Escribe Ricardo Piñeyrúa
Todo está hecho
09.06.2010 09:17
El viernes Uruguay debutará ante Francia y será el punto final de un largo recorrido que comenzó hace cuatro años cuando asumió Tabárez la conducción de la selección.
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Por Ricardo Piñeyrúa, especial para Montevideo Portal.
Parecería un contrasentido hablar del fin cuando es el comienzo del Mundial, pero ya todo está hecho y como se dice, la suerte está echada.
El largo camino para clasificar, las dificultades y la irregularidad futbolística del equipo fueron una constante, pero se llegó y había que prepararse.
El camino elegido fue criticado, siempre son criticados los caminos que toman los que deben decidir cosas y está bien, algunos piensan que debió jugar muchos partidos de preparación, Tabárez apostó a la recuperación física, la memoria colectiva y que sus jugadores llegaran descansados a esta instancia.
Yo creo en ésta forma de preparación para jugadores que viven alejados de sus afectos, pudieron prepararse rodeados de ellos, sin excesivas presiones y encierros que son innecesarios para un grupo tan profesional como éste.
De cualquier manera los resultados darán o no la razón, aunque no necesariamente éstos se den por la forma en que se llegó al mundial.
Los destructores por hábito o principios, si es que los tienen, si las cosas salen bien se subirán al caro aunque encontrarán algún pelo en la sopa y si salen mal quemarán al judas en la plaza.
Es el problema de medir las cosas solo por el resultado, seguir la máxima del fútbol de que los resultados mandan.
Mandan donde no se piensa y no se tienen proyectos, mandan donde se anteponen los intereses de unos sobre los de todos. Si se mirara este proceso y se entendiera lo bueno que ha sido, dejaríamos los resultados para la anécdota y aprenderíamos como seguir haciendo las cosas.
Pero para no salirme del tema, ya se hizo todo, ahora quedan detalles, de una formación, un cambio y las circunstancias de que en vez de pegar en el palo entre y así seguir adelante.
La concentración en Kimberley fue estupenda, reconocido por jugadores y dirigentes, el trabajo bueno y nuestro trabajo aburrido porque no hubo nada para decir, siempre está todo normal y apenas descubrir el equipo se transforma en un desafío, más allá de que nadie le va a errar en más de dos nombres.
Jugar un Mundial es eso, prepararse a conciencia, hacer todo lo posible y después, que tus jugadores se levanten mejor que los rivales.
Uruguay vuelve al Mundial y yo le tengo confianza, no por la historia que me contaba mi padre de los gloriosos celestes sino por lo que éste grupo con Tabárez a la cabeza han hecho.
Si nos va bien celebraré con todo mi corazón y si no nos va bien (fíjense que no dije si nos va mal, porque estar en el Mundial es que te vaya bien) pelearé con el mismo corazón para que mantenga el proyecto que nos trajo hasta acá.
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