El ministro de Salud británico, Matt Hancock, anunció este jueves un plan para que el Reino Unido tenga capacidad de llevar a cabo 100.000 test de COVID-19 al día a finales de este mes.
La hoja de ruta del Gobierno prevé incrementar la capacidad de las agencias sanitarias públicas y colaborar con empresas e instituciones privadas para desarrollar en poco tiempo una "industria del diagnóstico".
El número de muertos por el nuevo coronavirus en el país ascendió hoy en 569, hasta 2.921, mientras que los infectados son ya 33.718.
Las pruebas que el Ejecutivo espera tener a disposición en las próximas semanas incluyen tanto aquellas que detectan la presencia del virus en el organismo como las que buscan anticuerpos específicos para determinar si alguien ha pasado ya la enfermedad.
Hancock aseguró que confía en incrementar pronto el número de pruebas que se realizan a los profesionales santiarios que luchan contra la infección en primera línea, pero que hasta ahora se ha decidido dar prioridad a pacientes graves en los que era necesaria la prueba para determinar su tratamiento.
Advirtió además de que diversas pruebas que les han ofrecido empresas privadas hasta ahora no eran precisas. Uno de esos test, que el Gobierno se disponía a comprar, daba un resultado erróneo en tres de cada cuatro ocasiones, detalló.
El ministro, que ha cumplido un aislamiento de siete días tras dar positivo por COVID-19, aseguró en una rueda de prensa que las pruebas "masivas" a la población son la única forma de "vencer al virus".
El primer "pilar" de su plan es aumentar la capacidad de los laboratorios en hospitales públicos para que puedan llevar a cabo 25.000 test diarios a final de mes, frente a los 10.000 actuales.
El segundo es crear una red de nuevas instalaciones de diagnóstico en las que participarán universidades, instituciones científicas y empresas como Amazon y la cadena de farmacias Boots, anunció.
En paralelo, el Ejecutivo está trabajando con nueve compañías para elaborar un test rápido de anticuerpos. Potencialmente, los ciudadanos podrán tomarse una pequeña muestra de sangre del dedo y obtener, en 20 minutos, un resultado que les permita saber si han pasado la enfermedad.
La producción en masa de ese tipo de pruebas permitirá determinar el grado real de la propagación de la enfermedad por el país, lo que facilitará el diseño de estrategias que permitan "salir de esta crisis", afirmó el ministro.
Hancock anunció además la condonación de una deuda histórica de 13.400 millones de libras (15.300 millones de euros) del sistema de salud público británico.
EFE
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