Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

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Este novelista anticipó en 40 años la crisis del coronavirus. Le acertó hasta a la ciudad

Dean Koontz, un conocido escritor de suspense y terror, publicó en 1981 la novela “Los ojos de la oscuridad”.

25.02.2020 15:27

Lectura: 3'

2020-02-25T15:27:00-03:00
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En esa novela, el estadounidense Koontz presenta un ominoso escenario para una fecha entonces lejana "hacia el año 220". En ese futuro, científicos chinos desarrollan el virus "Wuhan 400" en las afueras de la ciudad del mismo nombre.

Las alusiones a la epidemia aparecen en el capítulo 39 y forman parte de una trama secundaria de la historia. Pero las sorprendentes coincidencias con la alerta sanitaria lanzada por la OMS despertaron la imaginación de los internautas.

Las redes sociales pronto viralizaron -valga la ironía- esta casualidad.

En la novela, Koontz habla de algo parecido a una neumonía que se expande, aparentemente inmune a los tratamientos convencionales. Y también sitúa su origen justo en un laboratorio militar en Wuhan, el epicentro de la epidemia en China.

De las infinitas ubicaciones posibles, tuvo que ser precisamente esa. Este veterano autor, que vendió millones de ejemplares de sus libros y al que la crítica literaria acostumbra a mirar por encima del hombro, vive estos días su gran momento de gloria. Paradójicamente ese reconocimiento le llega a los 74 años, después de inmensas ganancias, más de cien títulos publicados y casi veinte adaptaciones cinematográficas.

Los ojos de la oscuridad es un libro condenadamente premonitorio, dicen los internautas Sin embargo el periodista Domingo Marchena les arruina la ilusión desde las páginas del periódico barcelonés La Vanguardia, recordando que este caso de "premonición literaria" está lejos de ser el primero, y ni siquiera es el más asombroso.

La también estadounidense Kressmann Taylor (1903-1996) lanzó en 1938 una lúcida advertencia contra la vesania nazi y el horror de los campos de concentración, muchísimo antes de que se destapara esta realidad. Lo hizo en una muy recomendable novela epistolar, Paradero desconocido (RBA).

En su momento, el alemán Emil Ludwig (1903-1996) publicó su ensayo Tres dictadores: Hitler, Mussolini y Stalin (Acantilado), donde adelanta el desastroso final del pacto Ribbentrop-Molotov, los juicios de Nuremberg y la división de Alemania en dos bloques, entre otros muchos acontecimientos. Su obra se publicó en 1939, cuando la Segunda Guerra Mundial acababa de comenzar.

¿Tenían Kressmann Taylor y Emil Ludwig dotes visionarias? Por supuesto que no. Eran personas inteligentes y previeron con gran sagacidad lo que podría pasar. Con mucha imaginación y un poquito de suerte, eso le ha ocurrido a Dean R. Koontz.

"Quienes se maravillen ante su visión de futuro deberían releer a un tal Jules Verne, ese sí, con una capacidad anticipatoria contrastada", sugiere Marchena.