“Mientras hago ayuno soy feliz”. Con Martín Guerra, autor de ‘Mi segunda vida”

Martín Guerra se define como un "emprendedor serial". Desde muy joven se involucró en el mundo de los negocios, donde cosechó pocos fracasos y muchos éxitos. Cuando estaba en lo que podría considerarse como "Nel mezzo del cammin" de la existencia, decidió apuntar a otros emprendimientos no necesariamente relacionados con el mundo del dinero, pero que podrían darle algo más valioso: una mejor y más larga vida.

"Yo soy emprendedor, siempre estuve motivado para hacer emprendimientos empresariales. En determinado momento empecé a priorizar otras cosas y construí un emprendimiento nuevo que no tiene nada que ver con lo empresarial", cuenta Guerra.

Loos negocios iban viento en popa, pero había ciertos valores a cuidar que requerían algo más que instinto para las finanzas. Por ello, decidió dar un giro a su vida. Un cambio que no fue abrupto sino paulatino, pero sumamente significativo.

"Se dieron dos cosas a la vez. Un amigo médico (Alejandro Junger, creador del método Clean) radicado en EEUU escribe el libro Clean", relata. Según guerra, Junger es "alguien muy particular, muy observador, curioso. Así que, si había escrito ese libro, debía ser una obra con algo muy interesante detrás", recuerda.

"Concomitantemente, yo estaba empezando una etapa en la que siendo ya un poco grande, en el eje de los 45 años, tuve varios hijos. Y mientras estudiaba todos los temas que planteaba Alejandro en su libro, los niños crecían y yo iba haciendo cuentas y me decía que si no me ocupaba del tema de una forma muy enfocada, se me iba a hacer difícil verlos crecer teniendo yo buena calidad de salud".

Hasta ese momento, el autor era "una persona completamente sedentaria y pasada de peso" pero "siempre con un cierto interés por la vida sana". Sin embargo, los asuntos empresariales solían acaparar toda su atención.

Más que una simple dieta

Cuando se trata de mejorar la condición física, casi todos optamos -no sin acierto- por abrazar una dieta más saludable y sumar actividad física a nuestras vidas. Sin embargo, el camino que emprendió Guerra implicaría algunos cambios más acusados.

"En este viaje fui viendo información y adquiriendo conocimientos que para mí al principio resultaban increíbles, pero que la ciencia actual está ofreciendo". Dichos conocimientos no son arcanos, pero no están muy difundidos "en Latinoamérica y en particular en Uruguay", señala el empresario.

"Son avances científicos puros y duros. No se trata de algo alternativo, sino de ciencia pura que, según fui descubriendo, está disponible. La fui aplicando en mí y dio resultados. Aprendí más, apliqué más, hasta que llegué a un punto en el que quise compartir todo eso con mis seres queridos", relata.

"A diferencia de lo ocurrido en otros temas, no tuve un éxito muy grande en que la gente adoptara eso que aprendí y que tanto bien me hace. Por eso me planteé escribir un libro", cuenta.

Así nació Mi segunda vida, una obra donde Guerra comparte todo lo que aprendió en sus años de indagar y poner en práctica esos conocimientos científicos, y lo hace "de forma bien referenciada y con todas las fuentes". La idea, afirma "no es exponer ningún dogma".

"Quería contar mi experiencia con todas las fuentes de información a las que llegué, y poner esa información a disposición de todos. Luego, que cada uno vea en su momento qué le puede servir o no".

Desde el presente

Guerra comenzó su búsqueda hace unos ocho años. Y pese al tiempo pasado, se siente más joven y saludable que entonces.

"Comparado con antes, estoy con muchísima más energía, mucho más enfocado en lo que me interesa resolver. Mis valores en sangre de todos los indicadores son muy buenos y tengo una mayor dinámica producto de la actividad física que hago", describe.

Para el autor, las saludables prácticas que contiene su libro no requieren ninguna condición especial. Ni física ni económica. "De hecho, el ayuno te hace ahorrar plata", dice con humor, haciendo referencia a uno de los pilares de su método.

Conseguir el éxito en ese camino "tiene mucho que ver con la voluntad y con el momento de cada uno. Yo no hice un cambio abrupto, fui incorporando cosas y viendo cómo me iba. A medida que uno ve que funcionan, es más fácil incorporarlas de manera permanente".

A modo de ejemplo, señala lo que le ocurrió cuando comenzó a ayunar. "Al principio tenía malestares y dolores de cabeza, pero luego me acostumbré y fue todo lo contrario". Guerra segura que esas molestias son pasajeras y "parte de un proceso que, si leés al respecto, ves que está previsto que te pase. Hay que tener la voluntad de pasarlos. Los primeros días se me partía la cabeza, y ahora cuando lo hago es cuando estoy mejor. Mientras hago el ayuno soy feliz y llego a mi máximo potencial".

Además de la experiencia del autor, el libro contiene entrevistas "a dos profesionales que en Uruguay tienen una visión similar a las cosas que yo he leído". Se trata de Silvina Tocchetti (psicóloga, licenciada en medicina nutricional con posgrado en medicina funcional) y Eduardo Lasalvia (oncólogo, inmunólogo, docente Grado 5 de la Facultad de Medicina de Udelar).

Estos reportajes ofrecen al lector "la posibilidad de conocer la opinión de dos profesionales uruguayos y residentes en Uruguay, que son de primer nivel y que aportan información para entender esta temática".