La compañía Grin llegó hace menos de una semana a Montevideo y su servicio ya está en las calles. La proliferación de sus monopatines eléctricos llama la atención y muchos montevideanos probaron ya su servicio o piensan hacerlo.
No obstante, es algo nuevo para nuestro país, y su lógica de funcionamiento no resulta obvia para las personas no acostumbrada a este tipo de servicios.
Para andar es necesario bajarse la aplicación, que viene con un viaje gratis - de diez minutos -, poner la tarjeta de crédito y buscar dónde están los monopatines para poder montarlos. Uno ve esto a través de un mapa GPS que identifica el lugar donde se encuentran.
Existe una zona habilitada donde utilizar este servicio, y una de las cosas que más llaman la atención, es el hecho de que, luego de usar el monopatín, el usuario puede dejarlo en cualquier punto dentro de esta zona.
Además, hay transportistas que se encargan del mantenimiento de los vehículos, y que los pasan a buscar por los lugares donde quedan, además de cargarlos.
Más allá de esto, en estos días ya ha habido más de un caso donde personas roban o vandalizan los monopatines. Incluso una persona puso a la venta uno robado, a través de plataformas digitales.
Desde la compañía informan que esto, además de ser malo con la flota existente porque la disminuye, no tiene resultado, ya que los vehículos se bloquean, por lo que no pueden ser usados.
Nos subimos a un Grin, anduvimos por Montevideo, hablamos con un transportista y le preguntamos a la gente qué piensa sobre su llegada a nuestro país.
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