión al frente de la comuna montevideana, en la que "transmitió la idea de que el Frente Amplio podía gobernar sin hace locuras, gobernar pragmáticamente", algo que demostró siendo "un intendente moderado, no radical".

Posteriormente señaló otro hito en la carrera de Vázquez, como lo fue su liderazgo en 1994 del Encuentro Progresista, algo que le permitió al partido "soltar lastre programático, liberarse de algunas de las banderías que podían alejarlos de los electores más moderados".

Luego, y hasta 2004, aparece "ese Vázquez que parecía muy radical, que no les dejaba pasar una a colorados y blancos y confirma su liderazgo en el Frente Amplio venciendo a Astori en la pugna en la sucesión de Seregni".

Como gobernante, Garcé recordó a Vázquez como alguien que intentaba cumplir sus promesas y los programas, y que se apoyó siempre en la estructura partidaria. "Lo peor que le puede pasar a un partido es llegar al poder y olvidarse de sí mismo", sostuvo, recordando que Vazquez creó su primer gabinete "con las principales figuras del partido, los jefes de fracción".

Finalmente, Garcé consideró que la "foto" del Frente Amplio ayer, unido Enel homenaje a uno de sus referentes, demostró "la vigencia del Frente Amplio, la vibración y la vitalidad que conserva".

"La historia enseña que el impacto de la muerte de los grandes líderes al principio desordena, pero a la larga hace bien", dijo refiriéndose al posible futuro de la organización del partido de izquierda.

Garcé reconoció que "es horrible" decir algo así, pero que se trata de algo ya apreciado en situaciones similares. En tal sentido, recordó lo ocurrido en el Partido Colorado en 1964, tras la muerte de Luis Batlle Berres, y al Partido Nacional tras el deceso de Wilson Ferreira, en 1988.

"Tras la muerte de los líderes se desordenan las internas", que se ven sacudidas por "la inexorable disputa por la sucesión". Sin embargo, ese proceso dota a los partidos de "lideres nuevos que los revitalizan".