Contenido creado por Martín Otheguy
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Historias sin terminar

Hubo acuerdo por subasta del águila del Graf Spee, que depende ahora de Vázquez

El acuerdo para la subasta garantiza que el águila nazi tenga un destino académico, aunque Presidencia debe ratificarlo con un decreto. "El tema está en manos del presidente", dijo Alfredo Etchegaray.

12.12.2019 11:37

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2019-12-12T11:37:00-03:00
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Durante estos días se conmemoran con varias actividades los 80 años de la llamada Batalla del Río de la Plata, el enfrentamiento naval entre alemanes y británicos que terminó con el acorazado Graf Spee (y su famosa águila) en el fondo del mar. El episodio ocurrió el 13 de diciembre de 1939, en los inicios de la Segunda Guerra Mundial, aunque desde ayer se realizan en Maldonado distintos eventos con la participación de familiares de los protagonistas de aquel enfrentamiento.

El águila del Graf Spee, sin embargo, participó en otra batalla desde que fue rescatada en 2006 de aguas del Río de la Plata, aunque esta se desarrolló principalmente en los juzgados.

En junio, un fallo judicial en primera instancia condenó al Ministerio de Defensa Nacional y a la Prefectura Nacional Naval a "disponer y realizar la venta onerosa del águila y del telémetro del Graf Spee dentro de un plazo de 90 días (contados desde que quede ejecutoriada la sentencia) y a compartir el 50% de lo producido con los permisarios".

A pesar de que el Ministerio de Defensa anunció que apelaría el fallo (como parte de su estrategia en una batalla legal que lleva ya casi quince años, como dijimos), finalmente no lo hizo, tras negociaciones con el principal permisario e impulsor de esta aventura, el relacionista público Alfredo Etchegaray.

Originalmente, el gobierno tenía tres meses para realizar la subasta del águila, pero en las negociaciones se acordó prorrogar este plazo. La resistencia por parte del Ministerio de Defensa, influida también por las preocupaciones del gobierno alemán, tenía que ver con el destino de la pieza y el posible mal uso que podría darse a este símbolo hitleriano.

Ahora, los obstáculos parecen haberse salvado, dijo Etchegaray a Montevideo Portal. "En este momento el tema está en manos del presidente de la República, quien es quien tiene que emitir el decreto final", dijo el relacionista.

Ya se redactó un memorándum de acuerdo con el Ministerio de Defensa, "un preacuerdo ratificado por el equipo de asesores legales de la cartera". Ahora, el último paso corresponde a Presidencia.

El preacuerdo prevé la realización de una subasta pública internacional, cuyo resultado económico se dividirá entre permisarios y el Gobierno, que podrá usar ese dinero según estime conveniente. Además, se garantiza que los oferentes estarán calificados, lo que evitará que "cualquier loco pueda levantar la mano", dijo Etchegaray. "Y encima, Uruguay cumple con un contrato, que no es un detalle menor", afirmó.

El destino debe ser de perfil académico, lo que asegura que el águila nazi no termine en una colección privada, por ejemplo, una de las preocupaciones de quienes se oponían a la venta. "Puede ser un gobierno, una fundación o un museo", dijo Etchegaray, a modo de ejemplos.

El relacionista acotó que varios museos disponen de dinero para comprar el águila y recordó que este tipo de polémicas (como la ocurrida con el busto de Tutankamón vendido recientemente en seis millones de dólares) "son vendedoras de entradas".

El permisario también señaló que no es cierto que exista la posibilidad de que neonazis estén interesados en adquirir esta pieza o haya riesgos con el tráfico ilícito internacional (lo que además, con el actual acuerdo, no es una posibilidad, al dejar por fuera a particulares). "El propio Manuel Esmoris, de la Comisión de Patrimonio, me reconoció que eso es un bolazo. Los que sí se mostraron interesados son representantes de museos de Washington e Israel", dijo.

"Esta operación la financié solamente yo, vendiendo mis terrenitos y con los ahorros de toda una vida, con lo obtenido por mi trabajo desde que tengo 15 años", dijo Etchegaray, que ahora ve mucho más cerca la consumación de casi 40 años de trabajo detrás del águila del Graf Spee.