"En todo el mundo hay 4.500 plantas de producción de celulosa, y la de Botnia en Uruguay será una de las cinco mejores en cuidado medioambiental", afirmó la empresa en un aviso pago publicado en la prensa local.
De las seis plantas que Botnia tiene en el mundo, "cinco de las cuales funcionan en Finlandia, país líder en sustentabilidad ambiental, la de Fray Bentos será la más moderna", agrega.
"Su diseño y tecnología la ubican como una planta modelo en cuidado ambiental", aseguró la empresa.
La planta de Fray Bentos "utilizará las mejores técnicas disponibles", que son "un conjunto de prácticas recomendadas y surgidas de numerosos estudios de Estados, organizaciones sociales, sindicatos, empresas privadas, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales".
Los mercados con los cuales Botnia realiza sus operaciones "sólo aceptan productos en la medida que cumplan con las normas y estándares internacionales de cuidado ambiental más estrictas", afirma el aviso.
La planta de Botnia, que está a punto de comenzar a producir celulosa, se ubica en la periferia de la ciudad de Fray Bentos, a orillas del río Uruguay y frente a las costas de la provincia argentina de Entre Ríos.
Grupos de vecinos de esa provincia y las autoridades del gobierno argentino se oponen a la construcción con el argumento de que causará daños al medio ambiente de la zona, lo que es negado por las autoridades uruguayas y de la empresa.
La construcción de la planta, que supone la mayor inversión individual en la historia de Uruguay con 1.200 millones de dólares, derivó en denuncias cruzadas de ambos gobiernos en la Corte Internacional de Justicia, de La Haya.
La Asamblea Ambientalista de la ciudad argentina de Gualeguaychú mantiene cortado desde noviembre de 2005 el puente sobre el río Uruguay que lleva a Fray Bentos como forma de protesta contra la instalación de la planta de Botnia.
EFE
