Por Agustín Canessa *
Humanista que salva la historia
04.11.2005

Esta es la segunda de una serie de tres entregas en las que se ha dividido un aporte de Agustín Canessa sobre Juan Luis Segundo, pensador, teólogo y como decía el autor en el acápite de la primera nota, filósofo de Dios, pero no menos de la libertad del hombre , tomando una expresión de Arturo Ardao.

En el curso de 1962, Segundo desarrolló Etapas Pre-Cristianas de la Fe . Los primeros escritos del Antiguo Testamento datan de los años 1.000 a 800 antes de Cristo, e Israel estaba dividida en dos reinos: el de Judá y el reino propiamente de Israel, cuya capital estaba en Samaría, donde los cronistas escribían las historias de los reyes dividiéndose en dos escuelas: una era la de los yavistas, dado que Yavé es el único Dios de Israel, mientras la otra escuela nombraba a Dios como Elohim, o sea con el nombre común, cerrando la primera etapa de esa revelación.
La segunda etapa abarcaba lo que precede al destierro con el primer grupo de profetas. La tercera etapa comprendía el exilio, la vuelta del exilio y la restauración, con un nuevo grupo de profetas, la redacción sacerdotal y los sapienciales. Y por fin la cuarta etapa, que comprendía todo el libro de la Sabiduría, así como el contacto de la religión de Israel con el pensamiento griego.
Esta temática de la revelación de Dios a través de las etapas históricas, que documenta el orden real de redacción de los libros del Antiguo Testamento, fue retomada por Segundo en otras dos ocasiones. En el tomo III de la segunda edición de la Teología Abierta (1984) -en el capítulo VI: Lo cristiano del Proceso Bíblico - y en el capítulo VII de ¿Qué Mundo?, ¿Qué hombre?, ¿Qué Dios? (1993) -La Aventura de la Libertad, I Antiguo Testamento, páginas 217 a 268.
También en Febrero de 1962 Juan L. Segundo es invitado por la Universidad de la República a participar de los Cursos Internacionales de Verano, en los cuales y dentro del ciclo sobre las concepciones del hombre y de la vida, se confrontaba al marxismo, al existencialismo y al cristianismo. Allí dictó Segundo las hasta hoy memorables tres lecciones sobre La Concepción Cristiana del Hombre , que fueron publicados por los Cursos de Complementación Cristiana y posteriormente por la editorial Mosca Hnos. con el título Qué es un Cristiano .

EL CONCILIO VATICANO II

En esa época también escribió varios artículos que fueron publicados en revistas y publicaciones del país y del extranjero, así como tuvo lugar su contribución en el área de la sociología política con organismos internacionales y con organizaciones pastorales vinculadas a Universidades Católicas de América Latina.
La etapa final del Concilio Vaticano II y el post-concilio encuentra a Juan Luis Segundo dirigiendo el Centro Pedro Fabro de Montevideo y orientando a los llamados seminarios - taller que gestaron y produjeron la Teología Abierta para el Laico Adulto , que fueron publicados por el bueno de Carlos Lohlé de Buenos Aires en 5 tomos entre los años 1968 y 1972.
En esta etapa del trabajo teológico de J. L. Segundo los interlocutores y también coproductores son laicos y religiosos cristianos que deseaban madurar en su fe, muy preocupados por su compromiso histórico. Se veían limitados por una teología conservadora y de carácter tradicional en lo académico. El suceso había consistido en la Constitución denominada pastoral sobre la Iglesia y el Mundo de la última fase del Vaticano II y en la amplia difusión que en esa época se le daba a los libros de Teilhard de Chardin.
De esa época es también la publicación de la recopilación de ensayos con el título de La sociedad a la Teología , publicada en el año 1970. Según el propio autor, un libro que estaba de viaje, pues recogía artículos escritos en diferentes tiempos y a requerimiento de distintas revistas, donde se ensayaba el ataque a diversos problemas desde dos ángulos diferenciados: el de la comprensión sociológica de los hechos y el de la Revelación, hecha teología, en vistas a esa mismas situaciones. En las conclusiones, Segundo nos decía que el título de la obra parecía insinuar un orden inverso al seguido, pues en realidad se caminaba de la teología a la sociedad y de lo pastoral a lo político, siendo la propia sociedad latinoamericana la que había marcado el rumbo de las investigaciones.
Señalaba por esa época que estábamos en un comienzo y frente al horizonte sombrío y violento que se abría para América Latina, señalaba que Dios no ha muerto y esperaba por ese entonces escuchar su primera palabra latinoamericana , que desde nuestro continente interpelara a los otros y los convocara a una dura pero creadora tarea.

EL RECURSO AL MÉTODO

A partir de 1972 comienza Segundo una nueva etapa, luego de distintos insucesos derivados de la represión contra el Centro Pedro Fabro y comienza a desarrollar una gran concentración crítica y metodológica expresada en tres obras de significación manifiesta en su pensamiento: ''Acción Pastoral Latinoamericana''; ''Masas y Minorías en la Dialéctica Divina de la Liberación'' y ''Liberación de la Teología'' publicado por Carlos Lolhé en 1975.
América Latina presentaba los caracteres de una iglesia joven que se presentaba en una realidad circundante que la comprometía a una real y efectiva transformación, compromiso que surgía en nombre de la tarea eclesiástica esencial: la salvación, entendida de una manera coherente con el Concilio Vaticano II y con el propio Evangelio como la liberación progresiva de todas las servidumbres que pesan sobre el hombre latinoamericano. Y decía Segundo que ninguna magia suplirá en el más allá lo que los hombres hayan dejado de hacer voluntariamente en el acá humano . Pero también se constataba que era una iglesia exhausta, pues después de cuatro siglos de existencia no tenía sacerdotes para ejercer sus funciones. Desde esa perspectiva, Segundo desgranaba sus ideas para ir desmontando esos llamados motivos ocultos que frenaban esa nueva y necesaria pastoral.
La otra joya del pensamiento de Segundo, un eje temático central de su teología, es la dialéctica sobre masas y minorías, donde recogía en libro las lecciones dictadas en la Cátedras Carnahan en el Instituto Superior Evangélico de Educación Teológica de Buenos Aires.
La conceptualización de masas y minorías era un problema que Segundo consideraba esencial en el cristianismo, pero que paradójicamente, veinte siglos de historia han ignorado en forma por demás sistemática. Para Segundo esa problemática constituía una clave hermeneútica teórica junto a una nueva base hermeneútica práctica que se vive en el compromiso político por los oprimidos de este continente latinoamericano. La temática también central en Juan Luis Segundo sobre la Liberación de la Teología fue el resultado de un curso dictado en el semestre de la primavera de 1974, inaugurando los estudios ecuménicos de la teología experimental en la Divinity School de la Universidad de Harvard y que se iniciaba con aquella pregunta de ''¿Qué quedará de aquí a un tiempo de la Teología de la Liberación?''
Siempre en la Iglesia se ha dado a la salvación individual y extraterrena un énfasis manifiesto, constituyéndose en una verdadera deformación del mensaje de Jesús, interesado en una liberación integral del hombre, liberación que actúa ya en el proceso histórico y con medios históricos. Segundo concluía que había llegado la hora de la epistemología, es decir de analizar más que el contenido de esa teología, el método de la misma y su relación con la liberación. Es así que en más de 260 páginas desgrana en profundidad y con gran sabiduría los desarrollos de su círculo hermeneútico que con pistas abiertas tienen aún hoy, un largo futuro pues como decía Juan Luis partían ''de la carne y de la sangre de los hombres concretos que sufren, trabajan y piensan para construir el Reino de Dios con los materiales humanos de este continente oprimido y maravilloso''. Próximo número: tercera y última parte.

Agustín Canessa es consultor empresarial, ex subdirector de la OPP


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