En medio de la despedida, Daniel Vigietti, Carlos Páez Vilaró y Raúl Benedetti (hermano del escritor) hablaron con Montevideo Portal sobre los recuerdos que les dejó el poeta uruguayo y destacaron su sensatez y humildad.
En la tarde de este lunes, el salón de los pasos perdidos del Palacio Legislativo se vio inundado de figuras del ámbito de la cultura, personalidades políticas, amigos y muchos amantes de la obra de Mario Benedetti. Los allegados del célebre escritor uruguayo dejaban su último adiós en los libros de condolencias, que en las primeras horas de la tarde ya sumaban siete. Los homenajes también llegaron a través de un sin fin de coronas, de todas partes del mundo, como la enviada por Joaquín Sabina, Hugo Chávez y también una en nombre de todo el pueblo cubano, entre otras tantas.
Raúl Benedetti, el único hermano del escritor, señaló a Montevideo Portal que “antes de pedirle un consejo a su padre prefería pedírselo a Mario”, que era como un segundo padre para él. Al día de hoy, lo recuerda “como un amigo”, como una persona que con frecuencia le daba un consejo sano. “Siempre tuvo la palabra exacta y bien pensada que me guió en muchas cosas”, señaló.
“Una de las cosas que yo le admiré a Mario es que siempre fue coherente en sus actos de la vida con lo que escribía”, añadió el hermano menor del poeta. “Así era él, sensato pero coherente”, tal como se presentaba a través de la palabra. “Además siempre fue un ejemplo de cordura y de humildad; él decía basta de homenajes pero tenía su casa llena de ellos”.
Por su lado, el compositor Daniel Viglietti señaló que Mario era “un ser entrañable, un ejemplo de ética y de construcción de hermosura en su obra. Fue un gran creador, fértil y diversificado en varios géneros. Desbordó géneros y también desbordó fronteras, porque fue amado en muchas partes del mundo”. Viglietti dijo además que el escritor tuvo “una fuerza muy grande” como la de un río, pero “con la modestia de un arroyito criollo”.
El compositor habló además sobre la ideología política del poeta y señaló que antes del golpe de estado “Mario fue un revolucionario que se jugó por cambiar el país con la cola de paja”. A causa de esos riesgos que asumió “tuvo que exiliarse” y más tarde “cuando volvió a su querido paisito siguió siempre produciendo”, apuntó.
“Hoy todos somos discípulos que vienen a despedir físicamente al entrañable maestro que nos deja el desafío de repartir la humilde semilla de su obra a las nuevas generaciones”.
Por su parte el artista Carlos Páez Vilaró señaló que Benedetti fue un extraordinario escritor que dejó la bandera de Uruguay flameando por todos lados. “A mi me da mucho dolor, pero pienso que seguirá vivo desde las estanterías de todas las bibliotecas del mundo”, señaló el artista, al tiempo que indicó que una de las esquinitas de Casa Pueblo lleva el nombre del recordado escritor.
La cultura y la política del país despidieron a Benedetti
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