Contenido creado por Gerardo Carrasco
Ciencia

Larga espera

Récord: bebé nació de embrión congelado hace 27 años, cuando su mamá tenía sólo 2

El registro anterior pertenecía a su hermana mayor, Emma, cuyo embrión se conservó por 24 años.

03.12.2020 10:28

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2020-12-03T10:28:00-03:00
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Nació en octubre de este año, pero la historia de Molly Gibson empezó a escribirse hace casi tres décadas. El embrión del bebé se congeló hace 27 años y, según los registros, es el más antiguo en convertirse en bebé, habiendo establecido un nuevo récord mundial. El primero pertenecía a su hermana mayor, Emma, cuyo embrión se conservó durante 24 años.

El embrión de Molly fue congelado en octubre de 1992 y permaneció así hasta febrero de este año cuando fue adoptado por una pareja estadounidense, Tina y Ben Gibson, del estado de Tennessee, en Estados Unidos, quienes dicen estar poco interesados en los récords.

"En las nubes" con su segunda hija, estos padres ahora disfrutan de la pequeña Molly. "Si me hubieran preguntado hace cinco años si no tendría una, sino dos niñas, habría dicho que era una locura", dijo Tina Gibson en declaraciones recogidas por la cadena BBC.

Molly tiene poco más de un mes, pero podría haber nacido en cualquier momento de los 27 años en que su embrión estuvo congelado.

Tina se enteró de que estaba embarazada poco antes de la pandemia de covid-19. "Definitivamente ha sido una pequeña llama de alegría en 2020", dijo a CNN.

Aún incrédulos por ser padres de dos niñas, la maestra de primaria, de 29 años y el analista de ciberseguridad de 36, lucharon durante cinco años contra la infertilidad. Pensaron en optar por la adopción tradicional hasta que se dieron cuenta de que era posible adoptar un embrión. Y fue gracias a los abuelos maternos de Molly.

Los padres de Tina vieron en un canal de noticias local un informe sobre la adopción de embriones, y así fue como comenzó a construirse la historia de estos padres.

"Es la única razón por la que compartimos nuestra historia. Si mis padres no hubieran visto esa historia en las noticias, no estaríamos aquí", dijo Tina Gibson.

Emma y Molly son hermanas biológicas y sus embriones fueron congelados juntos en 1992, cuando la madre, Tina, tenía solo un año.

Fue en noviembre de 2017 cuando esta maestra recibió por primera vez a Emma en sus brazos. "Estábamos completamente enamorados de tener una bebé", recordó a la emisora estadounidense. "Con Molly, sentimos lo mismo. Es incluso divertido, ahí vamos a batir otro récord mundial", agregó.

La pareja acudió al Centro Nacional de Donación de Embriones, una organización religiosa sin fines de lucro ubicada en Knoxville, que almacena embriones congelados "sobrantes" de procesos de fertilización in vitro y donados por familias. Estos embriones no utilizados pueden ser adoptados y transferirse al útero de una madre adoptiva, tal como lo hicieron los Gibson.

Según este centro, se estima que actualmente hay alrededor de un millón de embriones congelados almacenados en Estados Unidos.

Cuando nació Emma, la pareja fue noticia por primera vez porque se había establecido un récord: era el embrión congelado más antiguo conocido que había dado lugar a un nacimiento. Un récord ahora batido por Molly.

Antes del nacimiento de las dos hermanas, había poca información sobre la viabilidad de los embriones conservados durante mucho tiempo. Pero Emma y Molly son una prueba de que los embriones viejos no deben descartarse, dijo Jeffrey Keenan, presidente y director médico del centro de adopción de embriones.

El nacimiento de las hermanas "definitivamente refleja la tecnología utilizada durante tantos años y su capacidad para preservar embriones para uso futuro durante un período de tiempo indefinido", dijo Carol Sommerfelt, directora del laboratorio y embrióloga del centro.

Las parejas pueden optar por una adopción de embriones "cerrada" o "abierta", lo que permite o no el contacto con la familia del donante.

A los adoptantes se les presentan perfiles de alrededor de 200 a 300 donantes, con el historial demográfico de la familia del donante. Pero Tina Gibson dice que no le importaba cómo se vería ni de dónde provendría el bebé.