Contenido creado por Gerardo Carrasco

Negocios y Tendencias
Cambio en la marea

Madrid: desaparición del turismo “devuelve” propiedades a alquiler para vivienda

Numerosos apartamentos que se alquilaban a turistas por plataformas como Airbnb, regresan al modo tradicional.

03.04.2020 15:54

Lectura: 4'

2020-04-03T15:54:00-03:00
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Desde que en España rige el estado de alarma, cientos de nuevos anuncios han aterrizado en los portales inmobiliarios de alquiler a largo plazo en la capital del país. Su número aumenta cada día, especialmente en el distrito Centro, donde el pasado lunes se ofrecían 200 apartamentos más en alquiler que al principio del confinamiento, un aumento de casi el 10% sobre la normalmente escasa oferta disponible en esa zona en solo quince días

Así lo indican datos recopilados por Somos Malasaña, un periódico publicado en el barrio madrileño del mismo nombre.

Aunque la tipología de estos nuevos anuncios es variada, la mayoría de los anunciantes consultados por el mencionado periódico responden a un mismo perfil: apartamentos pequeños, amueblados, con ropas de cama y toallas, preparados para estancias muy cortas. Todas las características de una Vivienda de Uso Turístico (VUT), de las que se han quedado vacías debido a la huida de visitantes por la epidemia de coronavirus y el cierre de fronteras, con una caída brutal de su modelo de negocio.

Además, desde hace un a semana los propietarios de apartamentos turísticos solo pueden usarlos para alojar a personal indispensable desplazado, lo que está haciendo que muchos prefieran pasarse al alquiler tradicional. Una búsqueda en los portales inmobiliarios lo confirma con casos muy claros: como el de un estudio en la calle Leganitos 29, que se ofrece a 850 euros al mes y, a la vez, en Airbnb se alquila por 39 euros la noche; o el de un apartamento en la calle Jardines 11, disponible por 800 euros y que hasta hace poco se podía rentar por días en Booking.

"Se observa cómo la caída del turismo está generando pérdidas para las personas que se dedican de manera profesional al alquiler de viviendas como pisos para turistas", explicaba hace unos días el sociólogo Javier Gil, quien había localizado más anuncios como los antes descritos. Su percepción la confirman también desde Apimonteleón, inmobiliaria con más de 30 años de experiencia en Malasaña: "Nos están llamando muchos propietarios de alquiler vacacional", explica María Matas, una de sus socias. Lo hacen para que les comercialicen sus pisos en el mercado a largo plazo, algo que hoy tienen realmente difícil.

Las inmobiliarias tienen prohibido actualmente hacer visitas con los clientes a los inmuebles en alquiler, así como abrir la oficina para firmar contratos. No se permiten las mudanzas y los escribanos solo atienden urgencias. "Los propietarios de alquiler turístico están que se tiran por el balcón, pero no se puede hacer nada, estamos atadas de pies y manos", reconocen. La actividad se reduce a atender consultas por teléfono y publicar anuncios en internet para publicitar las viviendas cuando el mercado vuelva a abrirse. "Firmar un alquiler sobre plano y solo fijándose en las fotos del piso es muy arriesgado, no creemos que haya mucha gente que lo esté haciendo, aunque siempre hay intrépidos», asegura Matas.

La mayoría de los apartamentos turísticos s en Madrid operan en la ilegalidad desde que el equipo de Manuela Carmena, alcaldesa de la administración anterior, aprobara una legislación que los obligaba a contar con licencia municipal para llevar a cabo su actividad económica. El 95% de ellos no puede obtenerla porque comparten accesos con el resto de los vecinos de los inmuebles que ocupan. Sin embargo, la falta de controles y de una legislación más severa por parte de la Comunidad de Madrid hace que sigan operando sin apenas sanciones y provocando molestias a los residentes habituales.

A finales de febrero se alquilaban en todo el distrito Centro de Madrid un total de 7.412 viviendas completas a través de Airbnb, según datos recopilados por Locus, equipo de investigación en la Universidad Politécnica de Madrid. Parte de este mercado se está trasladando, a veces con anuncios un tanto burdos, que en la mayoría de los casos dejan en evidencia que las propiedades se usaban para alquiler turístico, y volverán a esa modalidad en cuanto sea posible: "alquiler por semanas o meses", "disponible hasta mayo" o "solo alquiler de temporada", rezan algunos de tales anuncios.

A juicio del ya mencionado Javier Gil, los últimos movimientos inmobiliarios solo dejan una cosa clara: "Los especuladores y los multipropietarios tienen dos mercados sobre los que operar: el del alquiler y el de pisos turísticos. En cada momento y contexto, podrán elegir el que más dinero genere".