Contenido creado por Martín Otheguy
Locales

La gota que derrama el faso

Los riesgos de consumir aceite de cannabis no regulado en Uruguay

Solo dos variedades de este aceite fueron aprobadas por el IRCCA, pero en las ferias y en Internet se venden varios productos potencialmente peligrosos, como explica a Montevideo Portal la doctora Julia Galzerano.

27.05.2019 14:34

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2019-05-27T14:34:00-03:00
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Quien camine por alguna de las tantas ferias de Montevideo podrá encontrarse con vendedores que ofrecen aceite de cannabis sin esconderse, al lado de los carritos de quesos o los puestos de frutas y verduras. No es el único sitio en el que abundan. En esa feria virtual que es Mercado Libre también puede hallarse una gran variedad de aceites de cannabis artesanales.

Debido a la ley de regulación del cannabis aprobada en nuestro país, mucha gente cree que es perfectamente legal vender este producto y, lo que es peor, inocuo. Sin embargo, la realidad es muy distinta.

El Instituto de Regulación del Cannabis (IRCCA) tiene tres licencias de industrialización del cannabis. Una de ellas (Medicplast) es la que elabora las dos variedades de aceite de cannabis aprobadas en el país: Epifractan al 2% y Epifractan al 5%. Esto significa que son aceites que poseen CBD (cannabidiol) con dosis distintas.

Estas son las dos únicas variedades producidas bajo licencia del IRCCA, aunque no son las únicas que pueden adquirirse legalmente. Según explicaron desde el Ministerio de Salud Pública a Montevideo Portal, en algunos casos los médicos recetan a sus pacientes otra composición en el aceite de cannabis (dependiendo la dolencia), que solo puede adquirirse en el exterior.

En esos casos, el MSP autoriza la importación mediante un formulario, en lo que se conoce como "uso compasivo". En este caso no se trata de medicamentos registrados en nuestro país, pero su uso es legal una vez hecho este trámite, lo que además permite que el Ministerio de Salud Pública esté al tanto de la composición del producto. En el caso del aceite de cannabis, suele importarse una variedad de Estados Unidos, explicaron las fuentes, aunque hasta hace poco había también una marca suiza.

Los otros aceites, los que pululan en el mercado negro, son un enigma justamente por no haber pasado por ningún tipo de control, lo que los convierte potencialmente en peligrosos.

Comencemos por el principio

¿Para qué se usa el aceite de cannabis? El abanico de posibilidades es muy amplio, pero no todas están comprobadas con estudios clínicos detallados. La doctora Julia Galzerano, de la Sociedad Uruguaya de Endocannabinología, explicó a Montevideo Portal que el aceite es beneficioso para tratar la epilepsia refractaria, el dolor crónico neuropático y las náuseas y vómitos que se producen durante las sesiones de quimioterapia.

Entre los otros usos que tienen menos estudios clínicos (pero con casos en los que hubo buena respuesta) se encuentran el tratamiento para la colitis, la enfermedad de Crohn (inflamación del tracto intestinal), cuidados paliativos para enfermos terminales, enfermedades neurológicas, esclerosis múltiples, algunos síntomas del Parkinson, trastornos del espectro autista, ansiedad, insomnio y adicción a sustancias. "Es una gama amplia, porque hay que ver cómo actúa según los casos. Las variedades pueden tratar distintos síntomas", dijo Galzerano.

Pero como todos los medicamentos, el aceite de cannabis tiene contraindicaciones. Y si se desconoce la composición y el uso que debe darse según la dolencia, estas aumentan.

"El problema de los no regulados es que no sabemos cuál es la proporción de los componentes, o si tienen contaminantes, como hongos, bacterias o metales pesados", aclaró la médica.

Entre las contraindicaciones posibles están la cardiopatía, arritmias descompensadas y psicosis. Además, hay algunas patologías en las que no se puede usar THC (principio psicoactivo del cannabis) y otras en las que sí. Los aceites no regulados, justamente, suelen tener más THC que los aprobados.

Para Galzerano, en la producción de aceites artesanales hay gente responsable y gente que no lo es, pero los problemas no se terminan en si el aceite está bien hecho. "Se debe consultar al doctor, porque el aceite interacciona con otros medicamentos y el cultivador muchas veces no lo sabe. El cannabis se metaboliza en el hígado, como tantos medicamentos, pero hay que saber si se puede tomar con comida o no, por ejemplo. Tiene que actuar alguien que sepa de patologías médicas, por eso es importante tener un control", señaló la especialista.

Por ejemplo, los anticoagulantes como la warfarina están contraindicados con el aceite de cannabis, porque este aumenta su potencia. Entonces, quien compra los aceites de cannabis no regulados debe tener un cuidado especial, señaló la profesional, lo que viene de la mano con otro problema: el de la automedicación en Uruguay.

Como el agua y el aceite

Pese a la proliferación de esos aceites ilegales, su venta no se está controlando. Un artículo de Guillermo Losa para El Observador, realizado meses atrás, revelaba que los fiscales no realizan detenciones por este hecho.

Por ejemplo, mencionaba que se archivó una causa por la venta del llamado "aceite del Pepe" porque se comprobó que tenía una cantidad de THC menor al 1% y la ley de regulación del cannabis prohíbe la comercialización de productos industrializados con más de este porcentaje, sin que haya nada expreso para los otros.

Sin embargo, otros aceites sí pueden contener un porcentaje mucho mayor de THC, pero pese a ello los casos no se siguen a nivel judicial.

"El IRCCA fiscaliza clubes, cultivadores domésticos, pero no gente que vende. Eso lo hace la Policía", informaron a Montevideo Portal desde el IRCCA. En la nota de El Observador, sin embargo, se mencionaba que tras el archivo de la causa del "aceite del Pepe" la investigación de aceites medicinales ilegales perdió interés de la Justicia. Una rápida recorrida por Mercado Libre permite comprobar la cantidad de aceites disponibles hoy en día, de precios muy diversos y en algunos casos anunciando incluso variedades "fuertes" (con 15% de CBD, tres veces más que la dosis más fuerte del aceite legal).