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MICHELLE BACHELET EN URUGUAY

Un misil en mi placard

Tras la firma de un importante acuerdo comercial con Chile, Tabaré Vázquez aclaró que el convenio "no es un misil contra el Mercosur". La presidente chilena Michelle Bachelet recibió las llaves de Montevideo. Crónica de su primer día de visita oficial.

La presidenta estuvo por la tarde en el Parlamento, donde brindó un discurso en la Asamblea General, con un mensaje de unidad regional y destacando las coincidencias de su gestión con la de Tabaré Vázquez, por ejemplo en materia de derechos humanos, en el combate a la violencia doméstica, y en la discusión sobre la participación femenina en política.

Bachelet participó luego en el seminario "La participación de la mujer en el nuevo contexto latinoamericano. Oportunidades y desafíos", organizado por la Bancada Bicameral Femenina.

Allí, la presidenta chilena afirmó que uno de los desafíos de las políticas públicas actuales es la erradicación de toda forma de violencia contra las mujeres, informa la agencia EFE.

Para poner en marcha estas políticas, resaltó Bachelet, deben considerarse como aspectos importantes la participación de la mujer en los espacios públicos y en los ámbitos de toma de decisiones, así como la conciliación de la vida familiar y laboral.

La mandataria se refirió también a los casos de "feminicidio", es decir, los asesinatos de mujeres por razón de su sexo, señalando que están directamente vinculados "con la cultura patriarcal y violenta que subordina a la mujer por debajo del hombre", y que sólo puede revertirse con "un cambio cultural, que son los que más tiempo llevan".

El día del cerrajero

Como una "ciudad de ancha tradición, viva", definió a Montevideo la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, minutos antes de recibir de manos del intendente Ricardo Ehrlich "las llaves" de la capital.

 

Las palabras de Bachelet fueron pronunciadas en la ceremonia, de media hora de duración, que tuvo lugar en el Edificio Mercosur y contó con la presencia de diplomáticos, funcionarios del Estado, la Intendencia de Montevideo, legisladores y residentes chilenos.

A modo de homenaje a Montevideo, la mandataria expresó que esta ciudad "ha dejado huella en la historia, en la literatura, en la música de Uruguay y desde allí, en el mundo entero", dijo, antes de nombrar a "Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Felisberto Hernández, Idea Vilariño, Mario Levrero".

Estos creadores reflejaron la vida "quieta pero intensa de esta ciudad ribereña del Plata, capital de un país que pese a su tamaño ha sido un relevante protagonista de nuestra historia regional", valoró la presidenta de Chile. "Al recibir esta hermosa llave entiendo muy bien lo que simboliza, lo que significa", prosiguió, refiriéndose a "esta antigua amistad" entre ambas naciones y a una "tradición basada en valores, principios, afinidades, en lo que queremos para nuestros pueblos".

Bachelet contó que "cuando estudiaba en la Universidad", se trasladaba "en la micro (el ómnibus) leyendo a Benedetti".
Durante la ceremonia, los niños que portaban los estandartes de Chile y Uruguay eran alumnos de la Escuela Nº 131 República de Chile.

Entre la concurrencia, se destacaron el embajador de Argentina, Hernán Patiño Mayer, el subsecretario de Interior, Ricardo Bernal, el intendente de Canelones, Marcos Carámbula, el secretario del Partido Socialista, Eduardo "Lalo" Fernández, los senadores José Mujica y Lucía Topolansky, y la edila colorada Glenda Rondán.

Rondán, de hecho, protagonizó un jocoso episodio al llegar en automóvil a la sede del Mercosur, frente a la rambla y Jackson.

Tras caminar unos pasos hasta la explanada de ingreso al edificio, la edila se detuvo ante Ehrlich, quien estaba ladeado por los jerarcas municipales Fernando Butazzoni y Alejandro Zavala, hizo una reverencia y lanzó al jefe comunal: "Mirá cuando yo sea la Bachelet y vos me estés esperando".

Diez minutos más tarde, exactamente a las 14:25, la caravana de una docena de vehículos con sirena abierta, entre los cuales estaba el que transportaba a la jefa de Estado de Chile, estacionó sobre la avenida costanera.

Segundos después, Bachelet era recibida en la entrada del edificio por Ehrlich, el secretario general de la Intendencia, Zavala, y el titular de la Junta Departamental de Montevideo, Gabriel Weiss.
En referencia a Montevideo, y tras señalar que la ciudad goza de "una presencia tan importante en el imaginario de nuestra región", la jefa de Estado manifestó que "aquí, la verdad, nadie se duerme en la orilla del río".

Por el contrario, añadió, "aquí se vela por un futuro mejor para todos", por lo cual, "para mí, esto es un tremendo honor", concluyó Bachelet.

El presidente de la Junta Departamental, Gabriel Weiss, dio a Bachelet las primeras palabras oficiales de bienvenida a Montevideo expresando a la mandataria que la capital uruguaya es "su casa", donde sus habitantes la reciben "como a un amigo o a una amiga querida".

Weiss mencionó la condición de visitante de Bachelet y afirmó que "nadie debería ser extranjero en el mundo". Aludiendo críticamente a la Unión Europea, el edil fustigó las "decisiones que se toman con miopía y con temor" en torno a los temas de la nacionalidad y la emigración, una referencia a la flamante norma que establece la reclusión para los inmigrantes indocumentados que llegan a Europa.

Ese tipo de políticas, recordó, precedieron la creación de "campos de concentración" y la perpetración de "genocidios".

Como principal anfitrión, por su parte, Ehrlich evocó "las raíces y los sueños de futuro de esta América Latina que se sabe hermana".

El acto de recibir y dar "las llaves de la ciudad" a la presidenta de Chile, dijo Ehrlich, "no es para nosotros simplemente un acto protocolar, sino una señal de afecto, un gesto de amistad, un signo cargado de sentido".

El jefe comunal leyó textualmente al poeta chileno Pablo Neruda, "porque entregar las llaves de la ciudad es recibir y reconocerse en ese pueblo de Chile".

También acudió a citas de la poeta trasandina Gabriela Mistral, luego de lo cual Ehrlich sentenció que los actuales "son tiempos de construcción de nuestra América Latina", donde "las banderas de Justicia, justicia social, democracia y solidaridad marcan el rumbo".

Dirigiéndose a Bachelet, el intendente expresó que "es un honor recibirla en Montevideo" y obsequiarla con "las llaves" de la capital uruguaya, para con ellas "abrir bien grande nuestro corazón al pueblo de Chile", manifestó.

Primeras actividades 
Esta mañana la presidente chilena realizó una ofrenda floral al pie del monumento a José Gervasio Artigas, cruzando luego al Edificio Independencia para reunirse con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez.

En el encuentro privado se definieron detalles sobre varios de los acuerdos que firmarán ambos países.
El canciller chileno, Alejandro Foxley, destacó ante los periodistas, previo a que Bachelet se reuniera con Vázquez, el "alto grado de convergencia" entre ambos países y la "gran empatía" entre ambos mandatarios. También adelantó que, gracias a un acuerdo comercial que suscribirán ambos países, antes de fin de año Chile y Uruguay tendrán prácticamente un acuerdo de libre comercio.

Uruguay y Chile buscan una quita de aranceles "en prácticamente todos los productos", dijo el canciller chileno, quien añadió que "el paso siguiente sería un acuerdo en materia de inversión" porque "nosotros queremos mucho más inversión uruguaya en Chile, y esperamos que lo mismo ocurra al revés".

"Si hay dos países que pudieran de verdad, en un plazo razonablemente breve, pensar que están pleamente integrados, más allá que uno pertenezca o no al Mercosur, a la CAN o lo que sea, por voluntad política, por complementariedad, por deseo, Uruguay y Chile van a ser los que tienen mayor probabilidad de llevar a cabo esta idea" de integración, afirmó Foxley.

Asimismo, se refirió a la "paradoja" de "una región que desea firmemente integrarse" y el "número importante de problemas bilaterales que frenan el avance de la integración" en América Latina.

"Lo que nosotros decimos es que para superar esos problemas hay que tal vez descender desde la mera retórica de la integración a unos planos muy concretos, en los cuales cada uno debe hacer un esfuerzo", dijo Foxley.

"Es absurdo que en un continente en el cual hay países que tienen un fuerte excedente de gas, de petróleo, y hay otros países (...) que tienen un déficit, no nos pongamos de acuerdo para tener un marco jurídico" que permita a "las empresas de cualquiera de estos países invertir con una garantía, con estabilidad en las reglas de juego, con un precio razonable", señaló.

Acerca de la infraestructura, destacó la inexistencia de una integración aérea entre los países latinoamericanos, en tanto la "integración en el plano terrestre está muy incompleta", pues "todavía no se termina ningún corredor bioceánico".

"Nosotros estamos ahora impulsando terminar uno o dos de esos corredores que permitan conectar el Atlántico y el Pacífico", agregó Foxley.

La llegada

Tras su llegada a la Base Aérea 1, Bachelet se reunió entrada ya la noche con el ministro de Asuntos Exteriores uruguayo, Gonzalo Fernández, en un encuentro en el que participaron también el canciller chileno, Alejandro Foxley, y el embajador de Uruguay en Chile, Carlos Pita.

Según informó la cadena de radio El Espectador, Bachelet indicó a su llegada a Montevideo que Uruguay y Chile son dos países "amigos y hermanos" que comparten historia y valores.

Agregó, que esta visita de Estado de dos días tratará de avanzar en los acuerdos ya alcanzados durante el viaje que el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, hizo a Santiago el año pasado.

Por la noche Bachelet asistió al boliche Fun Fun a una cena especialmente preparada para su comitiva, animándose incluso a bailar un candombe ante la participación de una cuerda de tambores, informó Telemundo 12.

Hoy Bachelet se reunirá en la mañana con Vázquez y abordará cuestiones como el sistema arancelario vigente entre ambos países y otros temas de comercio bilateral, dentro de los asuntos económicos.

Según el programa oficial, Bachelet y Vázquez suscribirán un Acuerdo de Asociación Estratégica y un Protocolo Adicional del Acuerdo de Complementación Económica suscrito entre Chile y los países del Mercosur en 1996.

Tal y como explicó el embajador Pita a radio El Espectador, "se intenta avanzar en acuerdos comerciales, sociales, de cooperación, de innovación, de ciencia y tecnología en forma sustancial. Además, hay muy avanzados acuerdos en materia de normas de origen, de compras del Estado y de doble tributación".

Agregó que en esta visita se abordará el llamado "protocolo de ratificación del acuerdo de desgravación arancelaria total que va a estar vigente este fin de año".

Pita destacó la "excelente" relación comercial entre Uruguay y Chile y aventuró un posible incremento de las inversiones.

En los últimos años el intercambio comercial entre Chile y Uruguay casi se ha duplicado, hasta los 218,9 millones de dólares de 2007.

Las exportaciones chilenas a Uruguay rozaron el año pasado los cien millones de dólares, con un incremento del 10 por ciento respecto de 2006.

Las exportaciones uruguayas a Chile alcanzaron los 120 millones de dólares en 2007, no obstante un 30 por ciento menos que en 2006.

Este lunes, tras reunirse con Vázquez, la mandataria de Chile recibirá las llaves de Montevideo de manos de su intendente, Ricardo Ehrlich, en una ceremonia que se celebrará en la sede del Mercosur.

Más tarde, en el Palacio Legislativo (Parlamento), la presidenta chilena dará un discurso ante la Asamblea General (senadores y diputados) y será la oradora central en el seminario "La participación de la mujer en el nuevo contexto latinoamericano. Oportunidades y desafíos".

El martes, Bachelet se reunirá con la colectividad chilena radicada en Uruguay, visitará la Suprema Corte de Justicia y la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

Antes de volver el martes por la tarde a su país, compartirá un almuerzo con empresarios uruguayos y, en compañía de Vazquez, inaugurará el centro cívico Salvador Allende, en el Departamento de Canelones a unos 25 kilómetros de Montevideo.